¡Cuánto tiempo he perdido al no releer mis textos!
Ayer estaba revisando el primer capítulo de “¡Las Traigo Muertas!” como si yo no fuera yo, como si un tipo ajeno a mis pensamientos viera el texto y empezara a notar sus deficiencias, no sólo las clásicas del dedazo que, como fiel lector, has leído en incontables ocasiones, sino terribles incoherencias en la sucesión de palabras.
Yo daba por sentado que el escrito “estaba terminado”, sentía que era lo suficientemente claro como para todos. Al ir revisando de a poco ese primer capítulo por última vez, empecé anotar cosas que eran coherentes para mí pero no lo serían para el que me lee, ciertas omisiones de las cuáles sólo yo sabía lo que faltaba, pero el texto mismo no. Peor aún, encontré frases que ni yo mismo supe cómo quedaron hiladas.
En un ejercicio que creí tardarme unos minutos (porque con antelación había “releído” mi discurso), me llevó a la exhaustiva una de la mañana, siendo que en cuatro horas más tenía que despertar. Si no fuera por el café que ahorita me estoy tomando y la siesta en el asiento del metro, sería un verdadero zombie.
Una de las excusas que siempre he tomado para no volverme a leer es la pérdida de tiempo. Siempre alegaba que podía tener fresca la idea en mi mente, leer rápidamente cada párrafo, mantener cierta congruencia y una redacción entendible para todos. Así podía evitar pensar demasiado, en consecuencia, caer en la desidia de no escribir y dejar en paz a la hoja en blanco.
Pero creo que el ejercicio de ayer fue aleccionador. Le comentaba a mi novia que comparo esta onda de escribir al noble trabajo de la albañilería: levantar los muros es relativamente fácil y rápido; lo que se lleva más tiempo son los acabados y los detalles.
Ayer rechacé un empleo más por seguir mis sueños (no, mi sueño no es ser un desempleado). Escribir me está dando un cierto tipo de placer, unas “ñáñaras” que se producen entre el estómago y el pecho. Es como descubrir un mundo nuevo y diferente donde uno es explorador.
He leído y releído este post, así que espero que haya sido un texto inteligible. Sé que he fallado en hacer buenos post, por lo que prometo mejorar desde ahora y en toda la tercera temporada, que empieza el sábado. Tres años… ¡Ya ni la chingo!. =)
Sigue: La Hora del Café: Podcast #1 y el post de aniversario el sábado.
Nos vemos en el futuro.
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