[De Fondo: Miguel Bosé y Paulina Rubio - Nena]
Hoy más que nunca extrañé esos días en los que gastaba montones de dinero ganados en 15 días de trabajo…
Fue imposible no recordar el año pasado cuando fui por primera vez a “La Risa”, pulquería que, como uno de esos objetos kitch como los cigarros faros, la lucha libre, las cantinas o las películas de mi maestro Garcés, es una evocación de tiempos no vividos, una nostalgia de un México que desaparece en los ojos de los grandes y afortunadamente renace en una generación desorientada, por lo mismo ávida de experimentar.
Hace casi un año, les decía, en circunstancias muy diferentes entraba a la pulquería, con ese deseo de recordar a mi fallecido abuelito y unas ganas enormes de un curadito. Aquellos días los DFlickrs querían una reunión ahí y pues fue algo divertido, yo me sorprendí a ver a mucho chavito entrándole a la bebida ancestral y entre ellos (esa combinación de nuevo y viejo) me sentí muy a gusto.
Cuando supe que allí se iba a realizar un paranoicast, no dude ni un momento en decir: sí.
Hoy llegué a las calles de Mesones e Isabel la Católica, destruidas por los trabajadores de una constructora. La remodelación me hizo sentir desubicado, pero después seguí mis instintos y éstos me llevaron a la pulquería. Después de una escala en una cafetería que me dan ganas de ir con más calma, entramos en el recinto, tan lleno como la una de la tarde lo permitía, tanto que me sorprendió que todavía hubiera lugares para nosotros.
Del paranoicast no me pregunten porque no se llevó a cabo. Del pulque les diré que estaba tan delicioso como aquella primera vez, de la compañía pues que estuvo poca madre, que me reí como pocas veces en un día. Aunque debo señalar el servicio que fue muy bueno… y anecdótico, les contaré por que:
Pues que me voy sentando en una de los bancos cuando se fue el Ebarrera, una de las ñoras que me atendía, al quererme acomodar la silla, sin intención me picó las nalgas. Digo, ni había tomado dos y ya me llevaba con una de las que atendía de a piquete de nalga.
Bueno, siempre creí que me llevaría así con gente que me ofreciera trabajo, favores de poder o inclusive sexo, pero un piquete por sólo dos curados de Guayaba es priceless jajajajajaajajaja.
Es mi pegue, que le voy a hacer jejeejeje ;)
Nos vemos en el futuro.
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