…estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos…
San Pablo. 2 Corintios 4:8-9
Durante estos cinco años he perdido muchas cosas, sobre todo en el terreno amoroso. Si ustedes han sido capaces de seguirme todo este tiempo podrán afirmar la oración anterior de forma categórica. Hubo momento donde aquí mismo me desahogué tantas veces, deseando no perder, sumergiéndome en el mar de la derrota. Pero no me ahogué, salí y aquí estoy.
Hay un cuate por ahí en twitter que últimamente ha estado “muy emo”. Es más joven que yo y es imposible no verme reflejado en cada update que se azota y cada que borra lo que escribió, para no dejar constancia de las mismas derrotas, para no dejar posibilidad a ser descubierto, a fomentar el olvido. Creo que a veces esas experiencias nos recuerdan que los humanos somos sensibles, que si nos lastiman, nos duele. Pero a diferencia de ciertas heridas que uno puede recibir físicamente, quizá las del alma sólo la puedan opacar o disminuir, sin embargo no son lo suficientemente fuertes como para arrancarte la vida.
Hace un par de días platiqué con una amiga entrañable que ahora vive por Cancún. Durante estos últimos años, ella ha sufrido problemas físicos y ahorita está pasando por una situación muy fuerte; no obstante, ella se mantiene fuerte, con la fe y la esperanza de que las cosas vayan a cambiar, deseándome lo mejor y echándome porras como siempre, a pesar de que por dentro pueda estar frágil.
¿Qué tan importante es el tema de sobrevivir que hasta en historias ficticias lo encuentro? Con esto de que el Capitán América va a revivir, me puse a revisar los últimos números de la historieta. Después de muchos años (y quizá el cliché definitivo y telenovelero de los cómics) su antiguo amigo de la segunda guerra mundial regresa de la muerte, ahora convertido en su enemigo. Cuando el capi logra devolverle la memoria a su compañero llamado Bucky, él, avergonzado huye. Cuando le preguntan al héroe por su antiguo camarada sólo atina a responder “estará bien, es un sobreviviente”.
Minerva me decía antes de grabar el podcast que ella creía que había temas musicales que “por destino” nos llegaban, justo cuando las necesitamos… y por más raro que pueda sonar eso, estoy empezando a creer yo también. Me laten mucho las canciones de David Bowie, son anacrónicas, sinceras, bastante divertidas, hasta un poco sofisticadas, podría decir. Hace casi diez años sacó esta canción llamada “Survive”, también hace diez se grabó este video para vh1 (extraño la tele de paga) de su serie Storytellers. Llegó a mí por medio de mis suscripciones de youtube… justo cuando más la necesitaba.
Quizá sea como la frase de San Pablo, con la que inicié este post. Aún existe la esperanza, todavía hay terreno para construir ante el sismo que ha sido mi vida, cuando haya reconstruido habré olvidado las ruinas pasadas. Y ahora, más que nunca, sobrevivir se ha vuelto más que indispensable.
Nos vemos en el futuro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario