Problemas con los controladores de la tarjeta madre no me han permitido tener ya mi computadora y sigo desde la lap.
No sé… uno se acostumbra e estas cosas, lo único que no me gusta es que mi madre usa firefox para sus cosas y no le puedo poner los complementos que necesito para navegar a gusto, tampoco he podido ir a todos los sitios acostumbrados. Tampoco he podido escuchar mi música o cargar mi iPod.
Es como una lucha entre la costumbre que se añora y otra que se adquiere.
Lo que sí no puedo evitar extrañar es un mouse. No me acostumbro al pad de la lap. De repente un pequeño toque lo reconoce como un click y a veces no. En lo que sí me siento cómodo es e el teclado, puedo estar viendo la tele mientras estoy escribiendo este post y parece como sin tuviera las manos pegadas a cada tecla y creo que hasta escribo más rápido.
Lo que en verdad no me gusta es el audio. El sonido no es fiel y se alcanza a percibir un pequeño eco que no me gusta. Afortunadamente eso no se ha notado en la edición de los podcast, pero me gustaría escucharlos con el sonido verdadero.
Me encanta tener la compu cerca, llevarla a la sala y convivir con mi familia. Hasta a veces me gustaría de menos tener un iPod Touch para no estar en un solo lugar. Me la puedo llevar a mi cuarto y hacerla a un lado cuando tenga ganas de dormir o recostarme para usarla. Me estoy volviendo adicto a esto (tal vez ya lo sea), no sé si seguirle o alejarme poco a poco.
Eso sí, ya ando enganchado en muchos proyectos, así que, por ese lado me sería imposible dejarlo. Tengo una pequeña actividad es una página de Internet, escribir la novela, la edición de audio, aparte del vicio del twitter y las ganas de escribir en un blog. Aún no sé cómo esto se volvió tan importante. Ojalá que en mi próximo trabajo tenga chance de usar una compu.
No sé, esta semana he pensado de más…
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