miércoles, diciembre 20, 2006

DÓNDE QUEDÓ MI NAVIDAD???

Es raro… no siento todo aquello indescriptible que de niño sentía cuando se acercaba la navidad.

En ese entonces yo concebía a la navidad como algo mágico, en donde sucedía el milagro más chido de todos: la felicidad. Sin duda los recuerdos más felices de esas fechas son los que tengo con mi familia, con la comida y sobretodo con esa magia indescriptible de la que les comentaba.

Hoy no me cabe en la cabeza que ya sean las fechas. No… parece que las canciones (Luismi navideño), ni las luces, ni Santa en la sopa, ni los Grinches por ahí, ni las tiendas adornadas. Simplemente no siento la navidad.

Desde hace tres años no ponemos árbol en nuestra casa por la sencilla razón de que no tenemos espacio. Está el megamueble para la TV, la sala, el comedor y la computadora que ya no nos dan espacio. Hace dos años intentamos poner adornos pero se caían o las luces se descomponían y lo que se quedó fueron unos ositos navideños para las puertas.

Esa es mi primera explicación por la cual no siento y las fiestas. La segunda es la convivencia misma, mi abuelita, la mamá de mi mamá, se fue hace cerca de 10 años y ella era la que organizaba posadas y comilonas para sus hijos y nietos, que son bastantes. Hoy mis tías intentan hacer las mismas fiestas pero no se acercan ni a la sombra del trabajo mi difunta Sara.

Y del otro lado sólo es comer… son ajenos al motivo real de la navidad, es decir, son ateos gracias a Dios.

Así llega la posible tercera explicación. Hasta como que yo he olvidado ese verdadero significado: “el nacimiento del hijo de Dios”. Y es que la verdad como que la felicidad en mi vida está diluida con el estrés y otras cosas y… como que no me dan muchas ganas de dar gracias por eso. No seré grinch, pero sencillamente no siento a la navidad como antes, no la percibo y no es motivo de felicidad como antes.

Y la última razón: Los regalos, Santa como que no fue muy afecto (era celoso de nuestra preferencia por Los Reyes Magos). Aparte de que no tuve mucha fortuna en vivírmela en intercambios… Eso sí, extraño las posadas, me encantaba disfrutar con mis amigos y ese pretexto perfecto para hacer una fiesta con todo y regalitos.


De veras que mis navidades iban más allá de los ámbitos comerciales, eran muy afectivas. Pero esta vez, como hace 4 o 5 años, terminaré durmiendo de manera incómoda en casa de las hermanas de mi papá, sin poderme bañar al día siguiente y con ese sinsabor que vengo arrastrando de hace mucho.

Quiero sentir a la Navidad una vez más…

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