viernes, noviembre 19, 2004

ELLA SE LLAMA CONY. Segunda Parte.

Llegar demasiado temprano a una cita es algo inusual para alguien que no esta acostumbrado a llegar a tiempo. cuando pudimos empatar fechas nos vimos en Plaza Galerías (Ahí por Insurgentes), no sabía como llegar, entonces le pregunté a uno de mis compas del servicio social (en ese entonces lo estaba haciendo en Telerisa Chapultetrepo en el programa Nuestra Casa), "pues vete todo insurgentes", la cita era a las 6:30, pero como no sabía a qué altura de insurgentes estaba la plaza y cómo estaba el tráfico, me fui con tres horas de anticipación, no sabía que no habría tráfico y que llegaría, como se dice coloquialmente, a barrer.

Me dí como quincemil vueltas a toda la plaza, revisé el lugar donde íbamos a cenar, me senté un par de veces, hasta que dieran las 6:30. Llegó cinco minutos tarde, yo le llevé un regalo del día del amor y la amistad (fue al día siguiente. Cuando le hablé por teléfono me preguntó si tenía un regalo para ella, dije que sí y tuve que compralo para ese día), algo no muy caro y no tan personal como un ramo de rosas, sino un estuche de chocolates con forma de corazón. Le sorprendió (parece que no tiene buena memoria), entonces fuimos a cenar, empezó la conversación con una pregunta que aún me sigue intrigado: Los amigos cuando empiezan a serlo ¿Tienen que definir si son sólo amigos o si serán algo más? ... No supe que contestar en ese momento.

Nos contamos toda nuestra vida sentimental en esa hora, ella sólo había tenido un novio, y me contó lo que había vivido con él, me contó sobre sus inquietudes, sobre sus metas en la vida, supe que es una chava que sabe lo que quiere en la vida, que tiene personalidad y, aunque se siente algo insegura, sabe que necesita cambiar eso y ver por su futuro. Eso realmente me impresionó, he conocido a poca mujeres que piensen de esa manera, me agrado sobre manera, y me dejó buena impresión.

Le gusta caminar, le gusta comer mucho, intenta dejar la inseguridad a un lado, y trata no tener dudas, o por lo menos de no reflejarlas. Quizá me impresioné muy rápido, quizá fue el momento, pero me sentí como hace mucho tiempo no me sentía, había algo más que gusto a partir de esa noche. Después de eso le hablaba y le mandaba mensajitos tratando de concertar una nueva cita, tenía miedo de clavarme y echarlo a perder como en relaciones pasadas (cuando me gusta una amiga , por lo regular le llego demasiado rápido y todo se va al carajo) y decidí darle tiempo, para que pensara sobre la noche pasada...creo que exageré.

Pasó cerca de un mes o mes y medio y dejé de llamarle hasta que un día me animé y...me contestó otra persona. Había cambiado de teléfono y sólo tenía su teléfono celular ¿Qué era lo que se suponía que debía hacer? Hice una locura, fui hasta su Universidad, haciéndome pasar por un joven que quería revalidar materias porque se había cambiado cerca, me dieron un tour por la institución tan sólo para entrar y saludé a todos los chavos que habían sido voluntarios en el evento, entonces despues del recorrido, me regresé para buscarla y sí la encontré, ocupada, trarando de terminar un resumen, la sentí indiferente, pero me dió su teléfono, estaba con gente que conocía y a la hora de despedirme, cuando me tocaba despedirme de ella, hacía que no me veía pero cuando me acercaba a ella, se levanto de la msa donde estaba y cambié de opinión, me despedí de unas chicas que estaban en la otra mesa, y al final de ella diciéndole: "Luego te hablo para ver cuando podemos salir ¿va?"

Después de eso le hablaba una que otra vez, pasaron algunos meses pero aún no podía olvidarla, y sucedió un hecho que cambiaría el rumbo de esta historia, y no era para bien... así que concluiré con este relato de la vida real el día de mañana ¿sale?

Saludos a los incautos que lean este Blog.

1 comentario:

Anónimo dijo...

gracias.........por visitar mi pagina.
muchas gracias.