No, la envidia no deja nada bueno, pero es inherente en mí. Tuve envidia de los chilangos que se fueron a Guadalajara al TwittGdl…
También les informo que... pues me batearon raza. Creo que ya debería dejar de hacerle a la mamada y aceptar que estoy feo, que no soy simpático, que a las mujeres les parezco demasiado joven, o demasiado bueno, demasiado gordo o demasiado inexperto. Había prometido ya no tirarle la onda a alguien pero es inherente en mí. Espero ya no cometer el mismo error.
Tender hacia la desesperanza también es algo que está dentro de mí. De repente cuando las cosas no salen como uno las planea (que la impresora no funciona, que las papelerías están cerradas, que una persona queda contigo y no va) me empieza a invadir el nerviosismo. Sé que en la vida siempre hay dificultades, pero creo que muchas se podrían ahorrar.
Creo que ya no me negaré a lo que está en mi naturaleza.
Odio cuando, de repente, me entra esa falta de seguridad… puedo o no puedo? Soy o no soy? Tengo o no tengo? Qué acaso la vida no puede ser lo suficiente clara contigo para decirte “sí puedes” “sí eres” “sí tienes” o la respuesta contraria, sin ser ambiguo? Y con ese tipo de preguntas, con las derrotas, la inseguridad es un caldo de cultivo, una red de la cual no se puede salir.
Odio sentirme fuera de la jugada…
Aún así mi única esperanza reside en lo que escribo. Quién diría que éstas cosas sin sentido es el lugar donde me está llevando el destino? Primero a sugerencia de mi papá escribo una novela; a sugerencia una mujer que me gusta entré a un taller de novela; y por otra sugerencia de un amigo, voy a aplicar para una beca de escritores, con el fin de acabar mi proyecto durante un año.
Ya mero se cumple el año en que me no tengo trabajo, durante todo ese tiempo no he encontrado algo y me siento un inútil para encontrar un empleo. Ya se que las circunstancias no son las adecuadas, pero aún así me siento así; aún más cuando a mitad de año ya no hay ofertas… y quizá haya tiempo para que haya una, eso a expensas de que cubra el perfil.
Entonces la beca es lo último que tengo…
Aunque tengo confianza en Dios y creo tener un ápice de talento, mi entrada depende e la decisión de un jurado que creo está compuesto por gente que ya lleva tiempo en esto de escribir, que quizá viva de ello y que juzgará si tengo talento o no. Esta decisión me pone particularmente inseguro, ya que pasarán casi tres meses en saber si entro o no.
He pensado que si no tengo talento, me dedicaré a otra cosa y quizá también cierre este blog. Aún no lo sé…
A veces me gustaría ser como La Mole (The Thing) que a pesar de su aspecto físico y de sus limitantes, podía ver la vida de manera positiva, tanto que siempre hacía chistes y se burlaba de tal manera de sí mismo que no era otra cosa más que adorable: El ever loving blue-eyed Thing.
Quizá pueda ser el siempre querido Gerson de ojos cafés.
Nos vemos en el futuro.
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