sábado, marzo 09, 2013

UNA LARGA Y SOLA NOCHE...

Debí dejar que me compraran mi boleto.

Ese fue el primer pensamiento que tuve al separarme de mis amigos porque ellos tenían acceso por la entrada 15 y 16, mientras yo por la 11. Así qué así estaba: sólo escuchando remixes de Deadmau5, Kanye West y los Yeah, yeah, yeahs precvo al turno de David Guetta.

Quedé casi frente al escenario, pero solo. Como siempre el celular y el internet desaparecen así que no les podía comunicar a mis amigos la situación: un pasillo y casi 3 mil personas me separaban de ellos. Mala suerte: me había quedado solo. Irónico: sonaba The Pursuit of Happiness de Kid Cudi.

Parejas besándose, amigos bebiendo cerveza sobrevaluada, amigas bailando juntas, un par de tipos platicando y yo escribiendo desde el teléfono. Mi pasión me libera del tedio. Hay cambió de DJ, de inmediato pone a los chemicarnales. Recuerdo a Minerva, cuando andábamos; ahorita debe estarse aburriendo en backstage.

Para mí la soledad es silencio; aunque el ruido inundara el Estadio Azteca, el coloso monumental de la colonia Santa Úrsula, donde el Cruz
Azul solía patearle el trasero al América. Este DJ es muy oldschool y la banda optó por ignorarlo; el recurso de poner a Bruno Mars parece que le funcionó, la gente comenzó a cantar una rola más asociada a The Police que al electrónico.

Solo cuando no quiero; acompañado cuando quiero mi soledad. Esa es mi vida y haría pacto con el primer ente que se me atravesara para que esto no vuelva a suceder. La vida es horrible sin compañía, aumenta sus bonos y los recuerdos se enriquecen cuando hay buena vibra y aliados, camaradas, cómplices, compadres, cuates, amigos. Aquel que planeó mi vida debió prever que odiaría esto. Se le acabó la imaginación al DJ que escucho, pone Praise You de Fatboy Slim; no creo que nadie la conozca y tampoco es apropiada.

La noche se hacía cada vez más larga...

Hasta que se apagan las luces y alguien agradeció al público, pidió que los de palcos apagara la luz y anunció a los siguientes DJ's. Ahora sí vinieron los profesionales!

Los siguientes minutos fueron excitantes. Estos no eran unos tipos que se conformaran con ser teloneros. Dieron lo mejor de ellos para prender a uno de los estadios más grandes del mundo. Todo iba formidable hasta que tocaron un fragmento de Fix You de Coldplay, lo que me bajoneó a mí, escapé del tren y esperé a la ruta Guetta.

Más tarde en las pantallas hay un anuncio que tirita: GUETTA DICE: APAGUEN LUCES!

Unos todo adelante se pelean uno mis separa y la novia de uno de ellos trata de calmarlo, después se aleja. Los de palcos hacen caso omiso al aviso. Los DJ's ya se conformaron en poner cada rola conocida de Swedish House Mafia.

Una vez más vino el aviso de las luces, decían que David Guetta, la gente corea "culero" y aún no rastro del francés.

Después de un alarido que me congeló la sangre y luces que escribían el nombre de Guetta, inició el plato fuerte de la noche. No sé si fueron las opiniones de Mine o de plano mi gusto había cambiado, pero al DJ le faltaba la frescura de años pasados. De pronto tenía lapsus muy fuertes de los 90's, sus recursos parecían agotados, muy predecible. A veces me sentaba, a veces me ponía a bailar. No me sentí satisfecho. Alguna rola conocida al final y fuegos artificiales fue lo mejor de la noche. Guetta quedó a deber.

Al final me reencontré con mis amigos y opinaron lo mismo, no fue un buen espectáculo. Al menos la noche me sirvió para saber que la escritura está ahí, disponible en mis momentos de soledad y que sirvió para sobrellevar una larga y sola noche.