[De Fondo: Chetes - 16 de Febrero]
Ha un ratito no sabía de qué escribir…
Hace unos días hice el ejercicio del blog de Metatextos y creo que recibió buenas críticas, algunas que me tachaban de sádico. Se trataba de usar un cuento de navidad y modificarlo y para esto usé un cuento de Hans Christian Andersen (yo pensé que era de Dickens :P) llamado “La niña de los cerillos”, mientras que yo hice así una versión bizarra del cuento situada en la Ciudad de Nueva Cork (sí, ahí apareció mi usual error de dedo) bajo el infame título de “La niña de los condones”.
Aún no sé que voy a escribir…
Y sí, escribí mucho en la semana, por lo regular dejo que se acumulen lo días para que mi ego, junto con los comentarios crezcan y no escribo diario por lo mismo, aunque mi necesidad a veces sea tan grande. Del lunes al martes escribí y creo que fue bueno. Lo del video de Soda Stereo lo tenía en mente desde la semana pasada y al final sí pegó aunque tuve que escribir ahorita, para no perder la costumbre.
No, la verdad todavía no encuentro un tema específico a abordar…
Además de escribir, como siempre me puse a leer, pero ahora leí lo que yo escribí tiempo atrás en un blog llamado “El Sombrero Rojo” e inevitablemente tuve que comparar con lo que hago ahorita. A pesar de que ya no estoy ahí sigue habiendo gente que comenta en mis post (hasta supe de gente que me pirateó uno que otro poema :@). Es bueno retomar consejos que uno mismo se dio.
Las musas hoy me pidieron salir más temprano…
Sí, esta semana trabajaron mucho, ergo, mi cabeza está en blanco. Me limito a describir la situación y usar mis letras de la mejor manera. Demasiadas ideas separadas por punto y seguido. No puedo creer que sea viernes (es lo que se me está ocurriendo escribir) y que ahorita tenga menos estrés que hace algunos días, en los que sentía que me ahogaba…demasiadas cosas en las que uno se pone a pensar.
Sí, puedo hacer otro párrafo…
El miércoles salí de la oficina y por ondas del trabajo fui a acompañar a uno de los editores a una entrevista en otra empresa en Atizapán. Llegué temprano, me fui a cortar el cabello y llegué a casa para comer, después a mi cuarto para dormir. Creo que de ahí me hubiera seguido: no fue bueno despertar esa noche… después me dio insomnio jejeje.
Ya, el último reglamentario, cierre, conclusión, remate y a disfrutar del finde…
Claro, le volví a ganar la batalla a la hoja en blanco. Claro, el post no así muy potable que digamos, más bien parece como piezas sueltas del rompecabezas que fue mi semana. Así, incoherentes todas, sin aparente relación, pero que unidas dicen más… quizá hasta cosas que nunca contaré aquí.
Pero eso sí, la verdad es que soy un visceral… cañón.
Nos vemos en el futuro.
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