No sé cuántas veces escuché esa rola el día de ayer…
Hace un buen ratito que no veía a Leo, muchas cosas han pasado en mi ausencia desde que murió su padre en enero de este año: los intervalos de tiempo que pasan cada que nos vemos son cada vez más prologados, le pasan muchas cosas a él, me pasan muchas cosas a mí, él cambia, yo cambio, nos acercamos pero con los rezagos de la distancia… la vida sigue.
Recuerdo que no podía encontrar una manera de tratarlo, ya no era el mismo, se notaba resentido con la vida… me sentí inútil; ayer fue diferente, como si, a pesar de que estamos igual desempleados, igual de desesperados, igual de frustrados e igual de caraduras (cabrones pues), somos los dos mismos amigos y confidentes de la universidad.
Él me platica de mis aventuras, yo ya tengo las mías por lo que ya le puedo contar. Todo eso bajo el amparo de un aguacero que caía afuera del Wallmart. Leo se sorprende de que ya no tomo como antes y sabe qué otras cosas no han cambiado. Yo lo vuelvo a ver como ese tipo al que le encanta la aventura y la parranda (lo que le causó una úlcera y un accidente automovilístico), animoso, bromista, con la admiración que sólo se le tiene a los héroes personales.
Yo por mi parte siempre soy algo callado con sus amigos, me llevan de ventaja muchas aventuras, se conocen casi desde la secundaria y yo apenas llevo conociéndole seis años. Son caras conocidas, siempre está el Pollo, su novia Mary y las bellas y cada vez más frecuentes Polly y Jas (esta última es una verdadera morena de fuego).
Pastel, vodka, botana, refresco de sabor de la Pepsico, cerveza, Bacardí Blanco, risas, celulares sin señal, reposet, la cara de Mary, las fotos de mi cámara, los globos que sostienen a un pooh… me la pasé bien.
Así me fui, con la promesa de una nueva fiesta en el futuro, con ganas de más como siempre, pero con la desventaja de la distancia, esa que en esta ocasión la hicimos talco.
El viernes, les recuerdo, ESTE BLOG CUMPLIRÁ DOS AÑOS, así que si alguno de ustedes les gustaría dejarme un mensajito o algo así, será algo verdaderamente chido. Haré post para el final de la segunda temporada del blog jejejeje.
Chin, todavía no he empezado el ensayo… espero que no tenga broncas de tiempo.
Saludos a los testigos de esta aventura.
Hace un buen ratito que no veía a Leo, muchas cosas han pasado en mi ausencia desde que murió su padre en enero de este año: los intervalos de tiempo que pasan cada que nos vemos son cada vez más prologados, le pasan muchas cosas a él, me pasan muchas cosas a mí, él cambia, yo cambio, nos acercamos pero con los rezagos de la distancia… la vida sigue.
Recuerdo que no podía encontrar una manera de tratarlo, ya no era el mismo, se notaba resentido con la vida… me sentí inútil; ayer fue diferente, como si, a pesar de que estamos igual desempleados, igual de desesperados, igual de frustrados e igual de caraduras (cabrones pues), somos los dos mismos amigos y confidentes de la universidad.
Él me platica de mis aventuras, yo ya tengo las mías por lo que ya le puedo contar. Todo eso bajo el amparo de un aguacero que caía afuera del Wallmart. Leo se sorprende de que ya no tomo como antes y sabe qué otras cosas no han cambiado. Yo lo vuelvo a ver como ese tipo al que le encanta la aventura y la parranda (lo que le causó una úlcera y un accidente automovilístico), animoso, bromista, con la admiración que sólo se le tiene a los héroes personales.
Yo por mi parte siempre soy algo callado con sus amigos, me llevan de ventaja muchas aventuras, se conocen casi desde la secundaria y yo apenas llevo conociéndole seis años. Son caras conocidas, siempre está el Pollo, su novia Mary y las bellas y cada vez más frecuentes Polly y Jas (esta última es una verdadera morena de fuego).
Pastel, vodka, botana, refresco de sabor de la Pepsico, cerveza, Bacardí Blanco, risas, celulares sin señal, reposet, la cara de Mary, las fotos de mi cámara, los globos que sostienen a un pooh… me la pasé bien.
Así me fui, con la promesa de una nueva fiesta en el futuro, con ganas de más como siempre, pero con la desventaja de la distancia, esa que en esta ocasión la hicimos talco.
El viernes, les recuerdo, ESTE BLOG CUMPLIRÁ DOS AÑOS, así que si alguno de ustedes les gustaría dejarme un mensajito o algo así, será algo verdaderamente chido. Haré post para el final de la segunda temporada del blog jejejeje.
Chin, todavía no he empezado el ensayo… espero que no tenga broncas de tiempo.
Saludos a los testigos de esta aventura.
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