[De Fondo: La Oreja de Van Gogh - Rosas]
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Recuerdo cuando te conocí. Habías llegado tarde como siempre, yo llevaba lentes y me pediste que me los quitara. Más tarde me leíste la mano y todo cambió, como si una energía desconocida nos uniera, como si atrajera nuestros cuerpos y nuestras almas.
Más tarde en Perisur nos hicimos novios, como si quisiéramos evadir un destino marcado y a partir de ahí dejamos de los amigos que fuimos y empezamos a ser distintos a nosotros. Más que novios empezamos a destrozarnos a nosotros mismos, a ser crueles; pero al mismo fuimos más lúdicos, más pasionales: dos caras de la moneda que contrastaban entre sí.
Todavía recuerdo cuando ese vagón no se quería ir, no hasta que te saliste y nos besamos. Todavía tengo recuerdos de aquellas tardes cuando iba por ti a Ciudad Universitaria, cuando me contabas tus sueños y yo los míos, cuando el destino se aparecía de vez en cuando en tus ojos.
Pero todo eso tuvo un fin y lógicamente hubo una ruptura entre los dos, una que en su momento se hizo más grande cuando fracasó nuestra posterior amistad y una escena en Coyoacán que ya te perdoné. No pude aguantar la locura que nos llevaba, las niñerías y en el lugar de comprenderte, yo actué peor. Fue un intento de malos resultados.
Sin embargo, el tiempo lo cura todo y sólo el tiempo nos volvió a reunir, ya no como aquellos amantes furtivos que regamos pastos de deseo; sino con aquella amistad sincera que nació entre nosotros, las sonrisas llenas de buena voluntad y la disposición de los dos nos volvió a unir.
De la música que me hace recordarte es sin duda Laura Pausini, pero la que más me recuerda a esos días en los que estuvimos juntos es sin duda Rosas, de la Oreja de Van Gogh. Ya que me recuerda esa época en la que anduvimos, tu ternura y todas esas cosas que pasamos durante un mes.
Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
donde los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."
Te quiero amiguis. Aunque a veces no nos veamos, recuérdalo siempre. =)
Nos vemos en el futuro.
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