[De fondo: Cubiky – Conmigo]
Realmente mi lucha contra los espacios vacíos del Word siempre será una manera algo fácil de empezar un post, con ésta es la tercera vez que lo hago y creo que eso es lo que falta en la vida, pretextos… más que para no hacer las cosas (señores, he aquí un experto en la materia), para hacerlas.
Estos días tengo una terrible aversión al teléfono, primero para hablar al periódico para ver si conseguí el empleo y otra, tengo miedo de hablarle a mi mejor cuate, al que he dejado de ver por… digamos, como 5 o 6 meses, para, además de saber cómo está y platicar un poco, pedirle el Adobe Photoshop CS1 y otros discos que le regalé en donde vienen cosas que perdí cuando se descompuso mi computadora, me pone de nervios el hacerlo (yo se que se dieron cuenta que esto es un pretexto).
Entro a esos terrenos que no me gustan de mi personalidad, por muy harto que pueda estar, creo que habrá pretextos para no hacer las cosas que todos suponen que son las correctas, es como si hubiera encontrado un lugar de confort, un estado mental en el cual acudir en caso de las decisiones que no me satisfacen del todo, la evasión y a pesar de realmente necesitar las cosas, la zona de confort sigue siendo por mucho más satisfactoria, pero no por eso al largo plazo más dañina.
Creo que la lucha más grande, como lo dicen algunas filosofías y frases célebres, es con uno mismo, es increíble el daño que uno se puede hacer de manera consciente o inconsciente, el que uno sea capaz de modificar sus conductas… digo, en mi caso, puedo manejar algunos sentimientos (cosa en la que me he vuelto experto) ser todo un domador, pero hay algunas cosas en las cuales no me he podido derrotar a mi mismo.
Pero aquí seguimos, a veces sin muchos ánimos de escribir, con la compu que se traba porque la memoria DDR se ha reducido y todo se hace lento… hasta la música, con mi obsesión por el Winning Eleven que he hace jugar hasta cuatro horas en un día, todavía en el intento de recuperar esa discografía de Miguel Ríos de 1 GB, con las conversaciones en el Messenger (chale… el Plus del Live no aloja plug-ins) y con la vida que cada vez se hace más imperfecta, creo que a veces puede ser una verdadera perra del mal…
Acaban de mencionar en la tele El Libro de Las Lamentaciones de Jeremías…
A pesar de no tener nada en mente a la hora de escribir estas palabras, Dios es bueno conmigo y me deja escribir cosas coherentes, aunque sean visceralidades y lamentaciones, realmente ya no espero anda de la vida, sino las cosas que yo pueda o quiera conseguir, si el formato del post tuviera un mood creo que sería así como de indiferente, de desganado, no depresivo, pero sí de mucha bolsa…
A ver que nos depara el futuro.
Saludos a los testigos de esta aventura.
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