miércoles, agosto 19, 2009

DE AGOSTO EL DIECINUEVE

El tío Chavo ya despertó, abrió los ojos y ha platicado un par de veces con mis papás aunque desvaría un poco. Los doctores están sorprendidos y dicen que su cuerpo está actuando raro, está desechando muchas de las cosas que le están haciendo daño, como si fuera auto inmune. Supongo que esas son buenas noticias.

Odio que mi hermana me haga un favor, casi siempre evito que lo haga pero hay ocasiones en las que ya no puedes rechazar la ayuda. Lo malo es que casi siempre te haces “dueño del deudor” y como en otras ocasiones, mi hermana tiene un papel más de jefa, queriéndome ordenar y echándome en cara el favor a la menor rebeldía. Ayer sucedió de nuevo y es horrible. Recordaré rechazar su ayuda para la próxima.

Estoy escribiendo diario con esto del nuevo ingreso, espero estar haciéndolo bien. Mis jefes sólo me han dado una que otra recomendación, supongo que quiere decir que ahí la voy llevando. Hasta la experiencia ha resultado educativa, porque me he topado con temas de los que sé poco o de los que he desechado por no ser de mi perfil.

Los brazos dejaron de dolerme cuando empecé a dormir más. Creo que aún no me acostumbro. Re repente siento mucho cansancio y a la hora de dormir desaparece. No sé, esto del cuerpo humano es raro, aún no consigo el equilibrio para no vivir una vida tan desperdiciada. También he reducido mi número de horas en línea, creo que eso es bueno.

Los audífonos que le compré al iPod han muerto por la patria. Intenté ponerles lo del celular pero están muy cortitos y el gadget cuelga de mi cabeza de mi cabeza. Creo que en lo que llega el fatídico “septiembre negro” (si julio y agosto estuvieron de la chingada, no sé que pasará el mes que viene), tendré que usar el tlalocphone para usar música, con su manos libres.

Bueno, ya terminó de llover y yo ya me voy. Gracias a todos los que me han dado palabras alentadoras en los comentarios y en otros medios.

Nos vemos en el futuro.

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