miércoles, agosto 31, 2011

PARA DIANA:

Tu dulzura, néctar de dioses, que en primavera hace brillar a las flores y que desvanece la amargura del día. Tu dulzura que al fundirse con el calor de mi cuerpo es entrega incandescente, núcleo calórico que llena de energía al universo de mis quereres. Tu dulzura que a la cerveza le da sabor caramelo, le quita lo ácido a la lluvia, le pone el nivel exacto de azúcar al chocolate, hace irresistible una taza de café, magnifica los pequeños detalles que conmigo siempre tienes.

Cuando me miras pareciera como si toda la esperanza del mundo se depositara en tus ojos, como si me dijeras sin palabras: anda, ven y toma el mando. Cuando abres los ojos, desbloqueas puertas de mi alma. Tus ojos, dos sentimientos que me persiguen en cada pensamiento. Tus ojos, sinónimo de tu ternura, reflejo de tu belleza y trovadoras de tu amor. Tus ojos, mi primer recuerdo del día en que te conocí, en el que me abriste los brazos a tu mundo.

¿Por qué cuando me besas siento que cómo te vuelves parte de mí? ¿Cómo es que estando a mi lado te derrites? Besos salvajes, caníbales; que mezclan sentimiento, pasión y entrega. Tus besos, loción que me rodea, traje a la medida de la locura, vino dulce e incoloro, ambrosía de lo invisible, detonante de explosiones cósmicas. Todo el caos que me rodea comienza a tener sentido hasta que mis labios se encuentran con los tuyos en un beso.

En tus detalles hallé piezas de tu alma, relámpagos cegadores y poderosos que cayeron en los rincones más profundos de mi ser. Corazones, flores, muñecos, cartas: testigos de nuestros días juntos, chocolates y dulces que son banquete para los enamorados. Tu sinceridad no necesita poesía, los colores de cada regalo adornan cada infusión de sentimientos. Son como balas de cañón, que han derribado poco a poco los muros de mi ser, destruyendo cada duda, cada sinsabor. Son salvavidas para las discusiones sin sentido, esas que son nubes negras en el horizonte de nuestro porvenir.

Tú eres el ritmo, te adentras en él y lo disfrutas. Una sonrisa de satisfacción plena aparece mientras la música entra por tus oídos, satisfacción plena en el balanceo de tus caderas y en el movimiento de tus esculturales piernas. Bailas bajo las leyes de la gravedad, invitas al deseo y lo encarnas con el calor de tu piel, con la humedad de palabras mudas, con las embestidas de un toro, con el éxtasis final de puntos sensibles explotando como minas de guerra. Cuerpo de niña y seducción de mujer.

Y me aferro a ti como la realidad que eres, con la dulzura, ternura, con tus ojos, con tus labios, con tus pechos, con tus piernas, con tus detalles, con tu entrega, con tu corazón. No necesitas sentir envidia de fantasmas; por mi parte el pasado lo dejé atrás. Pero, sin importar cómo termine esto, quiero que sepas que para mí lo único que importa es el presente entre los dos. Sobre todo cada vez que al recordarte, a verte y al sentirte digo tu nombre: Diana.



TE AMO.

Gerson.

jueves, agosto 25, 2011

MIDNIGHT IN BLOG

Desde el tráiler la idea me pareció fantástica, como casi todas las que él tiene. De hecho, Woody Allen es, por su forma de entender/amar/hacer cine y humor, uno de mis héroes personales. Todavía recuerdo cuando vi Annie Hall (mi primer acercamiento con sus películas) toda una oda a la complejidad de las relaciones de pareja; o en Play It Again, Sam (no dirigida por él, pero sí una adaptación de su obra de teatro): una carta de amor a las películas viejas y a la figura masculina e icónica de Humphrey Bogart.

No mentía cuando dejé el blog hace mes y medio. Es contradictorio que, al tener todo lo que quieres, no te llegue ese sentimiento de satisfacción que esperabas cuando se permanecía en la búsqueda. Mis aspiraciones siempre se capitalizaron en ilusiones y sueños. Durante estos años vi como estaban pasando de largo y cómo había intentado alcanzarlos sin éxito. Creo que por primera vez reconoceré esto en público: no me he esforzado lo suficiente para capitalizarlos, al menos no al nivel de mis quejas.

Sabía que era una película que debía ver. Amo que el director de La rosa púrpura del Cairo haga intentos de mezclar la fantasía con la realidad, el pasado con el presente con maestría en técnica e inspiración. El planteamiento que revelaba el “avance del cine” era muy atractivo: Paris a medianoche es mágico. Yo no tengo el issue que todos tienen con la “ciudad luz” (y eso que a mí me encantan los clichés), personalmente creo que se exagera al referirse a la belleza y encanto de la capital francesa. Quizá lo que no me esperaba es que ese tipo de magia que prometía el filme tocaría las fibras más sensibles y profundas de mi corazón.

Los que me han leído desde hace mucho, lo saben: quiero ser escritor. Durante mucho tiempo he admirado a los que crean universos a través de las palabras, a los que saben cómo expresarse de forma escrita y con ello cautivan a los demás. No he concluido las historias que tengo en el tintero y por mi nuevo trabajo, ese plan de terminar los proyectos parece lejano. Me he conformado a recibir puntual mi quincena mientras la vida se me va entre en trabajo y las redes sociales. Por eso sentía que mis sueños estaban muertos.

¿Qué se sentirá no sólo conocer, sino intimar con tus héroes personales? Esa es una de las posiblidades que te plantea la película, también la idea de llegar en la época preferida de la historia. También que uno pudiera estar en un círculo de gente afin y creativa con la cual pudieras compartir gustos y afinidades. Además, la película tiene muchos guiños de humor y nostalgia intelectual. Ver a F. Scott Fitzgerald, Hemingway, Cole Porter, Buñuel y muchos más interactuando en una carta de amor a las mejores épocas de la generación perdida en Francia.

Aún recuerdo que, cuando pasaba la medianoche, yo abría mi procesador de texto y comenzaba a escribir. Sólo necesitaba un poco de música, una botella de agua o un vaso con refresco. La quietud de la noche era inspiradora. Yo aún tenía en la mente el buen sabor de boca que me habáin dejado los libros que había leído y en mí estaba el pensamiento constante de seguir sus pasos. La imaginación volaba y ella me tomaba de la mano hacia su reino. La noche era mia: yo la dominaba y exorcizaba a fuerza de teclear el monitor y de llenar hojas.

Lloré en la escena de Dalí y los surrealistas. Lloré y reí al mismo tiempo. No lloré de risa: fue catártico. Recordé a lo que había renunciado en el pasado, suspiré al escuchar al personaje Hemingway, Fitzgerald era como un noble caballero bohemio, lleno de elegancia a los pies de su mujer. Vi lo que necesitaba para reactivar mis escritos pendientes y de forma absurda, sentí envidia por el personaje que interpretaba Owen Wilson (era como un Woody Allen rubio y con la nariz chueca).

Debo reconerlo: Me hubiera encantado intimar con Diego Rivera, Frida, Siqueiros y León Trotsky en los 30's; Carlos Monsiváis, Carlos Fuentes, José Luis Cuevas, Octavio Paz; con José Agustín, Parménides García Saldaña, Gustavo Saínz; José Alfredo Jiménez y su caballo blanco, Chavela Vargas, Agustín Lara, Pedro Vargas; con Mauricio Garcés, Enrique Rambal, Luis Manuel Pelayo y Antonio Badu, con los rat pack. En la movida madrileña, en el furor de la bossa nova en los 50's-60's, en la época de oro del cine mexicano, en el verano del amor, en la invasión musical británica, en la fiebre del disco y más, es decir, de donde provienen muchos de mis gustos y pasiones.

El rey Salomón se indiganaba de la añoranza y lo escribió en el libro de Eclesiastés: "Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría". En la película y con maestría proverbial, Woody Allen nos enseña que la añoranza por tiempos pasados "épocas de oro" es algo que se ha tenido en esas épocas que nosotros añoramos. Más nos vale reconstruir nuestras ilusiones y sueños y quizá en algún futuro nos admiren porque hicimos cosas que ellos soñarán en hacer. No hay mejor momento que el presente.

Aquí el tráiler de la película. Basta decir que la recomiendo por mucho:



Yo sólo espero a que vuelva a ser medianoche para volver a ser uno con aquello que tanto deseo obtener.

Nos vemos en el futuro.

lunes, agosto 22, 2011

MUERTE, VIDA: REGRESO

[De Fondo: Don McLean - American Pie]

A la memoria de Uriel Aurelio Durán Muñoz.

Pero en cuanto a los muertos han de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.
Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven.
Evangelio de San Lucas 20: 37-38.

Hace una semana murió una persona que influyó en mi vida y me enteré por Twitter apenas el jueves pasado. (Nunca encontré tu entrada del significado de American Pie, pero sí un video similar a lo que tú hiciste, canción que me parece demasiado apropiada, estimado Cadete Kamikaze):



¿Cómo se detecta la necesidad? Un espasmo desesperado en el cuerpo ocurre si dejas de respirar por mucho tiempo, un vacío consumidor se siente en la boca del estómago si se deja de comer por tiempos prologados, sensación similar que llega al paladar y los labios en forma de sequedad cuando se tiene sed, de la misma forma el ansia corpórea se manifiesta cuando se necesita sexo, o el cansancio extremo al dormir.

Leí: “descanse en paz…”, no pude evitar pensar que sería otra persona, un homónimo. Pregunté por reply directamente a la fuente. Mientras recibía la respuesta, escribí el nombre: poco a poco se esparcía la noticia entre los que lo conocimos. Después vi que las primeras menciones del tema venían de la radiodifusora donde trabajaba. Ahí me enteré que murió de cáncer de piel y que habían pasado 4 días desde su fallecimiento. Había muerto el lunes, a principio de semana y muchos nos habíamos enterado hasta el jueves.

Ya había enterrado mis sueños pero ¿realmente podrían permanecer así por mucho tiempo? ¿Podría seguir siendo la persona vacía que había escrito mi último post en el blog? Fue un epitafio patético. No pude hacerme a un lado de mis necesidades, sentía el ansia en mis dedos, la pasión y la fuerza vital que llenaban los espacios de una vida vacía y sin sabores, ese lote desocupado donde mis sueños e ilusiones reinaban. Mis ilusiones las cambié por objetivos, los sueños por planes y el pensamiento quiero volverlo acción.

Yo ya lo ubicaba porque hacía artículos de los cómics que compraba, yo quería escribir como él lo hacía. Se me hizo conocerlo en un foro de internet en el 2000: necesitaba entrevistar a dibujantes y escritores de cómics. Yo ofrecí una grabación que había hecho hace tiempo pero no servía la cinta. Tuve que entrevistar (mi especialidad, algún día se los demostraré) a varias personas y ese material sirvió para un programa especial de radio. Fue claro al decirme que no tendría retribución por aquella colaboración pero no me importó. Se sintió tan especial el escuchar mi crédito como “Guerson” y con eso me sentí pagado. Él trató de compensarme retribuyéndome con cómics de donde trabajaba. Mi gratitud hacia él fue eterna, aunque pocas veces coincidimos después de esa ocasión, creo que nunca se lo dije lo suficiente y durante todo ese jueves que me enteré de la noticia, permanecí muy triste.

Mi vida sigue siendo muy aburrida; sin embargo tengo fe en que las cosas serán diferentes de ahora en adelante. Los vientos están cambiando a favor mío, sólo tengo que esperar el momento correcto para desplegar las velas y llevar mi barco a buen rumbo. También hoy inicié mi primera sesión con el psicólogo y fue productivo, me dijo algunos puntos para trabajar en el mes y creo que si resulta, podría mejorar mi actitud en mucho. También necesito cubrir todas esas necesidades de las que comenté en el segundo párrafo, y una de ellas que no mencioné, fue volver a mi blog. Los sueños no estaban muertos, sólo dormían, esperando a que llegara la mañana siguiente.



Uriel A. Durán (1976 – 2011), -U!, como solía firmar: Ex articulista de Grupo Editorial Vid, ilustrador y diseñador independiente, blogger, traductor, humorista, guionista e investigador para Los especiales de Radioactivo/DATA/Reacción, promotor del cómic en México, hipster antes de que la palabra volviera a ponerse de moda, crítico afilado, lumbrera de la web, entre otras cosas: Descansa en paz. Mil gracias por hacerme parte de tu camino, por ofrecerme mi primera oportunidad de trabajo y sin buscarlo, propiciar mi regreso.

Nos vemos en el futuro.