Este fin de semana, de a rapidito, me fui a dar una vuelta por Puebla. Es raro, he visitado varias veces la ciudad en diferentes épocas de mi vida, e inevitablemente vuelvo a ir.
No recordaba (hasta que mis padres lo hicieron hace poco) que ahí fui cuando tenía como dos o tres años, mis papás tenían unos conocidos, de ahí nos pasamos a Valsequillo para ir al entonces famoso “Africam Safari”. De regreso mis papás compraron un perro que se llamaba Rusty… nunca creí volver.
No fue sino hasta hace como cuatro años que, para una práctica de la materia de Televisión I, en donde, aparte de hacer tomas en el centro de Puebla, mi equipo y yo nos separamos del grupo para ir a Canoa, donde se había dado un linchamiento de estudiantes en los 60’s. Queríamos hacer un documental al respecto y el ambiente era demasiado calmado… creo que la gente del lugar estaba más espantada que nosotros.
Seis meses después regresé para hacer un documental, en lo que quizá significó uno de mis fracasos más severos en la escuela. Después de que mi equipo para hacer un trabajo final se había separado (por diferencias pendejas, debo agregar) el grupo se partió en dos, quedando yo en medio.
En ese momento todavía no me recuperaba de mi depre por lo que no le hablaba bien a todos en mi salón, ergo, todos me abrieron a la hora de hacer un equipo. Entonces tuve que regresar con mi desfragmentado equipo y los que quedamos fuimos hacer un documental, que por los altercados lo hicimos un día antes del examen final, pero… la cámara que habíamos rentado era una porquería.
Habíamos hecho una sesión maratónica, en el día fuimos a Puebla para pasar todo el día grabando arquitectura del lugar, en la tarde fuimos a Teotihuacan a editar para tenerlo al siguiente día. Una imagen saturada de color y el micrófono no funcionó fueron los principales problemas que tuvimos a la hora de la edición. Obviamente nos reprobaron, pero en mi escuela, si repruebas el examen final, repruebas el curso, algo que fue injusto, dado que tenía muy buen promedio.
Justo ahí empecé a mentirles a mis papás (como tres años después les conté) y una parte de mí odió Puebla… y prometió no volver.
Por medio de Skene conocí a Ricardo: blogger, buena persona y un tipo agradable que vino al DF para tomar un café hace algunos meses. Después de un par de visitas nos hizo una invitación a visitar Puebla, conocer su ambiente y amistades (de hecho la invitación sólo fue para ella, ya después nos llamó por teléfono a mi y a Liliana jejeje).
He aquí una foto de viaje:
De izquierda a derecha: Ricardo, Skene, Lilinita y Yo. Foto: Skene.
Yo por mi trabajo y la escuela no pude irme desde el viernes, pero el sábado en la tarde tomé mi primer camión (anteriormente había puesto avión). Fue un viaje muy relajante en donde conocí gran parte de la ciudad, con una vida nocturna muy viva, con una urbanidad hermosa, con semitas y tacos árabes (yumi yumi), con gente cálida, con dulces sabrosos y unas ganas enormes de conocer cada rincón.
La gente es otra de las razones para volver. Aparte de los amigos que hicimos en el viaje, hay cuates que me gustaría conocer como Slayerstorm, Jesse o Rebba.
Al menos ya está el compromiso de ir el 26 de Enero para ver a Plastilina Mosh a Cholula… creo que la historia entre Puebla y yo dista mucho de terminar. =)
Nos vemos en el futuro.
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