domingo, marzo 02, 2008

¿Y SI LA VIDA...?

¿Y si la vida no te diera más que esto?

Me lo he estado preguntando toda la semana, el sábado aún más que otros días. Qué pasaría si en mi vida para mi no hubiera más que levantarse tarde, intentar escribir y sufrir las carencias del desempleado que vive con sus padres.

La vida se ha vuelto todavía más monótona que cuando salí de la carrera. Ya no hay escuela, ni siquiera hay un trabajo y estoy solo yo, mis pensamientos, mi computadora y el Xbox 360 que ya no ofrece un reto para pasar el tiempo. Me he estancado, ya no hay ganas, de a poco se acaba la tolerancia y la comprensión de los míos, de a mucho mi circunstancia ha empeorado y no se ve una salida, no alcanzo a ver nada.

Ahora más que nunca he cambiado. Las ilusiones y las fantasías que antes me animaban ya no existen; en su lugar quedó la nada en la que se mueve mi realidad. Un día abrí los ojos y todo en lo que yo creía había desaparecido, sólo quedaba yo, mi familia y mis amigos. Pero aún eso no era suficiente como para izar las velas y continuar.

Mi hermana hoy está en Puerto Vallarta y yo estoy aquí, sostenido de la mano, sintiendo que esa mano está perdiendo fuerza, que así estoy perdiendo libertad inclusive y dejándome recluido en mis propios pensamientos, tanto que no puedo ver más allá de mi propia nariz como dice esa canción…

¿Y si la vida no diera más que desvelos, que fracaso, que esa sensación de que has fracasado, que falta de motivos, que carencias económicas y afectivas; si no hubiera más que cuatro paredes y una ventana a la cual no te asomas, si sólo diera podredumbre, eterno desempleo u oficio sin remuneración, si no hubiera coraje o valor, si hubiera eso que tanto deseaba y ya no creo, si solo diera la misma consecución de minutos, de días, de semanas, de años?

Llevo siete meses desempleado, tiempo que se ha ido volando, en el que no he conseguido nada, en que mis ganas han sido biodegradables; en el que la risa se ha ido borrando poco a poco de mi rostro, mostrando ahora una faz inmutable como una estatua, tan sensible como el mármol, como un espectador que ve una película aburrida a la cuál llama existencia.

Al menos mi único consuelo son las cosas estables en mi vida, como mi familia y mi novia; pero yo estoy lejos de estar bien, me siento inútil y temeroso en cada paso. Y lo peor de todo es que ya no sé cuándo va a acabar todo esto, aún dudo si todo esto algún día se terminará… yo que me la paso diciendo a la gente que todas las cosas malas de la vida pasarán.

Yo ya no sé… y eso es lo que más me preocupa.

Nos vemos en el futuro. No más palabras.

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