Ana se fue más temprano, me dijo que tenía que ir a trabajar…
Bueno, así me levanté, me bañé en chinga y desayuné aún más rápido. Afortunadamente ayer en la noche le puse gasolina al tlalocmóvil y me dirigí hacia Circuito. Como era muy temprano casi no había tráfico. Todo cambió cuando llegué a Reforma, a la altura del museo de antropología. Me quedo contemplando unos instantes a la piedra del dios azteca mientras avanza la fila lentamente.
Un micro y un particular habían chocado, nada raro, he visto esa escena al menos seis veces en lo que va del año y agradecí salir temprano. Odio desvelarme, en realidad no puedo. Ya tomé fotos y las publiqué en mi blog, hice un mini post rápido, además puse avisos en twitter mientras estaba varado.
Llego a la redacción de la revista y saludo a todos, como siempre. Vi en mi calendario todas las actividades que tenía que hacer y me quité de preocupaciones porque muchas cosas ya las tenía adelantadas y sólo faltaba terminar. Además hoy es fin de semana y ya me hablaron algunos amigos para saber si habrá plan. La respuesta es obvia, claro que hay plan.
Checo el blog y ya hay 20 comentarios. Es lo raro de ser alguien medio conocido o trabajar en un lugar que muchos ubiquen, te llegan comentarios, muchos adulándote, sin haber leído el post y los pocos logrando la retroalimentación que me gusta. De repente me doy unas escapadas a twitter para vaciar algunos pensamientos. Convencí a la amiga de sistemas que no nos bloqueara la página, no me gustaría gastar el 3G si puedo usar el internet de la oficina jejeje.
Hice mi llamada semanal a mi mamá. Creo que uno de estos días iré hasta allá a donde vive y platicaremos un poco, extraño todas esas conversaciones que teníamos cuando era joven. También echo de menos ver fútbol con mi papá, lo voy a invitar al un partido en el Azul; o probar la comida de mi hermana, claro, cuando tiene ganas de cocinar.
Este fin de semana no puedo, mi editora me avisó que tengo que ir a una librería a una lectura pública, entrevista y firma de mi primera novela. Hay a quienes le gusta y a quienes no. Estoy acostumbrado a ello y en realidad no me importa. En cambio, me encantará ver a los que llegan con una sonrisa a pedirme un autógrafo. Es genial para el ego.
Llegué a casa a las nueve, después Ana hizo acto de presencia. Hicimos el amor y después me metí a bañar y así estar listos para la noche. Al rato hay que cenar (no mucho, para conservar la línea y que valga la pena las horas que paso en el gimnasio) y de aquí tomaremos un taxi (no es muy lejos) para llegar al bar. Esperen fotos en el flickr.
En este momento me gustaría hacer un post de un yo de otro universo paralelo (una Tierra-1). Un Gerson que todavía viviera con sus padres, con un pueril sueldo o sin un trabajo verdadero, igual que la pasara en el internet pero sin salir de un cuarto desordenado, apenas terminando un proyecto, sin vida amorosa… vamos, un tipo al que fácilmente le pueden hacer burla. Desecho de inmediato esa idea, me encanta la vida que vivo y no me gustaría imaginarme de otra manera.
En fin, mi novia ya terminó de arreglarse y ya tengo que publicar esto.
Nos vemos en el futuro (o en otra tierra, quizá).
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