[De Fondo: Zombies - Time of the Season]
Extraño trabajar. Sí, aunque alguien que usualmente llegaba aquí y se había robado mi corazón, decía que sólo me la pasaba quejándome de mi trabajo, es lo más chido que he tenido hasta el momento: a10 minutos de casa, sueldo íntegro sin pagar gasolina, pasajes o inclusive comida, trabajo ligero e Internet gratis sin que te bloqueen el mensajero. Extraño ser útil en esta vida…
Extraño ir a un Starbucks. Sí, el vicio que originalmente heredé de mi amiga Marysoul. Creo que me acostumbré a esa leche liconsa de cuarenta pesos como diría mi amiga Perla, y aunque no le guste como a mi amiga Marbella, la última vez que pisé uno y probé un caramel machiato fue con mi ahora novia Minerva.
Extraño el cine. Creo que perderé mi tarjeta dorada de Cinemex este año si ya no sigo yendo. Extraño comprar mi boleto, hacer fila cuando se me olvida que no debo hacerla, comprar mi combo nachos y degustarlo con mi glotonería acostumbrada, sentarme en las filas de hasta atrás, al centro, con gente, sin gente, de mañana, de noche, en un cumpleaños todo el día, con los amigos o solito, pero vivir la experiencia una vez más.
Extraño esas noches de chela. Sí, las extraño, ya sea dando el roll con mi mejor amigo Leonardo, con la banda del DFlickr, con los amigos de los blogs, esas reuniones que hacía el puto ecuatoriano ese en Coyoacán, cantar en las cantinas en el Centro, aquello encuentros post etílicos.
Extraño Sex & the City. Sí, Extraño que pasen en la tele una serie tan inteligente y divertida, no puedo esperar a que ya esté la peli. Extraño que mi DVD funcione como debe para ver esas temporadas y reírme con mi amor platónico Carrie Bradshaw o a Samatha Jones y sus amigas. Ni Entourage o Nip/Tuck me emocionan tanto como la serie más cosmo…
Extraño visitar todos esos lugares. La Roma, la Condesa, Coyoacán, el Centro Histórico, Satélite: los lugares favoritos del corazón, donde parece que las cosas suceden. Parece que los recuerdos se quedaron tatuados en esos sitios, no puedo creer que haya forjado los últimos años de mi vida tan lejos de casa, en donde lo único que sopla es el viento.
Extraño música en vivo. Quiero ir a un concierto, todas mis posibilidades de ir a uno se fueron al averno al estar desempleado. Así sin dinero me he perdido de Daft Punk, Travis, Soda Stereo, Los fancy free y muchos otros que me perderé. En fin, solo me queda la resignación.
Extraño a los amigos. Con los que salía hace meses, con los que me pasaba platicando hasta la madrugada en el Messenger, los que me escuchan, los que me soportan, a quienes hago que se caguen de la risa, con los que caminaba por las calles, con los que tomaba fotos, con los que cantaba en la lluvia y brindaba al atardecer.
Extraño escribir poemas. Las canciones me dicen que dejé de hacerlo hace un buen rato…
Extraño a mi novia, que desde la semana pasada no he visto más que en el Internet.
Extraño escribir más: más post, mejores post, no estar bloqueado con la novela, la emoción que produce golpear con los dedos el teclado, la respuesta y retroalimentación que lograba hace años.
Extraño muchas cosas, pero me he dado cuenta que, al extrañar todo esto, lo único que realmente llego a extrañar es a mí mismo.
Nos vemos en el futuro.
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