[De Fondo: The Beatles - Birthday]
Recuerdo que comencé la tercera temporada con la primera (de varias) despedida de Skene, una de mis mejores amigas.
En este año han pasado muchas cosas, como mi inclusión a los reality blogs, primero por medio de Blogstars en octubre y en mi amado Big Blogger en Diciembre. También entré a trabajar, me corrieron después de nueve meses y me enamoré por última vez… quizá en mucho tiempo, espero.
En este año me alejé de mi mejor amigo, me he azotado como de costumbre; pero he notado con gusto que casi todas las cosas que he deseado en algún momento las he obtenido: igual y los reyes sí existen. Me he dado cuenta que hay cosas que valen la pena en la vida, que nunca hay que olvidarlas. He deseado varias me ha ido más o menos: tuve chance de ir a Puebla, varias veces de hecho, y una a Guadalajara.
Aunque a veces no deja de hacer frío en las noches y a pesar de eso todavía me guste celebrar en febrero, nunca pensé en rendirme. Hay personitas que ven lo que hay en mí y saben que no soy un dechado de dulzura y que tengo un lado oscuro, tanto que una tipa llamada “La dama de la lujuria” me retó a realizar un post fuera de lo convencional, creo que el alguien que no volverá a molestarme. Hablando de retos, tuve la osadía de poner aquí el Countdown, que me obligó a escribir diario, por primera vez en el blog.
Él no lo sabe, pero mi padre fue la chispa para poner en macha mis sueños, que más tarde se traducirían en Las Traigo Muertas; y en entrar a un Taller de novela (por cierto, debo agradecer a Kletova porque ella me sugirió mejorar mis textos de esa manera). Me cae que con esto, no sé cómo pude renegar del Maestro... me arrepiento de eso.
Parece que cuando perdí el empleo empezó a derrumbarse todo y empecé a cometer una infinidad de estupideces. Entré a prácticas profesionales en el Segnado de la Repbública y mis compas de ahí descubrieron mi blog y no fue el fin del mundo, de hecho fue muy chistoso.
También fue la boda de Skene y reté a Katsya, con quien descubrí que soy mejor de lo que me imaginaba. Después conocí a Minerva, mi novia actual, que me hizo regresar a la onda de los podcast y creo que esto durará un buen rato.
Así se pasó la tercera temporada de este blog. Como ven, desde hoy cambian algunas cosas, como el nombre de mi blog y mi nickname. Le decía a una amiga que son buenos los cambios cuando en esencia uno sea el mismo, así que espero que la cuarta temporada del blog sea fructífera y sobretodo que les agrade a ustedes estimados lectores (comentaristas o voyeristas), ya que sin ustedes yo habría dejado esto hace mucho tiempo.
Nos vemos el futuro: Muchas gracias por todo.
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