Después de que viste de dónde vienes, el paso lógico es ver hacia dónde vas…
Sí, hay algunas personas que no creen en los propósitos de año nuevo, y siendo realistas son más palabras al aire, bosquejos wannabe de nuestras chaquetas mentales, bancos de nubes que, al momento de tenerlos a la mano, no los podemos tocar porque se desvanecen.
Yo pienso que no nos comprometemos…
No evaluamos riesgos, probabilidades, no hacemos las cosas flexibles por si algo sale mal, tampoco pensamos en hacer las cosas perdurables. No vemos las cosas en una justa dimensión y a veces, antes de empezar, las vemos imposibles, locas, tan llenas de trabas… muchas veces son sueños que tienen un plazo indefinido para comenzar.
Si algo pude aprender en este año (que por lo bueno y lo malo, puedo decir que salí tablas) es que no hay cosas tan imposibles, siempre y cuando busquemos una oportunidad para hacerlo, que estemos atentos. No voy a salir con una estupidez tipo Corn-pend-ejo de que “tú eres tu propio límite, Dios y el universo confabulan para que seas excelente”… no, pero creo que de lo que no debemos de cansarnos es de buscar las oportunidades como un perro, así… con hambre.
Más allá de las chaquetas del “being excellent”, creo que tenemos el compromiso con nosotros mismos. Yo no he visto una religión, un libro o una plática que logre que nos auto comprometamos. Creo que debemos ser honestos desde adentro y saber si queremos los cambios que tanto anhelamos, con lo bueno o malo que éstos traigan a nuestras vidas (cosa que no es nada fácil).
Por eso, en este año que viene, cada propósito que haga, quiero hacerlo con compromiso hacia mí. Quizá tenga razón y sean bosquejos, pero el compromiso va a aterrizar todo lo que planeamos cuidadosamente, para que no se quede en nuestra cabeza, o en un papel, o en este blog; sino llevarlo todo a la práctica del propósito.
También necesitamos de fe (no, no me llamen Abascal), que si en definición es “la creencia de lo que no se ve”, el apóstol Santiago decía con verdad que la FE se demuestra con OBRAS, por lo que no es sólo pensar o creer, sino también es ponerse en acción.
He aquí (y después de tanto choro) mis propósitos:
- Te voy a olvidar
- Voy a bajar de peso (ya sé cómo hacerlo)
- Voy a reactivar mi vida amorosa en la ciudad
- Cambiaré mi actitud en el trabajo
- Voy a hacerme la costumbre de levantarme temprano
- Dedicaré tiempo de calidad a mi familia y amigos
- Viajaré a la playa y a varias ciudades de mi país
- Seré más ordenado y organizado
- Me compraré más ropa
- No seré tan visceral y pensaré más las cosas
- Aprovecharé bien mi tiempo
- Escribiré mejores cosas (de veras lectores, se los prometo)
El año que viene haré referencia a este post para ver cuánto compromiso le puse.
Contemos juntos para el fin del año, va uno... (iba ir después otro post, pero se fue la luz en mi casa y no regresará hasta el martes).
cero .
¡¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!!!!
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