El día de ayer fue un día horrososo en verdad, creo que en ese día odié estar enfermo como nunca antes. Para empezar me costó un buen de trabajo levantarme de mi cama, al lograrlo, tenía un cansancio comparado al que te da cuando has tarabajo un día completo sin descansar, me parecía raro porque antier no había hecho nada.
Estaba tan cansado que no pude ni ir a mi clase de baile, ni a la inaguración de un puesto de comida casera (una de las locuras de mi mamá) y me tuve que hacer unos huevos que me supieron bien pinches, parecía que la medicina no me hacía efecto, me recosté en mi cama que me había costado un buen de trabajo tender.
Despues la gripa me sorprendió y tuve que tener a la mano una caja de
pañuelos, todo el día vestido con un pans azul, pero con el cabello despeinado y sin rasurmarme, más bien me parecía a Jorge Arvizu "El Tata" con cuarenta años menos, con una cara grasosa y un aspecto desagradable por cierto.
Hoy me siento mejor, pero el día de ayer fue un día desperdiciado, hace algunos años yo hubiese rebosado de felcidad por un día de estos; sin embargo ya no sentí a gusto con no hacer nada, ni ganas tuve de encender la computadora, creo que eso es bueno, estoy cambiando para ser una persona productiva.
En estos momentos estoy escuchando Virtual Insanity De Jamiroquai, me siento bien, terminará este post, me iré a bañar, tomaré dos horas de baile, tratando de reponer el día de ayer; comeré chidísimo en la concina de mi madre, veré el partido de la selección mexicana, compraré un comic que me gusta: creo que el día no pinta nada mal.
Saludos a los incautos que lean este blog.
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