Señores, olviden el tema del post pasado, porque ya se acaba de cancelar; ya no hay Francés para mi, no hasta dentro de seis meses primero Dios. Como escritor de mis días, incoscientemente, acabo de dar un giro argumental de 360° a mi vida... otra vez. Déjeme les explico lo que ha sucedido y no he contado sobre los últimos días:
Resulta que el miércoles, y tras una discusión que francamente me da pena exponer aquí, me bronquié con mi papá. Soy una persona muy impulsiva y en ese momento dije cosas de las cuales me arrepiento y como toda acción conlleva una reacción, pues la reacción no se dejó esperar y el viernes en la mañana, cuando me decidía a ir a mi Francés mi padre dijo: "Te perdono, pero ya no hay dinero para ti".
Ya no cuestionaré a mi papá por sus motivos, tampoco puedo pasarme la vida pensando y ahogado en la melancolía por lo que hice, así que es momento de pensar qué hacer y actuar. Durante años, he sido muy malo para esos dos verbos, sobre todo para actuar pero, por lo menos por un rato, ya no puedo darme ese lujo.
Yo se que en un mes se le pasará el trago amargo a mi padre, sin embargo, creo que es el momento perfecto para empezar de nuevo, para un cambio definitivo, para por fín darle una dirección a mi vida y hacer cosas como ponerme a trabajar, terminar mi estúpida tésis, y todos esos pendientes que tengo, es mi oportunidad de cambiarme a mi mismo.
El mismo viernes me puse a escribir la metas que quiero realizar, no las voy a escribir aquí hasta que las haya realizado, no sé si lo lograré, si lograré un cambio o al final, como siempre, las cosas seguirán del mismo modo... no lo se. Pero definitívamente es hora de que pase algo distinto a levantarme todos los días y permanecer aquí, en mi triste y solitaria casa haciendo nadamás que cosas improductivas.
Escribir me tranquiliza mucho, me pone a pensar y me ayuda a ordenar mis ideas, así que creo que eso no podría dejar de hacerlo. Digo, si quiero vivir algún día de escribir, lo tengo que hacer seguido y cada vez mejor, así que creo que siguen pendientes lo temas que puse en el post pasado, que espero que sean interesantes para todos aquellos que llegan a caer por aquí.
Ojalá que los días que sigan sean mejores...
Saludos a los incautos que lean este blog.
Resulta que el miércoles, y tras una discusión que francamente me da pena exponer aquí, me bronquié con mi papá. Soy una persona muy impulsiva y en ese momento dije cosas de las cuales me arrepiento y como toda acción conlleva una reacción, pues la reacción no se dejó esperar y el viernes en la mañana, cuando me decidía a ir a mi Francés mi padre dijo: "Te perdono, pero ya no hay dinero para ti".
Ya no cuestionaré a mi papá por sus motivos, tampoco puedo pasarme la vida pensando y ahogado en la melancolía por lo que hice, así que es momento de pensar qué hacer y actuar. Durante años, he sido muy malo para esos dos verbos, sobre todo para actuar pero, por lo menos por un rato, ya no puedo darme ese lujo.
Yo se que en un mes se le pasará el trago amargo a mi padre, sin embargo, creo que es el momento perfecto para empezar de nuevo, para un cambio definitivo, para por fín darle una dirección a mi vida y hacer cosas como ponerme a trabajar, terminar mi estúpida tésis, y todos esos pendientes que tengo, es mi oportunidad de cambiarme a mi mismo.
El mismo viernes me puse a escribir la metas que quiero realizar, no las voy a escribir aquí hasta que las haya realizado, no sé si lo lograré, si lograré un cambio o al final, como siempre, las cosas seguirán del mismo modo... no lo se. Pero definitívamente es hora de que pase algo distinto a levantarme todos los días y permanecer aquí, en mi triste y solitaria casa haciendo nadamás que cosas improductivas.
Escribir me tranquiliza mucho, me pone a pensar y me ayuda a ordenar mis ideas, así que creo que eso no podría dejar de hacerlo. Digo, si quiero vivir algún día de escribir, lo tengo que hacer seguido y cada vez mejor, así que creo que siguen pendientes lo temas que puse en el post pasado, que espero que sean interesantes para todos aquellos que llegan a caer por aquí.
Ojalá que los días que sigan sean mejores...
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