martes, mayo 10, 2016

MAMÁ, TE DEBO TANTO...

Para María Teresa, mi mamá:

Mamá, te debo tanto y no sé cómo pagarte...

¿Cómo se paga el amor? Ni el que yo te tengo creo que sea suficiente. No me alcanza para pagar las noches de desvelo cuando he estado muy enfermo, o los días que a diario trabajabas para darme un mejor mañana. Me siento muy en deuda por aquellas tarde en las que platicamos y se nos van las horas. Ni todo el dinero del mundo es suficiente paga pagarte el haberme hecho ser quien soy, tanto que no puedo definir mi vida sin tus enseñanzas y sin el cariño que me demuestras todos los días.

¿Podría pensar siquiera una cantidad? Ni el dinero que me has prestado, el que me has dado cuando me he metido en problemas, ni siquiera cuando te convencía de darme dinero para ir a la tienda de revista por un cómic y más... todo ello, hasta la más mínima cantidad o duplicada, triplicada o aumentada hasta el infinito, no basta. Tu apoyo en los momentos más difíciles de mi vida y tu oído hacia mis razones desesperadas y a mis sentimientos más profundos, hasta tus intentos infructuosos por echarme ánimos que al final siempre terminan por hacerme reflexionar lo mal que estoy, todo ello y más es impagable.

¿Cómo pagar las risas, la buena vibra, inclusive las peleas? No puedo valuar tus preciados consejos, tu esfuerzo por que siempre estemos unidos, porque siempre actuemos como una familia, tu fe en mi (aún más grande de la que yo tengo en mí mismo) y el ayudarme sin pensar el el pasado o en el futuro. ¿Qué puedo ofrecer a cambio de que me veas mejor que el mundo, que creas que tengo talentos que ni yo mismo me creo a veces? Creo que gracias a ello no puedo rendirme ante los fracasos de la vida, porque sé que, aunque la vida se empeñe en aplastarme con el tonelaje de la frustración; al menos sé que hay alguien que cree que puedo levantarme y seguir luchando la buena batalla.

¿Acaso Dios mismo podría prestarme para saldar esta deuda? Cada que analizo mi vida y empiezo a contar a las personas más valiosas que tengo a mi lado, me siento muy feliz de que hayas estado desde el principio conmigo, cargándome desde pequeño, tomándome la mano después y en cada abrazo que nos damos, en cada llamada telefónica y mensajes con emoticones. Creo que terminaré debiéndole más a Él porque te puso a ti por mi mamá y porque no sé qué sería de mí sin tu presencia en mi vida. Lo imaginé hace rato, antes de escribir estas palabras y el panorama era desolador: soy una mejor persona gracias a ti.

Mamá, te debo tanto y no sé cómo pagarte: Por darme la vida, por apostarle al amor desde el primer momento en que supiste de mí, desde el primer respiro y los primeros rayos de luz que inundaron mis ojos; porque, sin saberlo, estás llena de amor y merece aún más del que tienes, porque nunca te rindes, nunca te haces pequeña ante los problemas, porque tu voluntad de leona es la que pone orden a la sabana, porque siempre me has puesto tu hombro para llorar, tu oído para escuchar y tus abrazos para sentirme a salvo. ¿Cómo se paga todo eso, cómo se paga todo? Hay una canción que dice,"al final, el amor que te llevas es igual al amor que das". No puedo más que agradecer a Dios todos los días por tu vida, por lo que me tú has dado y pedirle al Creador de todas las cosas que te multiplique toso ese amor que todos los días das.

Te amo, siempre.

Tu hijo Gerson.