[De Fondo: Click - Duri Duri]
Como siempre, me levanto una hora después de que me molesta el despertador y como ya me la sé, siempre lo pongo una hora antes de la que me debo levantar. Hay veces se me olvida que el tiempo está destinado a hacerse agua.
Me hice unos huevos estrellados con jamón, planché mi mejor camisa, imprimí mi currículum. Todo iba bien hasta que se me ocurre cargar el iPod, ver 10 minutos más la tele (es que un desfile de Victoria Secret’s siempre lo amerita) y checar los comentarios de mi blog.
Alerta roja. Me estoy poniendo más gordo, tanto que ya me queda más ajustado ese pantalón del traje y no me cerraba el primer botón de la camisa. Cuando logré ajustarlo, me apretaba tanto que casi me ahogaba, a duras penas tragaba saliva. Era como portar una soga al cuello como atuendo.
Odio donde vivo. A decir verdad, para calmar mis ansias de vivir en la ciudad en que nací, he pensado seriamente cambiar (aunque sea en blogger) el “Ecatepec de Morelos” por el "Ciudad de México". Había ahorrado tiempo para llegar a la autopista; pero un accidente “de los que siempre hay” me quitó esos 15 minutos ganados. Durante mis días universitarios me acostumbré a no estresarme ante situaciones como esa: opto por resignarme de facto ante el retraso inminente.
-¿Llegaré a La Roma en 20 minutos?- Me preguntaba mientras corría hacia el camió del metrobús que había partido. Decido, para calmar una histeria ques e me aproximaba, sacar mi libreta y ponerme a escribir el post que ahora estoy transcribiendo. Atravesaba Insurgentes, veía los trabajos en la parte Norte, también pasé por debajo de un puente que supongo es el del tren ligero, ese que irá hacia Cuautitlán Izcalli.
Estaba en la Glorieta de los Insurgentes, entonces se me ocurre ver mi reloj: ya era la 1 de la tarde: “ya valió madres”. Resuena en ese momento aquella voz que por teléfono me dijo: “la puntualidad habla bien de uno”.
Veinte minutos después llegué al edificio donde era la cita. Estaban pasando un video a varias personas sentadas como en curso de capacitación, vi unos productos y compredí que la cita de trabajo no era más de esos cocowash de ventas. No huí, solo para ver que querían emular los logros de Vergara pero con filtros de agua y desodorantes -inserte efecto de risa- (homenaje a la amiga Lata).
En fin, celebré mi fortaleza mental con unas gorditas de chicharrón…
Soy fan de mi mismo: me levanto temprano, me arreglo para una entrevista de trabajo, me esfuerzo para llegar a tiempo, todo para que, invariablemente, mi respuesta sea “NO”.
En fin, necesito trabajo y cambiar mis “estructuras mentales” como tanto dicen los capacitadores y religiosos.
Nos vemos en el futuro.
Bienvenido: ¿Quieres conocerme? Todo está aquí: mis días, lo que me gusta, mis ambiciones y sueños. En línea desde octubre de 2004.
miércoles, noviembre 28, 2007
FIN DE CURSO
[De Fondo: Black Sabbath - Iron Man]
Diez semanas se fueron como agua!
Todo comenzó cuando me atrevía a publicar lo que consideraba mi “novela”. A todos mis cuates (seguro alguno que otro que me lee se acuerda) les enseñaba mi genial idea y las 30 cuartillas que había escrito hasta entonces, todos me dieron críticas para que mejorara y ninguno alabó (cosa que se agradece). No fue hasta que, en una de esas críticas, una “niña blogger” me recomendó que buscara un taller de novela.
Pues que me pongo a buscar en Internet y me encuentro la página de la SOGEM. Parecía como predestinado a tomar el taller, digo todo fue de inmediato, la recomendación de esa mamacita no pudo llegar en mejor momento. La bronca radicaba en cómo iba a conseguir el dinero, si ni trabajaba y ya se me había acabado la pasta de la indemnización.
Entonces le digo a mi mamá, como cuando le digo que voy a lavar los trastes y sabe que no lo haré. Realmente no esperé que ella costeara un curso, aún menos, porque en ese momento la situación económica no era muy buena: mi papá había terminado su relación laboral y teníamos poco dinero.
A lo mejor mi ex me lo dirá de nuevo: eso no es otra cosa que el destino…
Mi madre al siguiente día me da el dinero para inscribirme, quedé sorprendido, maravillado y profundamente agradecido. Debo confesar que a veces me he portado muy mal y he juzgado de fea manera mis padres, pero en los momentos decisivos de mi vida en los que he necesitado de ellos, ahí están. Con ese impulso, me lancé al ruedo.
Debo confesar que tenía miedo: de que hubiera personas que por haber leído más que yo me hicieran menos, al escarnio público (por esos días había salido del incidente big blogger, de otras cosas y no andaba muy bien en confianza) por mostrar mi novel texto y a que básicamente soy un tipo sin experiencia en estos menesteres.
En fin, puedo decir que fue divertido, que conocí a gente bien chida, sobretodo personas talentosas. También pude ver que eso de escribir una novela tiene su ciencia, que puedo mejorar mis ideas iniciales y que, como todo en la vida, no es un lecho de rosas.
Aquí les dejo la foto del último día y de los sobrevivientes del curso:
Bien, ahora tengo una novela por terminar. =)
Nos vemos en el futuro.
Diez semanas se fueron como agua!
Todo comenzó cuando me atrevía a publicar lo que consideraba mi “novela”. A todos mis cuates (seguro alguno que otro que me lee se acuerda) les enseñaba mi genial idea y las 30 cuartillas que había escrito hasta entonces, todos me dieron críticas para que mejorara y ninguno alabó (cosa que se agradece). No fue hasta que, en una de esas críticas, una “niña blogger” me recomendó que buscara un taller de novela.
Pues que me pongo a buscar en Internet y me encuentro la página de la SOGEM. Parecía como predestinado a tomar el taller, digo todo fue de inmediato, la recomendación de esa mamacita no pudo llegar en mejor momento. La bronca radicaba en cómo iba a conseguir el dinero, si ni trabajaba y ya se me había acabado la pasta de la indemnización.
Entonces le digo a mi mamá, como cuando le digo que voy a lavar los trastes y sabe que no lo haré. Realmente no esperé que ella costeara un curso, aún menos, porque en ese momento la situación económica no era muy buena: mi papá había terminado su relación laboral y teníamos poco dinero.
A lo mejor mi ex me lo dirá de nuevo: eso no es otra cosa que el destino…
Mi madre al siguiente día me da el dinero para inscribirme, quedé sorprendido, maravillado y profundamente agradecido. Debo confesar que a veces me he portado muy mal y he juzgado de fea manera mis padres, pero en los momentos decisivos de mi vida en los que he necesitado de ellos, ahí están. Con ese impulso, me lancé al ruedo.
Debo confesar que tenía miedo: de que hubiera personas que por haber leído más que yo me hicieran menos, al escarnio público (por esos días había salido del incidente big blogger, de otras cosas y no andaba muy bien en confianza) por mostrar mi novel texto y a que básicamente soy un tipo sin experiencia en estos menesteres.
En fin, puedo decir que fue divertido, que conocí a gente bien chida, sobretodo personas talentosas. También pude ver que eso de escribir una novela tiene su ciencia, que puedo mejorar mis ideas iniciales y que, como todo en la vida, no es un lecho de rosas.
Aquí les dejo la foto del último día y de los sobrevivientes del curso:
Bien, ahora tengo una novela por terminar. =)
Nos vemos en el futuro.
sábado, noviembre 24, 2007
EL EVANGELIO SEGÚN MICROSOFT
[De Fondo: Caetano Veloso - Sampa]
Evangelio, si mi mala memoria no me deja mentir, se engloba en la frase “buena nueva”, la había escuchado en la terminología cristiana, para anunciar la vida y obra del hijo de Dios. Es extraño escuchar de “evangelizadores” en esta onda del Internet en el Web 2.0.
Para empezar esta historia, debo remitirme a la semana pasada en donde me llegó una invitación de Microsoft a un evento creado por ellos llamado Remix 07 México, en donde daban a conocer sus productos mediante un encuentro con desarrolladores y diseñadores web: sí, yo no pertenezco a ninguno de los dos, es más, creo que sé más de macramé que de ASP.NET, además de reprobar mi postgrado gracias al Dreamweaver. Continuando con la onda de “no quiero quedarme en casa” y en un afán por conocer ese mundo, accedí a la invitación.
El jueves me levanté temprano y llegué a la hora citada, había poca gente y unas consolas de Xbox como las tiendas departamentales, me puse a jugar y cuando acabé un partido de FIFA 08, había una gran cantidad de personas esperando la inauguración.
A pesar de ser un evento del cual no soy target, me encontré con gente conocida como Adán, Luis, Abelardo, Atzimba, Esparta, el buen Jorge, entre muchos otros con quien compartí gran parte del día. Era divertido ver cómo abrían sus iBooks para usar twitter y así cubrir las conferencias.
Se supone que es la primera vez que lo realizan en México, por lo que es justificable que tengan fallas constantes en el equipo técnico (que los proyectores y las computadoras no funcionen, que el DJ ponga a todo volumen música que debería ser sólo para ambientar), en las ponencias mismas (mal guión, nerviosismo ante el público, fallas en el software, retrasos varios y poca empatía con el público) y hasta el servicio de Internet (quién diría que ahora hasta eso es importante).
Dentro del evento, dos de los ponentes tenían el puesto de Evangelist (aunque básicamente cada ponente lo es para un público neófito), que básicamente, desde sus especialidades, trataban de acercar las innovaciones de cómo funciona el Internet, el diseño y las redes sociales. Es un método probado de alienación que, al ser usado para acercar al público a las nuevas tecnologías (buenas nuevas), no deja de sorprenderme.
Por ejemplo, en la primera demostración, Mariate (mamacita) Arnal, Directora General de Prodigy/MSN, me recordó a esas técnicas que usan las religiones cristianas al momento de redimir a sus potenciales seguidores: plasmar que el hombre vive en un mundo no adecuado y presentarle un mensaje para redirigirse al paso del futuro inevitable. En este caso, convencer a los representantes de compañías, de cambiar y crear una actitud de diálogo (una UX: experiencia de usuario) con sus consumidores mediante la potencialidad de la red.
Al final me quedé con la impresión de estar en la iglesia Microsoft. No sé si sea bueno o malo eso de la Evangelización, creo que eso se puede medir la efectividad de la retórica en las ventas o en la actitud positiva hacia el producto. Es difícil cuando una compañía intenta abrirse después de muchos años de ser hermética ante un mundo que, al parecer se les fue de las manos.
Sobre el evento, puedo decir que fue de menos a más, que las venezolanas edecanes estaban como diosas, que el coctel se puso bueno, que me chingué a cuatro cabrones en el FIFA 08, que me entregaron rápido un gafete, que la planeación de temas fue inteligente, que puede ser perfectible para próximas ocasiones. Personalmente quiero agradecer a Mauricio Angulo por la invitación.
Ya es finde, ojalá se la pasen chido! =)
Nos vemos en el futuro.
Evangelio, si mi mala memoria no me deja mentir, se engloba en la frase “buena nueva”, la había escuchado en la terminología cristiana, para anunciar la vida y obra del hijo de Dios. Es extraño escuchar de “evangelizadores” en esta onda del Internet en el Web 2.0.
Para empezar esta historia, debo remitirme a la semana pasada en donde me llegó una invitación de Microsoft a un evento creado por ellos llamado Remix 07 México, en donde daban a conocer sus productos mediante un encuentro con desarrolladores y diseñadores web: sí, yo no pertenezco a ninguno de los dos, es más, creo que sé más de macramé que de ASP.NET, además de reprobar mi postgrado gracias al Dreamweaver. Continuando con la onda de “no quiero quedarme en casa” y en un afán por conocer ese mundo, accedí a la invitación.
El jueves me levanté temprano y llegué a la hora citada, había poca gente y unas consolas de Xbox como las tiendas departamentales, me puse a jugar y cuando acabé un partido de FIFA 08, había una gran cantidad de personas esperando la inauguración.
A pesar de ser un evento del cual no soy target, me encontré con gente conocida como Adán, Luis, Abelardo, Atzimba, Esparta, el buen Jorge, entre muchos otros con quien compartí gran parte del día. Era divertido ver cómo abrían sus iBooks para usar twitter y así cubrir las conferencias.
Se supone que es la primera vez que lo realizan en México, por lo que es justificable que tengan fallas constantes en el equipo técnico (que los proyectores y las computadoras no funcionen, que el DJ ponga a todo volumen música que debería ser sólo para ambientar), en las ponencias mismas (mal guión, nerviosismo ante el público, fallas en el software, retrasos varios y poca empatía con el público) y hasta el servicio de Internet (quién diría que ahora hasta eso es importante).
Dentro del evento, dos de los ponentes tenían el puesto de Evangelist (aunque básicamente cada ponente lo es para un público neófito), que básicamente, desde sus especialidades, trataban de acercar las innovaciones de cómo funciona el Internet, el diseño y las redes sociales. Es un método probado de alienación que, al ser usado para acercar al público a las nuevas tecnologías (buenas nuevas), no deja de sorprenderme.
Por ejemplo, en la primera demostración, Mariate (mamacita) Arnal, Directora General de Prodigy/MSN, me recordó a esas técnicas que usan las religiones cristianas al momento de redimir a sus potenciales seguidores: plasmar que el hombre vive en un mundo no adecuado y presentarle un mensaje para redirigirse al paso del futuro inevitable. En este caso, convencer a los representantes de compañías, de cambiar y crear una actitud de diálogo (una UX: experiencia de usuario) con sus consumidores mediante la potencialidad de la red.
Al final me quedé con la impresión de estar en la iglesia Microsoft. No sé si sea bueno o malo eso de la Evangelización, creo que eso se puede medir la efectividad de la retórica en las ventas o en la actitud positiva hacia el producto. Es difícil cuando una compañía intenta abrirse después de muchos años de ser hermética ante un mundo que, al parecer se les fue de las manos.
Sobre el evento, puedo decir que fue de menos a más, que las venezolanas edecanes estaban como diosas, que el coctel se puso bueno, que me chingué a cuatro cabrones en el FIFA 08, que me entregaron rápido un gafete, que la planeación de temas fue inteligente, que puede ser perfectible para próximas ocasiones. Personalmente quiero agradecer a Mauricio Angulo por la invitación.
Ya es finde, ojalá se la pasen chido! =)
Nos vemos en el futuro.
miércoles, noviembre 21, 2007
COMING UP
[De Fondo: Paul McCartney - Coming Up]
Yo creí que sería una semana como las demás…
Con esto de que no tengo chamba, salgo pocas veces: realmente sólo lo hago los lunes, que es cuando voy a mi taller de novela, lo demás es un interrogante, la falta de dinero no me hace ver a mi novia en otro día que no sea un domingo.
El lunes vi una mariguanada de película llamada “Eros una vez María”, vamos, la película es tan mala que los mismos personales lo dicen. Es una película no lineal que raya en lo soft porno. Bueno, la peli es tan mala que aún está grabado esa línea de Diana Bracho: “El cine mexicano que es tan malito. Todas esas películas que hacen, llenas de sexo, de palabrotas… bueno, hasta de drogas.”
¿En dónde se ha visto que los mismos personajes denigren su propia película?
No he visto una película mexicana en meses y ésta fue desilucionante. Es feo ver que los directores se sienten artistas en un medio que requiere, antes que una pachequéz en 35mm, películas que toda la gente pueda ver… luego se quejan de que la gente no va a las salas.
En fin, ya espero mejor esa peli de Los Sultanes del Sur. Hasta se me enchina la piel de sólo ver el trailer!!!!
Ayer fue un día raro. Mi padre me levantó para que le busque en Internet una dirección de un restaurante y me pide que lo acompañe. Es sorprendente lo que he aprendido de Cuautitlán Izcalli, Satélite, Ixtapaluca, Tlalnepantla, Santa Mónica y Naucalpan gracias a mis visitas recurrentes: periférico, al menos en trayecto, ya no me es un territorio desconocido.
Hoy fuimos por los boletos de avión. Me levanté temprano y como pocas veces en la vida no titubeé en levantarme, bañarme y vestirme para ir por esos vales para un sueño.
Y lo que es mejor: mañana me invitaron a un evento en el centro, es temprano y va a requerir que vista con ropa de carácter. Ya les informaré en el próximo post…
Ah sí… Nos vemos en el futuro!
Yo creí que sería una semana como las demás…
Con esto de que no tengo chamba, salgo pocas veces: realmente sólo lo hago los lunes, que es cuando voy a mi taller de novela, lo demás es un interrogante, la falta de dinero no me hace ver a mi novia en otro día que no sea un domingo.
Coming up, yeah
Coming up, anyway
Coming up, like a flower
Coming up
Coming up, anyway
Coming up, like a flower
Coming up
El lunes vi una mariguanada de película llamada “Eros una vez María”, vamos, la película es tan mala que los mismos personales lo dicen. Es una película no lineal que raya en lo soft porno. Bueno, la peli es tan mala que aún está grabado esa línea de Diana Bracho: “El cine mexicano que es tan malito. Todas esas películas que hacen, llenas de sexo, de palabrotas… bueno, hasta de drogas.”
¿En dónde se ha visto que los mismos personajes denigren su propia película?
No he visto una película mexicana en meses y ésta fue desilucionante. Es feo ver que los directores se sienten artistas en un medio que requiere, antes que una pachequéz en 35mm, películas que toda la gente pueda ver… luego se quejan de que la gente no va a las salas.
En fin, ya espero mejor esa peli de Los Sultanes del Sur. Hasta se me enchina la piel de sólo ver el trailer!!!!
Ayer fue un día raro. Mi padre me levantó para que le busque en Internet una dirección de un restaurante y me pide que lo acompañe. Es sorprendente lo que he aprendido de Cuautitlán Izcalli, Satélite, Ixtapaluca, Tlalnepantla, Santa Mónica y Naucalpan gracias a mis visitas recurrentes: periférico, al menos en trayecto, ya no me es un territorio desconocido.
Hoy fuimos por los boletos de avión. Me levanté temprano y como pocas veces en la vida no titubeé en levantarme, bañarme y vestirme para ir por esos vales para un sueño.
Y lo que es mejor: mañana me invitaron a un evento en el centro, es temprano y va a requerir que vista con ropa de carácter. Ya les informaré en el próximo post…
Ah sí… Nos vemos en el futuro!
domingo, noviembre 18, 2007
VOLVIERON LAS MUSAS!
[De Fondo: Electric Light Orchestra - I'm Alive]
Así es, después de días de sequía creativa, de falta de disciplina y “lloriqueos” (esto último dicho por un blogstar por ahí: no puede estar más equivocado, por cierto), las musas volvieron, esta vez con el mejor regalo que uno puede recibir de ellas: la promesa de siempre regresar.
Tengo recuerdos vagos y difusos de cómo fue la primera vez que escuché de ellas: no sé si fue en un libro de español en primaria, en una película o en una conversación de un escritor famoso que se refería a su fuente de inspiración. Lo que recuerdo es sobre su mito: eran hijas de Zeus, que les gustaba pasearse por los bosques, buscando a los hombres con el fin de inspirarlos en las diversas artes antiguas: ya ven cómo eran los griegos de canijos que la inspiración tenía forma de mujer: antiguo misterio y necesidad.
Hay mucha gente que ve en cualquier tópico, suceso o persona (no lo limitemos al sexo opuesto o a los terrenos carnales) su fuente de inspiración. Aunque los verdaderos artistas (pinche gente que ni canta, ni actúa y se dice “artista”) recargan el peso de su obra e el trabajo y no en un rayo fulminante de lucidez y creatividad, sin duda esa genialidad momentánea son de esas sorpresas deseables, liberadoras y orgásmicas que existen, que nos permiten ser.
San Germán Dehesa (sí, por si alguien me quiere recalcar lo mocho que es, ni modo, no todos somos perfectos) por ahí de fines de los 80 decía que “de vez en cuando las musas son propicias y nos envían las palabras precisas, las cadencias adecuadas, los tiempos correctos, los silencias pertinentes”. Por su parte Guillermo, mi profe de taller de novela, nos sugería crear un rito para atraer a las musas, es decir, hábitos para hacernos un tiempo y espacio para escribir; también para alienar esa actividad a nuestra vida diaria (aquí usó un muy buen texto de Donald Murray).
Hace unos días recordé la primera vez que las musas llegaron a mi vida, en mi niñez, cuando prometieron que me inspirarían, que me darían ideas para compartir con mi familia, mis amigos, al mundo entero. Esto fue lo que vi:
Sí, me gustó mucho Xanadu (aunque en Vh1 vi quién sabe que día la peli y ya no me latió tanto), sobretodo Olivia Newton John en patines: locamente inspirador.
Ellas han vuelto!!! xD
Nos vemos en el futuro.
Así es, después de días de sequía creativa, de falta de disciplina y “lloriqueos” (esto último dicho por un blogstar por ahí: no puede estar más equivocado, por cierto), las musas volvieron, esta vez con el mejor regalo que uno puede recibir de ellas: la promesa de siempre regresar.
Tengo recuerdos vagos y difusos de cómo fue la primera vez que escuché de ellas: no sé si fue en un libro de español en primaria, en una película o en una conversación de un escritor famoso que se refería a su fuente de inspiración. Lo que recuerdo es sobre su mito: eran hijas de Zeus, que les gustaba pasearse por los bosques, buscando a los hombres con el fin de inspirarlos en las diversas artes antiguas: ya ven cómo eran los griegos de canijos que la inspiración tenía forma de mujer: antiguo misterio y necesidad.
Hay mucha gente que ve en cualquier tópico, suceso o persona (no lo limitemos al sexo opuesto o a los terrenos carnales) su fuente de inspiración. Aunque los verdaderos artistas (pinche gente que ni canta, ni actúa y se dice “artista”) recargan el peso de su obra e el trabajo y no en un rayo fulminante de lucidez y creatividad, sin duda esa genialidad momentánea son de esas sorpresas deseables, liberadoras y orgásmicas que existen, que nos permiten ser.
San Germán Dehesa (sí, por si alguien me quiere recalcar lo mocho que es, ni modo, no todos somos perfectos) por ahí de fines de los 80 decía que “de vez en cuando las musas son propicias y nos envían las palabras precisas, las cadencias adecuadas, los tiempos correctos, los silencias pertinentes”. Por su parte Guillermo, mi profe de taller de novela, nos sugería crear un rito para atraer a las musas, es decir, hábitos para hacernos un tiempo y espacio para escribir; también para alienar esa actividad a nuestra vida diaria (aquí usó un muy buen texto de Donald Murray).
Hace unos días recordé la primera vez que las musas llegaron a mi vida, en mi niñez, cuando prometieron que me inspirarían, que me darían ideas para compartir con mi familia, mis amigos, al mundo entero. Esto fue lo que vi:
Sí, me gustó mucho Xanadu (aunque en Vh1 vi quién sabe que día la peli y ya no me latió tanto), sobretodo Olivia Newton John en patines: locamente inspirador.
Ellas han vuelto!!! xD
Nos vemos en el futuro.
viernes, noviembre 16, 2007
LAS COSAS QUE AHORITA ECHO DE MENOS...
[De Fondo: Zombies - Time of the Season]
Extraño trabajar. Sí, aunque alguien que usualmente llegaba aquí y se había robado mi corazón, decía que sólo me la pasaba quejándome de mi trabajo, es lo más chido que he tenido hasta el momento: a10 minutos de casa, sueldo íntegro sin pagar gasolina, pasajes o inclusive comida, trabajo ligero e Internet gratis sin que te bloqueen el mensajero. Extraño ser útil en esta vida…
Extraño ir a un Starbucks. Sí, el vicio que originalmente heredé de mi amiga Marysoul. Creo que me acostumbré a esa leche liconsa de cuarenta pesos como diría mi amiga Perla, y aunque no le guste como a mi amiga Marbella, la última vez que pisé uno y probé un caramel machiato fue con mi ahora novia Minerva.
Extraño el cine. Creo que perderé mi tarjeta dorada de Cinemex este año si ya no sigo yendo. Extraño comprar mi boleto, hacer fila cuando se me olvida que no debo hacerla, comprar mi combo nachos y degustarlo con mi glotonería acostumbrada, sentarme en las filas de hasta atrás, al centro, con gente, sin gente, de mañana, de noche, en un cumpleaños todo el día, con los amigos o solito, pero vivir la experiencia una vez más.
Extraño esas noches de chela. Sí, las extraño, ya sea dando el roll con mi mejor amigo Leonardo, con la banda del DFlickr, con los amigos de los blogs, esas reuniones que hacía el puto ecuatoriano ese en Coyoacán, cantar en las cantinas en el Centro, aquello encuentros post etílicos.
Extraño Sex & the City. Sí, Extraño que pasen en la tele una serie tan inteligente y divertida, no puedo esperar a que ya esté la peli. Extraño que mi DVD funcione como debe para ver esas temporadas y reírme con mi amor platónico Carrie Bradshaw o a Samatha Jones y sus amigas. Ni Entourage o Nip/Tuck me emocionan tanto como la serie más cosmo…
Extraño visitar todos esos lugares. La Roma, la Condesa, Coyoacán, el Centro Histórico, Satélite: los lugares favoritos del corazón, donde parece que las cosas suceden. Parece que los recuerdos se quedaron tatuados en esos sitios, no puedo creer que haya forjado los últimos años de mi vida tan lejos de casa, en donde lo único que sopla es el viento.
Extraño música en vivo. Quiero ir a un concierto, todas mis posibilidades de ir a uno se fueron al averno al estar desempleado. Así sin dinero me he perdido de Daft Punk, Travis, Soda Stereo, Los fancy free y muchos otros que me perderé. En fin, solo me queda la resignación.
Extraño a los amigos. Con los que salía hace meses, con los que me pasaba platicando hasta la madrugada en el Messenger, los que me escuchan, los que me soportan, a quienes hago que se caguen de la risa, con los que caminaba por las calles, con los que tomaba fotos, con los que cantaba en la lluvia y brindaba al atardecer.
Extraño escribir poemas. Las canciones me dicen que dejé de hacerlo hace un buen rato…
Extraño a mi novia, que desde la semana pasada no he visto más que en el Internet.
Extraño escribir más: más post, mejores post, no estar bloqueado con la novela, la emoción que produce golpear con los dedos el teclado, la respuesta y retroalimentación que lograba hace años.
Extraño muchas cosas, pero me he dado cuenta que, al extrañar todo esto, lo único que realmente llego a extrañar es a mí mismo.
Nos vemos en el futuro.
Extraño trabajar. Sí, aunque alguien que usualmente llegaba aquí y se había robado mi corazón, decía que sólo me la pasaba quejándome de mi trabajo, es lo más chido que he tenido hasta el momento: a10 minutos de casa, sueldo íntegro sin pagar gasolina, pasajes o inclusive comida, trabajo ligero e Internet gratis sin que te bloqueen el mensajero. Extraño ser útil en esta vida…
Extraño ir a un Starbucks. Sí, el vicio que originalmente heredé de mi amiga Marysoul. Creo que me acostumbré a esa leche liconsa de cuarenta pesos como diría mi amiga Perla, y aunque no le guste como a mi amiga Marbella, la última vez que pisé uno y probé un caramel machiato fue con mi ahora novia Minerva.
Extraño el cine. Creo que perderé mi tarjeta dorada de Cinemex este año si ya no sigo yendo. Extraño comprar mi boleto, hacer fila cuando se me olvida que no debo hacerla, comprar mi combo nachos y degustarlo con mi glotonería acostumbrada, sentarme en las filas de hasta atrás, al centro, con gente, sin gente, de mañana, de noche, en un cumpleaños todo el día, con los amigos o solito, pero vivir la experiencia una vez más.
Extraño esas noches de chela. Sí, las extraño, ya sea dando el roll con mi mejor amigo Leonardo, con la banda del DFlickr, con los amigos de los blogs, esas reuniones que hacía el puto ecuatoriano ese en Coyoacán, cantar en las cantinas en el Centro, aquello encuentros post etílicos.
Extraño Sex & the City. Sí, Extraño que pasen en la tele una serie tan inteligente y divertida, no puedo esperar a que ya esté la peli. Extraño que mi DVD funcione como debe para ver esas temporadas y reírme con mi amor platónico Carrie Bradshaw o a Samatha Jones y sus amigas. Ni Entourage o Nip/Tuck me emocionan tanto como la serie más cosmo…
Extraño visitar todos esos lugares. La Roma, la Condesa, Coyoacán, el Centro Histórico, Satélite: los lugares favoritos del corazón, donde parece que las cosas suceden. Parece que los recuerdos se quedaron tatuados en esos sitios, no puedo creer que haya forjado los últimos años de mi vida tan lejos de casa, en donde lo único que sopla es el viento.
Extraño música en vivo. Quiero ir a un concierto, todas mis posibilidades de ir a uno se fueron al averno al estar desempleado. Así sin dinero me he perdido de Daft Punk, Travis, Soda Stereo, Los fancy free y muchos otros que me perderé. En fin, solo me queda la resignación.
Extraño a los amigos. Con los que salía hace meses, con los que me pasaba platicando hasta la madrugada en el Messenger, los que me escuchan, los que me soportan, a quienes hago que se caguen de la risa, con los que caminaba por las calles, con los que tomaba fotos, con los que cantaba en la lluvia y brindaba al atardecer.
Extraño escribir poemas. Las canciones me dicen que dejé de hacerlo hace un buen rato…
Extraño a mi novia, que desde la semana pasada no he visto más que en el Internet.
Extraño escribir más: más post, mejores post, no estar bloqueado con la novela, la emoción que produce golpear con los dedos el teclado, la respuesta y retroalimentación que lograba hace años.
Extraño muchas cosas, pero me he dado cuenta que, al extrañar todo esto, lo único que realmente llego a extrañar es a mí mismo.
Nos vemos en el futuro.
lunes, noviembre 12, 2007
PENSANDO EN EL MAR...
[De Fondo: Ely Guerra - Mi playa]
Hace un año la cagué…
Si existe un lector que haya sobrevivido a un año de estupideces mías (que agradezco con toda el alma que sigan conmigo, aunque no comenten) sabe que me perdí de un viaje a Oaxaca porque estaba trabajando y al mismo tiempo estudiando un diplomado que abandoné un mes después. No quise ir, el finde no lo aproveché (se fueron tres días como uno), mientras que mi padre y co, se la pasaban bomba.
Cuando me contaron cómo se la pasaron, si me sentí muy del nabo…
Mi primer amor es el mar: la primera vez que lo vi, no pude sino más que amarlo en todos los sentidos. Sentir mis pies en la arena y esa sensación fría de la ola que me limpiaba. Los amaneceres, atardeceres e inclusive la luna reflejada no es más que poesía en mis ojos. A veces pienso que la brisa que acaricia mi piel es una correspondencia a ese sentimiento que desde hace mucho llevo.
Tampoco puedo negar que me encantan las extranjeras, que abundan por montones en aquellos lugares: portuguesas, francesas, italianas, holandesas y –locas pero ahí están- gringas. Amo playa del Carmen porque hay cada cuero europeo, mientras que en Los Cabos hay a madres de gringas locas. A pesar de tanta calidad de féminas, las más amables son las nacionales –casi en su totalidad las que trabajan en el hotel- con las que se puede hablar, cagarte de la risa e, inclusive, fajar.
Otra de las cosas que amo es volar. Oh sí, mi padre lo odia . Esa sensación de vacío en el despegue lo pone nervioso, por eso siempre me quedo en ventanilla para ver el cielo, la ciudad desde arriba y para entrar en un limbo chido en el que, en vez de pensar en lo peor, llego a altos niveles de relajación que no consigo en ningún otro lugar.
En esta ocasión la mala noticia es que uno de mis tíos, el de peor carácter, es el que va a ser en quinto malo. En fin, trataré de no pelarlo y de disfrutar mi viaje. Yo sabía que iba a regresar, no en las circunstancias que me gustarían (sólo, con un cuate o con mi pareja), pero lo que queda es disfrutar de esas cosas que adoro. En fin, en otra ocasión me iré a mi gusto, con mi lana y toda la libertad del mundo.
Todavía falta un mes, así que desde ahorita me puedo poner a soñar…
Y tengo que darle estructura a mi novela, hacerle los cambios pertinentes, hacer algo de ejercicio, organizar lo que me queda de mi vida y seguir luchando por encontrar un trabajo que reactive los vicios que ya extraño (comprar, ir al cine, al starbucks y a chelear con la banda).
Nos vemos en el futuro.
Hace un año la cagué…
Si existe un lector que haya sobrevivido a un año de estupideces mías (que agradezco con toda el alma que sigan conmigo, aunque no comenten) sabe que me perdí de un viaje a Oaxaca porque estaba trabajando y al mismo tiempo estudiando un diplomado que abandoné un mes después. No quise ir, el finde no lo aproveché (se fueron tres días como uno), mientras que mi padre y co, se la pasaban bomba.
Cuando me contaron cómo se la pasaron, si me sentí muy del nabo…
Mi primer amor es el mar: la primera vez que lo vi, no pude sino más que amarlo en todos los sentidos. Sentir mis pies en la arena y esa sensación fría de la ola que me limpiaba. Los amaneceres, atardeceres e inclusive la luna reflejada no es más que poesía en mis ojos. A veces pienso que la brisa que acaricia mi piel es una correspondencia a ese sentimiento que desde hace mucho llevo.
Tampoco puedo negar que me encantan las extranjeras, que abundan por montones en aquellos lugares: portuguesas, francesas, italianas, holandesas y –locas pero ahí están- gringas. Amo playa del Carmen porque hay cada cuero europeo, mientras que en Los Cabos hay a madres de gringas locas. A pesar de tanta calidad de féminas, las más amables son las nacionales –casi en su totalidad las que trabajan en el hotel- con las que se puede hablar, cagarte de la risa e, inclusive, fajar.
Otra de las cosas que amo es volar. Oh sí, mi padre lo odia . Esa sensación de vacío en el despegue lo pone nervioso, por eso siempre me quedo en ventanilla para ver el cielo, la ciudad desde arriba y para entrar en un limbo chido en el que, en vez de pensar en lo peor, llego a altos niveles de relajación que no consigo en ningún otro lugar.
En esta ocasión la mala noticia es que uno de mis tíos, el de peor carácter, es el que va a ser en quinto malo. En fin, trataré de no pelarlo y de disfrutar mi viaje. Yo sabía que iba a regresar, no en las circunstancias que me gustarían (sólo, con un cuate o con mi pareja), pero lo que queda es disfrutar de esas cosas que adoro. En fin, en otra ocasión me iré a mi gusto, con mi lana y toda la libertad del mundo.
Todavía falta un mes, así que desde ahorita me puedo poner a soñar…
Y tengo que darle estructura a mi novela, hacerle los cambios pertinentes, hacer algo de ejercicio, organizar lo que me queda de mi vida y seguir luchando por encontrar un trabajo que reactive los vicios que ya extraño (comprar, ir al cine, al starbucks y a chelear con la banda).
Nos vemos en el futuro.
sábado, noviembre 10, 2007
YO MAMÓN
[De Fondo: Elton John - But Not for Me]
Abandoné a Carlos Fuentes por Germán Dehesa.
No puedo creer que La región más transparente sea un libro que no va a ninguna parte, que por esas ansias de retratar la ciudad termine no contando algo, que me saca un lenguaje para mí inverosímil, en cada estrato social que intenta tocar. Tan aburrido, tan intrascendente, tantos personajes metidos a lo wey, demasiado debraye estúpido, no logra retenerme como lector y lo más seguro es, que si deseo terminar ese maldito libro de 500 páginas de martirio, no quede de otra que leerlo en las noches de insomnio.
En fin, debe tener cosas mejores en su carrera, digo, por algo cobra un chingo de lana por conferencia y cada reseña que leo de él es que el tipo renovó la literatura hispanoamericana. De veras respeto a los que les guste su forma de escribir pero, esta vez conmigo no pudo…
En cambio, agarro un libro que compré el mismo día que el de Fuentes, uno que ni plástico tenía, que por el título parece de temática amorosa, aunque leyendo después la contraportada supe que era política (que es un tema que odio con odio jarocho) pero que ya al estar leyendo Fallaste corazón, es la historia de Dehesa detrás de la Historia de México en la etapa de Carlos Salinas.
Si bien respetaba gran parte de sus columnas que he leído en Reforma (no soy suscriptor, pero cuando estaba en las prácticas mi jefe lo leía –esa jalada de sección para los amantes del vino- y yo le echaba también un ojo), alguna presentación musical que hacía con su mujer, sé que es un tipo que te contagia de su vida, ergo, de su diversión. Rápido engancha por su lenguaje poco pretencioso, ameno con tintes coloquiales que lo hacen digerible, pero no superfluo, por lo que te puede contar de la política nacional de la misma manera que de su familia o amistades.
Divertidísimo, creo que debería seguir leyendo más cosas de este tipo, creo que es del tipo de Juan Villoro, que hablan como escriben y aun así rulean.
Sí, se que han leído esta parte, quizá como muchas de este blog y dirán de mí: “este wey no es sino un mamón” y sí, lo acepto: soy un mamón. Es uno de mis defectos más grandes, como el ser demasiado impulsivo, hiriente, distraído, exagerado, malhablado y a veces imprudente. De alguna u otra manera los que más aprecio han sufrido, directa o indirectamente de mi mamonería, también los que me tiran mal pedo.
¡Qué feo es ser así! –Diría mi madre.
Trataré de no ser mamón, aunque de repente si hay personas que sacan ese lado oscuro de mi personalidad y está mal, porque me falla esa cosa llamada autocontrol. Es que, aparte de este post, me aventé un comentario bien mamón a unos tipos que me hicieron una mala crítica (mala no por negativa sino por burda y poco propositiva) y sí me vi ganador del evenflo de oro, me cae.
Creo que deberé de aprender de Dehesa a no ser tan mamila al escribir. También a ser más tolerante, como muchos de los que quiero lo son conmigo.
Nos vemos en el futuro.
Abandoné a Carlos Fuentes por Germán Dehesa.
No puedo creer que La región más transparente sea un libro que no va a ninguna parte, que por esas ansias de retratar la ciudad termine no contando algo, que me saca un lenguaje para mí inverosímil, en cada estrato social que intenta tocar. Tan aburrido, tan intrascendente, tantos personajes metidos a lo wey, demasiado debraye estúpido, no logra retenerme como lector y lo más seguro es, que si deseo terminar ese maldito libro de 500 páginas de martirio, no quede de otra que leerlo en las noches de insomnio.
En fin, debe tener cosas mejores en su carrera, digo, por algo cobra un chingo de lana por conferencia y cada reseña que leo de él es que el tipo renovó la literatura hispanoamericana. De veras respeto a los que les guste su forma de escribir pero, esta vez conmigo no pudo…
En cambio, agarro un libro que compré el mismo día que el de Fuentes, uno que ni plástico tenía, que por el título parece de temática amorosa, aunque leyendo después la contraportada supe que era política (que es un tema que odio con odio jarocho) pero que ya al estar leyendo Fallaste corazón, es la historia de Dehesa detrás de la Historia de México en la etapa de Carlos Salinas.
Si bien respetaba gran parte de sus columnas que he leído en Reforma (no soy suscriptor, pero cuando estaba en las prácticas mi jefe lo leía –esa jalada de sección para los amantes del vino- y yo le echaba también un ojo), alguna presentación musical que hacía con su mujer, sé que es un tipo que te contagia de su vida, ergo, de su diversión. Rápido engancha por su lenguaje poco pretencioso, ameno con tintes coloquiales que lo hacen digerible, pero no superfluo, por lo que te puede contar de la política nacional de la misma manera que de su familia o amistades.
Divertidísimo, creo que debería seguir leyendo más cosas de este tipo, creo que es del tipo de Juan Villoro, que hablan como escriben y aun así rulean.
Sí, se que han leído esta parte, quizá como muchas de este blog y dirán de mí: “este wey no es sino un mamón” y sí, lo acepto: soy un mamón. Es uno de mis defectos más grandes, como el ser demasiado impulsivo, hiriente, distraído, exagerado, malhablado y a veces imprudente. De alguna u otra manera los que más aprecio han sufrido, directa o indirectamente de mi mamonería, también los que me tiran mal pedo.
¡Qué feo es ser así! –Diría mi madre.
Trataré de no ser mamón, aunque de repente si hay personas que sacan ese lado oscuro de mi personalidad y está mal, porque me falla esa cosa llamada autocontrol. Es que, aparte de este post, me aventé un comentario bien mamón a unos tipos que me hicieron una mala crítica (mala no por negativa sino por burda y poco propositiva) y sí me vi ganador del evenflo de oro, me cae.
Creo que deberé de aprender de Dehesa a no ser tan mamila al escribir. También a ser más tolerante, como muchos de los que quiero lo son conmigo.
Nos vemos en el futuro.
jueves, noviembre 08, 2007
DE CRÍTICAS...
[De Fondo: Soda Stereo - Tratame Suavemente]
El lunes me quedé de ver un tipo que va conmigo al taller, es un ruquito que es arquitecto, quería revisar lo que llevo de mi novela y ayudarme a capitalizar la idea esta, que a todos en la clase los tiene en expectación: no sabía que Mauricio Garcés me diera la atención de gente, sobretodo mayor, que es la que abunda en el taller.
El arquitecto me pasó material de otros talleres en los que él ha estado y corrigió el primer capítulo que le imprimí y que estaba en línea (sí, ya lo retiré y lo reescribiré todo). Me hizo observaciones importantes, pero lo que no me gustó fue que le quisiera dar un rumbo diferente a la historia del que yo había planteado y “como ejemplo” haya reescrito el comienzo del primer capítulo. Qué les puedo decir, soy un tipo muy celoso con mis cosas.
Prometí considerar algunas cosas pero sin duda lo escribiré yo a mi manera.
Ya envié mi ejercicio de metatextos, después de un buen rato me decidí a escribir un poco, mandando a la chingada a la “crítica”. En Posdata, Octavio Paz decía que la crítica es una invitación a la acción ya que nos posibilitaba liberarnos: si bien una crítica que ayude al desarrollo puede mostrarnos verdades que nosotros no alcanzamos a ver, una grosería corta cualquier comunicación y hace burdo lo que podría ser constructivo.
Creo que la crítica (aunque sea dura) que nos hace reflexionar cosas que no somos capaces de ver, ya sea por descuido o pendejez, es la que nos ayuda a mejorar y la que es digna de aceptar. Lo demás me repugna y me hace pensar que algunas personas están enfermas y que sus enfermedades o frustraciones propias necesitan vomitarlas sobre alguien.
La crítica de una amiga me hizo meterme a un taller, las críticas de mis padres me traen finto pero de todos modos me han orillado a hacer cosas, ésta crítica a mi “novela” por parte del arquitecto me ha obligado a replantear cosas, otras me han llevado a tomar decisiones diferentes en la vida: la crítica me ha levantado tanto como me ha tirado. Es difícil soportarla pero creo que quizá es un dolor parecido al de crecer...
... o igual me madreaba a críticos o jueces que están en los reality shows, una de dos. :P
Hablando de críticas, a las que sí les ha ido del nabo es la las del concurso de piernas del big blogger: ni modo, a eso se expone uno. Eso sí que ricas piernas de algunas de las participantes, si no tuviera novia ya le estaría tirando la onda a más de una jejejejejejejeje. Ya me conocen cómo soy de coqueto. ;-)
Nos vemos en el futuro.
El lunes me quedé de ver un tipo que va conmigo al taller, es un ruquito que es arquitecto, quería revisar lo que llevo de mi novela y ayudarme a capitalizar la idea esta, que a todos en la clase los tiene en expectación: no sabía que Mauricio Garcés me diera la atención de gente, sobretodo mayor, que es la que abunda en el taller.
El arquitecto me pasó material de otros talleres en los que él ha estado y corrigió el primer capítulo que le imprimí y que estaba en línea (sí, ya lo retiré y lo reescribiré todo). Me hizo observaciones importantes, pero lo que no me gustó fue que le quisiera dar un rumbo diferente a la historia del que yo había planteado y “como ejemplo” haya reescrito el comienzo del primer capítulo. Qué les puedo decir, soy un tipo muy celoso con mis cosas.
Prometí considerar algunas cosas pero sin duda lo escribiré yo a mi manera.
Ya envié mi ejercicio de metatextos, después de un buen rato me decidí a escribir un poco, mandando a la chingada a la “crítica”. En Posdata, Octavio Paz decía que la crítica es una invitación a la acción ya que nos posibilitaba liberarnos: si bien una crítica que ayude al desarrollo puede mostrarnos verdades que nosotros no alcanzamos a ver, una grosería corta cualquier comunicación y hace burdo lo que podría ser constructivo.
Creo que la crítica (aunque sea dura) que nos hace reflexionar cosas que no somos capaces de ver, ya sea por descuido o pendejez, es la que nos ayuda a mejorar y la que es digna de aceptar. Lo demás me repugna y me hace pensar que algunas personas están enfermas y que sus enfermedades o frustraciones propias necesitan vomitarlas sobre alguien.
La crítica de una amiga me hizo meterme a un taller, las críticas de mis padres me traen finto pero de todos modos me han orillado a hacer cosas, ésta crítica a mi “novela” por parte del arquitecto me ha obligado a replantear cosas, otras me han llevado a tomar decisiones diferentes en la vida: la crítica me ha levantado tanto como me ha tirado. Es difícil soportarla pero creo que quizá es un dolor parecido al de crecer...
... o igual me madreaba a críticos o jueces que están en los reality shows, una de dos. :P
Hablando de críticas, a las que sí les ha ido del nabo es la las del concurso de piernas del big blogger: ni modo, a eso se expone uno. Eso sí que ricas piernas de algunas de las participantes, si no tuviera novia ya le estaría tirando la onda a más de una jejejejejejejeje. Ya me conocen cómo soy de coqueto. ;-)
Nos vemos en el futuro.
domingo, noviembre 04, 2007
Y DÓNDE ESTÁN LAS MUSAS?
[De Fondo: Giant Drag - Wicked Game]
No sé dónde están, sólo sé que no he podido escribir algo decente desde hace dos semanas, digo, el meme de mi novia me salvó una semana y pude practicar mi sarcasmo. Aunque todo mundo creyó que mi más grande deseo era ser un blogstar; pero no, lo repito: era un ejercicio de la imaginación, más bien una burla a todos los que entran en la categoría, algunos amigos, otros dignos de mi admiración y otros que me desconcierta su “popularidad”.
Es irónica esta carencia de letras justo cuando en estos momentos debería escribir mucho más, lo cual también es frustrante. En estos momentos no debería pasarme, no he hecho ejercicios en metatextos, no escribo en mi blog y mi “novela” espera a que le de una buena revisada y siga escribiendo en ella.
Podría explicar diferentes causas a este hecho pero aún no soluciono o visualizo salida al problema. Mi primera justificación sería que he dejado que otras obsesiones ocupen el lugar de escribir, por ejemplo: los videojuegos. Me absorbe mucho el juego de fútbol, mi obsesión por hacer al equipo real me lleva a jugar horas consecutivas con mi xbox hasta que puedo comprar nuevos jugadores… ese viejo vicio regresó.
Otra es que duermo demasiado tarde, volvía esos días en los que no salía de casa, me levantaba a medio día y me acostaba a las 4 am (si alguien sufre lo que yo, mi Messenger –losurbanos- y el Skype –eltlalocman- están a su entera disposición para la chacoteada nocturna). Mis obsesiones nocturnas se han volcado hacia el iutuv y cada día encuentro nuevas suscripciones a videos de fútbol, de literatura, de compañías disqueras, de gente interesante… y así se ha materializado mis desvelos.
Y lo más preocupante es que tengo poco de qué escribir: casi no salgo, casi siempre platico con los cuates de lo que me pasa o cómo voy con mi novia (el jueves cumplimos un mes) y eso ya no lo he publicado por aquí. Me he puesto a hacer los podcast de la hora del café pero me ha dado hueva postearlos aquí o subirlos a mi página en podomatic. No salgo mucho a la calle y no tengo dinero, mi vida (trolls o “banda-que-no-me-quiere”: se las pongo de a pechito) no es precisamente lo más interesante del mundo, no hay más que levantarme, pensar, jugar, conversar, a veces ver a mi novia y querernos; no soy como los que me burlé en el post pasado.
Casi siempre, en mi batalla contra la terrible hoja en blanco me echan la mano las musas, que casi siempre las encuentro en la música, en el evento interesante a relatar, a la pasión de golpear las teclas del monitor, en el logro, en la declaración de mis intenciones (cualesquiera que sean) al mundo, en el chispazo del momento y el la visualización del futuro. Hoy hay poco o nada de eso en mi vida: las musas otra vez me abandonaron.
Creo que extrañaré momentos como estos para escribir, sin presiones, sin trabajo y con excesivo tiempo. En fin, solo me queda darle valor y tiempo a cada cosa y… escribir, sólo eso: escribir.
Nos vemos en el futuro.
No sé dónde están, sólo sé que no he podido escribir algo decente desde hace dos semanas, digo, el meme de mi novia me salvó una semana y pude practicar mi sarcasmo. Aunque todo mundo creyó que mi más grande deseo era ser un blogstar; pero no, lo repito: era un ejercicio de la imaginación, más bien una burla a todos los que entran en la categoría, algunos amigos, otros dignos de mi admiración y otros que me desconcierta su “popularidad”.
Es irónica esta carencia de letras justo cuando en estos momentos debería escribir mucho más, lo cual también es frustrante. En estos momentos no debería pasarme, no he hecho ejercicios en metatextos, no escribo en mi blog y mi “novela” espera a que le de una buena revisada y siga escribiendo en ella.
Podría explicar diferentes causas a este hecho pero aún no soluciono o visualizo salida al problema. Mi primera justificación sería que he dejado que otras obsesiones ocupen el lugar de escribir, por ejemplo: los videojuegos. Me absorbe mucho el juego de fútbol, mi obsesión por hacer al equipo real me lleva a jugar horas consecutivas con mi xbox hasta que puedo comprar nuevos jugadores… ese viejo vicio regresó.
Otra es que duermo demasiado tarde, volvía esos días en los que no salía de casa, me levantaba a medio día y me acostaba a las 4 am (si alguien sufre lo que yo, mi Messenger –losurbanos- y el Skype –eltlalocman- están a su entera disposición para la chacoteada nocturna). Mis obsesiones nocturnas se han volcado hacia el iutuv y cada día encuentro nuevas suscripciones a videos de fútbol, de literatura, de compañías disqueras, de gente interesante… y así se ha materializado mis desvelos.
Y lo más preocupante es que tengo poco de qué escribir: casi no salgo, casi siempre platico con los cuates de lo que me pasa o cómo voy con mi novia (el jueves cumplimos un mes) y eso ya no lo he publicado por aquí. Me he puesto a hacer los podcast de la hora del café pero me ha dado hueva postearlos aquí o subirlos a mi página en podomatic. No salgo mucho a la calle y no tengo dinero, mi vida (trolls o “banda-que-no-me-quiere”: se las pongo de a pechito) no es precisamente lo más interesante del mundo, no hay más que levantarme, pensar, jugar, conversar, a veces ver a mi novia y querernos; no soy como los que me burlé en el post pasado.
Casi siempre, en mi batalla contra la terrible hoja en blanco me echan la mano las musas, que casi siempre las encuentro en la música, en el evento interesante a relatar, a la pasión de golpear las teclas del monitor, en el logro, en la declaración de mis intenciones (cualesquiera que sean) al mundo, en el chispazo del momento y el la visualización del futuro. Hoy hay poco o nada de eso en mi vida: las musas otra vez me abandonaron.
¿Dónde están?
Creo que extrañaré momentos como estos para escribir, sin presiones, sin trabajo y con excesivo tiempo. En fin, solo me queda darle valor y tiempo a cada cosa y… escribir, sólo eso: escribir.
Nos vemos en el futuro.
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