[De fondo: Bob Marley – Waiting in Vain]
Déjeme contarles una historia de un pobre desempleado, que sí, era medio huevón y que, con la suerte que ha tenido toda su vida, suena su telefono celular: es aquel periódico que por medio de un correo electrónico lleno de faltas de ortografía, gentilmente lo mandaran a la chingada para un curso al que quería entrar. La encargada le ofreció un empleo de reportero de la sección de Justicia de si Diario y le pidió que fuera el lunes a una entrevista.
Nuestro querido héroe se sintió emocionado porque… ¿A quién demonios le hablan para ofrecerle un trabajo? Ese día era viernes, así que durante el fin de semana guardó silencio según “para no cebarlo” y sólo lo sabían sus padres, que hicieron el mismo voto. Ese día domingo en la noche, el pobre desempleado no pudo dormir; sin embargo pudo despertarse a tiempo para ir a su destino, a pesar del tráfico, de los llamados de la naturaleza y del pinche metro que se quedaba un buen de minutos varado.
Al llegar a las oficinas del diario empezó uno de los días más largos de su vida: llenó una solicitud, hizo un examen de ortografía, después una entrevista, y después estuvo parado frente a la computadora realizando unos cuatro exámenes más, uno de conocimientos, uno sobre una agenda, otro sobre hacer una nota y uno más de reconocer gente en fotografías.
Según la reclutadora (de esas mujeres que parecen más niñas y que su cuerpo jamás se desarrollará como debe) le dijo que tendría los resultados la semana que viene; pero nuestro héroe, desconfiado de esos güeyes que ya se la habían aplicado una vez (se tardaron tres meses en decirle que no entraba al dichoso curso), pensó que sería la última vez que volvería a ese lugar… al menos eso pensó él.
Hoy, cuando andaba nuestro desempleado en su hábitat natural, volvió a sonar su teléfono celular: era la reclutadora…
Le comunicó a nuestro héroe que tenía que presentarse el día de mañana, porque EL EXÁMEN QUE LE DIERON NO ERA EL QUE DEBÍA DE CONTESTAR, Y QUE SI PODÍA PRESENTARSE A LAS 11 AM. De inmediato, su primera reacción fue pensar en mandarla a la chingada, pero como todo desempleado que se digne de serlo, necesitaba el empleo para dejar su hábitat natural y meterse al ambiente laboral.
Unos momentos después, él estaba un poco molesto por la situación, la pendeja de la secretaria me había dado un examen que no debió contestar y debía ir otra vez a las méndigas oficinas. Pero, cuando le cayó el veinte que mañana es el partido de la selección a las 9 AM, SE PUSO COLÉRICO Y SE LAS MENTÓ A ESAS VIEJAS CON UNA IMPOTENCIA JAMÁS CONOCIDA EN EL POBRE DESEMPLEADO!!!!!!!!!!!!!!
Y así, con un encabronamiento interno y con el Emputadísimo Mood, nuestro amigo prepara en estos momentos sus cosas para ir de nuevo, a perder el tiempo a un lugar dónde, según él, no tiene posibilidades de que lo contraten, ya que piensan que lo traen como vil calzón de puta… para que al final le digan: “Lo siento, por el momento está llena la vacante, pero tenemos sus datos y cuando haya otra lo tomaremos en cuenta”.
Así, el pobre desempleado, después de desahogarse en su blog, se dispone a ir el día siguiente al periódico, a perderse gran parte del partido México vs Portugal y a contestar sabe Díos qué otros exámenes, mientras su tiempo se desperdicia entre las pendejadas de gente que no te dará nada a cambio.
¿Estarán difíciles los exámenes que hará nuestro héroe?
¿Terminará mentándoles la madre a los del periódico por hacerle perder el tiempo?
¿Ganará México ante Portugal para evitar seguramente a Argentina?
Y la más importante de todas…
¿Gerson el Tlalocman dejará de ser un pobre desempleado, hijo de la mala vida?
Ojalá no continuara…
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