Ahorita escribir se me está haciendo como los albañiles cuando construyen una casa. Hacen la obra negra, sucia, sin yeso, con algunos alambres sueltos, para después ir por la parte más difícil que son los detalles.
Una vez más un amigo se ha dignado en leer lo que llevo de “Las traigo muertas”. Cuando creí que ya lo había corregido todo, ese ojo exterior es capaz de ver y juzgar elementos invisibles para mí, bueno, al menos de momento: la concordancia en los tiempos, las palabras repetidas, alguna que otra frase incoherente y sobre todo el replanteamiento de algunas ideas que todavía quedan ambiguas.
Juro haber revisado ese texto, aún después de revisiones previas y no haber notado esas cosas. Siempre es bueno que alguien pueda darte un punto de vista desde su perspectiva. Me gusta ese tipo de crítica, esa que te ayuda a crecer. Me pongo a pensar en todos aquellos que me han dado un consejo, como jugando a la gallinita ciega, me están guiando a través de un mundo nuevo para mí. A veces tengo miedo de tropezar pero las voces al momento me han llevado por buen rumbo.
El lunes fui a la conferencia que cierra toda esta parafernalia al 80 aniversario de Carlos Fuentes. Como saben, no he podido con “La región más transparente”, libro que cumple 50 años, por lo que tengo mis reservas con el escritor; sin embargo, nunca me he negado a aprender (de quien sea, me caiga bien o mal) y fui a la conferencia que, después de unas piezas de Bach y flores exageradas por parte de Palau y Volpi, encontré en una hora de brevedad lo que estaba buscando.
Es siempre sorprendente ver pasión en los ojos y en las palabras de una persona mayor. Fuentes aludió a la simpleza para contestar a la pregunta que originó la ponencia (¿Cómo escribí mis obras?) y a la extensión para ejemplificarla. Me gustaron bastante las enseñanzas de esa noche: que toda obra proviene de la tradición y la creación: tradición porque siempre hay una obra que tiene elementos iguales o similares a nuestra historia; pero la creación es esa manera distinta de contar los relatos. Pude ahorrarme ir al auditorio gracias a esta nota, pero fue agradable estar ahí y escuchar experiencias cortas pero invaluables.
Fue chido porque era lo que necesitaba, eran las preguntas que me estaba formulando en el metro antes de llegar al Auditorio Nacional… creo que volveré a ese libro y no lo soltaré hasta que termine.
Ya sé que no debería creer en las señales (sobre todo después del affair becario) pero fue raro que, el sábado en la noche, un tipo se me acercara para pedirme un consejo sobre mujeres, sólo porque me vio hablando con una chica que conocí ese día y él creyó que “controlaba la situación”… si tan sólo ese tipo supiera que alguna vez fui como él. Lo tomé como un aviso del destino para seguir escribiendo la novela.
Aunque Cortázar, José Agustín y muchos otros hayan escrito desde la pobreza o apenas teniendo lo necesario para vivir, ya tengo que encontrar trabajo, me urge y la verdad ando medio salado en eso. Espero que eso cambie pronto, a pesar de la crisis y mil pretextos más que me puedo inventar.
Nos vemos en el futuro.
Bienvenido: ¿Quieres conocerme? Todo está aquí: mis días, lo que me gusta, mis ambiciones y sueños. En línea desde octubre de 2004.
jueves, noviembre 27, 2008
domingo, noviembre 23, 2008
MARIPOSAS
Hace tres años…
Todavía recuerdo esa mariposa negra que subió al cielo el día que murió mi abuelito. Mi primo Jeffrey y yo, que nos quedamos solos frente a la tumba al final del servicio, la vimos, después nos miramos sorprendidos, y después vimos cómo, lo que suponemos que el alma de mi abuelito hacia las alturas.
Creo que esto no lo he contado, pero los Obrajero Fernández creen que su mamá, osea mi abuelita, los visita algunas veces en el jardín de su casa a través de un colibrí, que se alimenta de las flores y que gusta de picar las ventanas. Así como ellos le dan significado a este hecho, yo lo hice con mi abuelito.
No sé por qué, pero a últimas fechas se han cruzado por mi camino infinidad de mariposas. Hace un mes, una se estampó en mi frente. Es raro, sin embargo, por la delicadeza y peso de la mariposa, quiero pensar que se sintió como un beso.
Hace dos semanas en la Condesa encontré dos, una blanca y una negra, las dos se cruzaron por mi camino mientras caminaba por la calle de Michoacán. Ya sé que es natural que me encuentre cosas así por allá, donde hay muchos árboles y parques, pero que me las haya encontrado hace un par de días camino a casa.
A lo mejor son figuraciones mías, causadas por la nostalgia. A lo mejor es mi abuelito que me pide que lo recuerde y que me acompaña en estos días difíciles. A lo mejor como en Efectos Secundarios, hay mucha contaminación y las mariposas bajan. En estos tiempos es difícil creer en algo.
Aún recuerdo alguna de esas últimas palabras que me dijo mi abuelito antes de partir: “No tengas miedo, mi muchachito”. Las recuerdo cada vez que me topo con mariposas en la calle.
Hoy lo extrañé…
Nos vemos en el futuro.
“Cuando terminamos, alcanzamos a ver una linda mariposa que ascendía desde el arreglo floral hasta el cielo, entonces él y yo concordamos que Don Agapito ahora formaba parte de nosotros…”
Todavía recuerdo esa mariposa negra que subió al cielo el día que murió mi abuelito. Mi primo Jeffrey y yo, que nos quedamos solos frente a la tumba al final del servicio, la vimos, después nos miramos sorprendidos, y después vimos cómo, lo que suponemos que el alma de mi abuelito hacia las alturas.
Creo que esto no lo he contado, pero los Obrajero Fernández creen que su mamá, osea mi abuelita, los visita algunas veces en el jardín de su casa a través de un colibrí, que se alimenta de las flores y que gusta de picar las ventanas. Así como ellos le dan significado a este hecho, yo lo hice con mi abuelito.
No sé por qué, pero a últimas fechas se han cruzado por mi camino infinidad de mariposas. Hace un mes, una se estampó en mi frente. Es raro, sin embargo, por la delicadeza y peso de la mariposa, quiero pensar que se sintió como un beso.
Hace dos semanas en la Condesa encontré dos, una blanca y una negra, las dos se cruzaron por mi camino mientras caminaba por la calle de Michoacán. Ya sé que es natural que me encuentre cosas así por allá, donde hay muchos árboles y parques, pero que me las haya encontrado hace un par de días camino a casa.
A lo mejor son figuraciones mías, causadas por la nostalgia. A lo mejor es mi abuelito que me pide que lo recuerde y que me acompaña en estos días difíciles. A lo mejor como en Efectos Secundarios, hay mucha contaminación y las mariposas bajan. En estos tiempos es difícil creer en algo.
Aún recuerdo alguna de esas últimas palabras que me dijo mi abuelito antes de partir: “No tengas miedo, mi muchachito”. Las recuerdo cada vez que me topo con mariposas en la calle.
Hoy lo extrañé…
Nos vemos en el futuro.
martes, noviembre 18, 2008
GAMES & SHOW
Soy un espectador, pero muchas veces más soy un fan; sobre todo de las actividades que no son de provecho, pero que aún así generan pasiones muy profundas en mí. Los juegos y los espectáculos siempre serán un buen pretexto.
La semana pasada, como cada vez que han sacado un trailer nuevo, he tenido orgasmos geeks muy profundos. Aún recuerdo como el fandom supondría que para hacer una adaptación decente de Watchmen, novela gráfica escrita por Alan Moore y dibujada por Dave Gibbons. Tendría que hacerse una miniserie muy cara y que el cine suprimiría mucho de esta obra maestra. Desde el primero hasta este último avance, las cosas pintan bastante bien. Al parecer la disputa comercial que existe por los derechos del filme no será un problema, ya que los posters promocionales e imágenes como éstas sólo nos hacen a los fans desear que ya esté en cines.
Hace unos días estaba viendo volver al futuro y sentí esa nostalgia por la década en la que me tocó ser niño. Películas comercialmente exitosas, rentables y que la gran mayoría adoramos, se proyectaron durante los 80’s. Una de ellas fue Tha Karate Kid.
Recuerdo, justo después que Karate Kid saliera, muchos videojuegos (inspirados también por las películas de Bruce Lee) empezaron con la temática de las peleas, o los torneos. Así llegó el primer Street Fighter, que muchos alcanzamos a jugar y que tenía las bases para el que sería el mejor concepto de peleas de todos los tiempos, el que después todos copiaron: Street Fighter II.
Muchas versiones (mejoradas, disimuladas, copiadas o descaradas) después, nos encontramos en la era de la alta definición en imagen, de técnicas mejoradas en la animación y de videojuegos que hace 20 años eran impensables. Qué mejor que adaptarla al clásico de clásicos, recreando personajes, mejorando sus movimientos y ofreciendo una magia renovada a las nuevas generaciones de video jugadores. Así, para promocional un juego, usan esa rola de Karate Kid llamada You’re the best around, en un guiño impresionante para todos los que amamos vivir en los 80’s.
Y pues ya, mañana toca ver jugar a la selección mexicana de fútbol, que tiene en caso de perder el riesgo de no ir a un mundial. Como saben, una de mis pasiones es ver y conocer del deporte más popular del planeta y haré un post al terminar el partido. Por como se ve el asunto podría ser una crónica de una eliminación anunciada. Ojalá me equivoque.
A ver si en la semana puedo ir a ver la nueva peli del 007. La primera me gustó mucho.=)
Nos vemos en el futuro.
La semana pasada, como cada vez que han sacado un trailer nuevo, he tenido orgasmos geeks muy profundos. Aún recuerdo como el fandom supondría que para hacer una adaptación decente de Watchmen, novela gráfica escrita por Alan Moore y dibujada por Dave Gibbons. Tendría que hacerse una miniserie muy cara y que el cine suprimiría mucho de esta obra maestra. Desde el primero hasta este último avance, las cosas pintan bastante bien. Al parecer la disputa comercial que existe por los derechos del filme no será un problema, ya que los posters promocionales e imágenes como éstas sólo nos hacen a los fans desear que ya esté en cines.
Hace unos días estaba viendo volver al futuro y sentí esa nostalgia por la década en la que me tocó ser niño. Películas comercialmente exitosas, rentables y que la gran mayoría adoramos, se proyectaron durante los 80’s. Una de ellas fue Tha Karate Kid.
Recuerdo, justo después que Karate Kid saliera, muchos videojuegos (inspirados también por las películas de Bruce Lee) empezaron con la temática de las peleas, o los torneos. Así llegó el primer Street Fighter, que muchos alcanzamos a jugar y que tenía las bases para el que sería el mejor concepto de peleas de todos los tiempos, el que después todos copiaron: Street Fighter II.
Muchas versiones (mejoradas, disimuladas, copiadas o descaradas) después, nos encontramos en la era de la alta definición en imagen, de técnicas mejoradas en la animación y de videojuegos que hace 20 años eran impensables. Qué mejor que adaptarla al clásico de clásicos, recreando personajes, mejorando sus movimientos y ofreciendo una magia renovada a las nuevas generaciones de video jugadores. Así, para promocional un juego, usan esa rola de Karate Kid llamada You’re the best around, en un guiño impresionante para todos los que amamos vivir en los 80’s.
Y pues ya, mañana toca ver jugar a la selección mexicana de fútbol, que tiene en caso de perder el riesgo de no ir a un mundial. Como saben, una de mis pasiones es ver y conocer del deporte más popular del planeta y haré un post al terminar el partido. Por como se ve el asunto podría ser una crónica de una eliminación anunciada. Ojalá me equivoque.
A ver si en la semana puedo ir a ver la nueva peli del 007. La primera me gustó mucho.=)
Nos vemos en el futuro.
jueves, noviembre 13, 2008
A UN LADO, GRIPE
Ando enfermo de la gripe.
Es raro hacer una actividad decente y al siguiente que te agarre la enfermedad. Sólo fui a pintar la casa de mí tía, de hecho como lo comenté en el post pasado, me hizo sentir de maravilla, satisfecho y con ganas de más, pero la mañana siguiente mis fosas nasales eran llaves abiertas y estornudaba como si en otro lado alguien estuviera repitiendo mi nombre.
No, aún no soy tan importante… Lo cierto es que desde ese día estoy enfermo.
Mis lectores más añejos lo saben: odio estar enfermo, porque la limitación es la cara de todos los días: dormirse bien tapado, andar con una caja de pañuelos desechables, tomar líquidos, no olvidar tomarse la medicina a la hora indicada, cuidarse de no tomar algo frío (no saben cómo se me antoja una coca o una chela helada). Vamos, ni me he podido cortar el cabello por el temor a seguir enfermo…
Ya hasta contagié a mi mamá y mi papá.
Se ha pasado de volada estos días. De repente ya es jueves y parece que lo que queda de la semana ya lo tengo ocupado: ir a un concierto, después a una exposición de un cuate, el sábado a volver a pintar y el domingo a darle seguimiento al “juego del escritor famoso”. Si todo sale como está previsto, será un gran fin de semana, ocupado, animoso y bastante provechoso.
Ayer estaba platicando con una chava en el Messenger y me hizo recordar mis pasiones, eso que me hace sentir vivo, que me hierve la sangre y que ocupa mis pensamientos: leer comics y novelas, escribir, ver fútbol, cantar, escuchar música, aprender, jugar, tener sexo. Algunas de esas pasiones sin duda tengo que reactivarlas en mi vida, me hace falta.
En fin, si no hay algún imprevisto (invoco a las fatalidades para que no me hagan la malobra y se hagan a un lado) este día iré a ver allá por San Cosme a su majestad imperial Silverio. Todavía recuerdo esa noche en el parque México, esos ritmos extraños que hipnotizaban a las mujeres y las hacían bailar, el espectáculo único de ver a un hombre de las cavernas enfrente de unas consolas, desvistiéndose mientras intercambia mentadas… surreal but nice.
Suspendí, sólo por hoy, la medicina para entregarme a las fauces de ese monstruo gélido llamado cerveza. Para olvidarme de momento de todo lo que no soy y no tengo. Ya luego tendré el gusto de arrepentirme. Aun lado gripe, ahí les voy! =)
Nos vemos en el futuro.
Es raro hacer una actividad decente y al siguiente que te agarre la enfermedad. Sólo fui a pintar la casa de mí tía, de hecho como lo comenté en el post pasado, me hizo sentir de maravilla, satisfecho y con ganas de más, pero la mañana siguiente mis fosas nasales eran llaves abiertas y estornudaba como si en otro lado alguien estuviera repitiendo mi nombre.
No, aún no soy tan importante… Lo cierto es que desde ese día estoy enfermo.
Mis lectores más añejos lo saben: odio estar enfermo, porque la limitación es la cara de todos los días: dormirse bien tapado, andar con una caja de pañuelos desechables, tomar líquidos, no olvidar tomarse la medicina a la hora indicada, cuidarse de no tomar algo frío (no saben cómo se me antoja una coca o una chela helada). Vamos, ni me he podido cortar el cabello por el temor a seguir enfermo…
Ya hasta contagié a mi mamá y mi papá.
Se ha pasado de volada estos días. De repente ya es jueves y parece que lo que queda de la semana ya lo tengo ocupado: ir a un concierto, después a una exposición de un cuate, el sábado a volver a pintar y el domingo a darle seguimiento al “juego del escritor famoso”. Si todo sale como está previsto, será un gran fin de semana, ocupado, animoso y bastante provechoso.
Ayer estaba platicando con una chava en el Messenger y me hizo recordar mis pasiones, eso que me hace sentir vivo, que me hierve la sangre y que ocupa mis pensamientos: leer comics y novelas, escribir, ver fútbol, cantar, escuchar música, aprender, jugar, tener sexo. Algunas de esas pasiones sin duda tengo que reactivarlas en mi vida, me hace falta.
En fin, si no hay algún imprevisto (invoco a las fatalidades para que no me hagan la malobra y se hagan a un lado) este día iré a ver allá por San Cosme a su majestad imperial Silverio. Todavía recuerdo esa noche en el parque México, esos ritmos extraños que hipnotizaban a las mujeres y las hacían bailar, el espectáculo único de ver a un hombre de las cavernas enfrente de unas consolas, desvistiéndose mientras intercambia mentadas… surreal but nice.
Suspendí, sólo por hoy, la medicina para entregarme a las fauces de ese monstruo gélido llamado cerveza. Para olvidarme de momento de todo lo que no soy y no tengo. Ya luego tendré el gusto de arrepentirme. Aun lado gripe, ahí les voy! =)
Nos vemos en el futuro.
lunes, noviembre 10, 2008
DE JEFES, CONSEJOS Y PINTURA
[De Fondo: Toquinho e Vinicius - Canto de Ossanha]
Han sido días muy extraños, en los que mi rutina se vio comprometida…
Un anuncio en computrabajo después y ya era becario en una agencia de publicidad. El jefe es todo un personaje: gay, escandaloso, inestable emocionalmente, con anécdotas locas de España y con una habilidad para decir groserías por segundo impresionante. A pesar de ser una persona complicada, es respetuoso, tiene una memoria increíble y a pesar de que aparenta estar en la luna, está en todo.
Descubrí que, a pesar de mis cuatro años en mi carrera, no sé nada de publicidad. El no saber nada, la presión y l incertidumbre sobre la lana me hicieron que lo pensara mejor y decidiera no quedarme. Es una lástima, porque siempre he querido trabajar por ahí (queda cerca cualquier bar, restaurante o café chido) los cuates son chidos y el jefe me daba mucha tela para algunos personajes de la novela. En fin: consumatum est.
Ese último día recibí consejos como nunca. Me estresaba que la compu que me habían asignado no funcionara y ahí me tienes, como un manojo de estrés, intentando hacer las cosas. El jefe me invitó a relajarme, a tomar una taza de café y a sentarme en la terraza para relajarme. Terminé el trabajo asignado y hablé con la asistente. Le comuniqué que me despedía y al preguntarme por qué, expuse mis razones.
Le dije de mi despedida a un chavo que se llama Luis, y él me dijo lo que necesitaba escuchar. Me contó muchas cosas, sobre todo los últimos años de su vida, en donde fue productor de radio, asistente de un diputado y había ingresado ahí para ser “creativo” (comillas que él pondría) de una agencia. Me explico por qué a nuestro país le falta gente con huevos, que no tenga miedo y que se aviente a conseguir lo que quiere en la vida. Intentó convencerme de que me quedara, pero creo que sus palabras me ayudaron a reafirmar mi decisión.
Ese día no pude evitar pensar en mi papá. Ese día vi sus actitudes en unas personas y sus consejos en otras. No he sido una persona insistente, ni audaz y no me he arriesgado para conseguir lo que quiero. Ya sé que hace tiempo que no soy así; pero nunca es tarde para hacer un esfuerzo de más.
El domingo fui a ver a mis tías. Hace cuatro meses que no las veía. Disfruté mucho de su compañía y más de la comida que siempre comemos. Mi tía Paty quería pintar su casa y me pidió ayuda. Fuimos mi papá y yo a ayudarla hoy en la mañana. Realmente los tres pudimos avanzar en gran manera y mostré gran disposición hacia la chamba.
Al final del día y sin que mis papás se dieran cuenta, mi tía me dio un poquito de lana por ayudarle. De verdad que no me lo esperaba, fue padre. Si bien ya había sido satisfactorio realizar esa actividad (no sólo por el afecto a mis tías, sino por no tener un día sin hacer nada), ese gesto engrandeció ese sentimiento mío del deber cumplido.
Por cierto, ya está el nuevo episodio en el podcast de Correspondencias, que no es porque sea el productor, pero a mí me gusta bastante lo que el equipo y yo estamos haciendo.
En fin, necesito retomar la novela y seguir la búsqueda del trabajo. Gracias por seguir leyendo el blog.
Nos vemos en el futuro.
Han sido días muy extraños, en los que mi rutina se vio comprometida…
Un anuncio en computrabajo después y ya era becario en una agencia de publicidad. El jefe es todo un personaje: gay, escandaloso, inestable emocionalmente, con anécdotas locas de España y con una habilidad para decir groserías por segundo impresionante. A pesar de ser una persona complicada, es respetuoso, tiene una memoria increíble y a pesar de que aparenta estar en la luna, está en todo.
Descubrí que, a pesar de mis cuatro años en mi carrera, no sé nada de publicidad. El no saber nada, la presión y l incertidumbre sobre la lana me hicieron que lo pensara mejor y decidiera no quedarme. Es una lástima, porque siempre he querido trabajar por ahí (queda cerca cualquier bar, restaurante o café chido) los cuates son chidos y el jefe me daba mucha tela para algunos personajes de la novela. En fin: consumatum est.
Ese último día recibí consejos como nunca. Me estresaba que la compu que me habían asignado no funcionara y ahí me tienes, como un manojo de estrés, intentando hacer las cosas. El jefe me invitó a relajarme, a tomar una taza de café y a sentarme en la terraza para relajarme. Terminé el trabajo asignado y hablé con la asistente. Le comuniqué que me despedía y al preguntarme por qué, expuse mis razones.
Le dije de mi despedida a un chavo que se llama Luis, y él me dijo lo que necesitaba escuchar. Me contó muchas cosas, sobre todo los últimos años de su vida, en donde fue productor de radio, asistente de un diputado y había ingresado ahí para ser “creativo” (comillas que él pondría) de una agencia. Me explico por qué a nuestro país le falta gente con huevos, que no tenga miedo y que se aviente a conseguir lo que quiere en la vida. Intentó convencerme de que me quedara, pero creo que sus palabras me ayudaron a reafirmar mi decisión.
Ese día no pude evitar pensar en mi papá. Ese día vi sus actitudes en unas personas y sus consejos en otras. No he sido una persona insistente, ni audaz y no me he arriesgado para conseguir lo que quiero. Ya sé que hace tiempo que no soy así; pero nunca es tarde para hacer un esfuerzo de más.
El domingo fui a ver a mis tías. Hace cuatro meses que no las veía. Disfruté mucho de su compañía y más de la comida que siempre comemos. Mi tía Paty quería pintar su casa y me pidió ayuda. Fuimos mi papá y yo a ayudarla hoy en la mañana. Realmente los tres pudimos avanzar en gran manera y mostré gran disposición hacia la chamba.
Al final del día y sin que mis papás se dieran cuenta, mi tía me dio un poquito de lana por ayudarle. De verdad que no me lo esperaba, fue padre. Si bien ya había sido satisfactorio realizar esa actividad (no sólo por el afecto a mis tías, sino por no tener un día sin hacer nada), ese gesto engrandeció ese sentimiento mío del deber cumplido.
Por cierto, ya está el nuevo episodio en el podcast de Correspondencias, que no es porque sea el productor, pero a mí me gusta bastante lo que el equipo y yo estamos haciendo.
En fin, necesito retomar la novela y seguir la búsqueda del trabajo. Gracias por seguir leyendo el blog.
Nos vemos en el futuro.
martes, noviembre 04, 2008
EL SIGNO DE LOS TIEMPOS
Han pasado muchas cosas en el mundo el día de hoy.
Hoy fue electo un presidente en los Estados Unidos y cuando parecía que nada podría opacar un evento de esa naturaleza, muere de un avionazo Juan Camilo Mourinho, Vasconcelos y otros siete. Un evento que quizá, como la muerte de Colosio, será recordado como esas cosas que pasaron en nuestra generación.
Hoy me tocó ser testigo de un acontecimiento que sólo alguna vez vi en una historieta: los medios de comunicación tradicionales fueron rebasados. Sólo sirvieron para confirmar toda esa información pura, momentánea y oportuna que venía de la red. Casi podía escuchar toda la información que a la televisión le llegaba “de último momento”, ya había sido publicada y comentada hasta el cansancio en las webs de los periódicos y en twitter. Quizá ni ellos mismos se hayan dando cuenta pero el flujo de información hizo que se superara al poder televisivo, ese que le gusta imponerse desde la imagen hasta el discurso.
Hoy me di cuenta por qué hay gente que está poniendo su confianza en la web 2.0. Se está convirtiendo (o por lo menos hoy se convirtió) en todo eso que vienen predicando los blogs de tecnología. Un medio activo, vivo, uno al que todo mundo puede entrar y que puede hallar perlas del fango. Opinar, informar y expresarse, donde parece no haber límites. Se crea, se transmite, se comparte… y todos podemos ser parte de eso.
La información no paró desde las seis de la tarde. Para comenzar se publicaron los primeros resultados de los estados en la elección norteamericana hasta cuando hubo un update de alguien que escuchó que se había caído una avioneta en la Fuente de Petróleos. Vimos cómo poco a poco fue creciendo una especie de bola de nieve que aumentó exponencial cuando alguien dijo primero “Gobernación” y más tarde otro dijo “Mourinho”. Minuto a minuto corría de todo, desde la información confirmada hasta el humor negro del accidente, mientras que en la televisión todavía seguían hablando de McCain y Obama. Ellos reaccionaron tarde; pero ese puñado atrás de un monitor no.
Tampoco digo que sea una nueva temporada de ilustración o aberraciones similares. Podemos encontrar aquí tanto cosas fantásticas, como otras triviales, grotescas o inclusive apoyadas por el sistema. Pero la manera en que enfrentamos la historia, en que la encaramos y la rehacemos, en que la transmitimos y la compartimos fue única, tan especial que sólo tendrá cabida en nuestra memoria como un precedente de no sólo somos espectadores: la comunicación y la información también son nuestras.
Esto es solo el principio, creo que habrá oportunidad de seguir el curso de la historia en los próximos meses, ver cómo resolverán las investigaciones de esta tragedia y cómo reaccionarán las fuerzas políticas de nuestro país que, de nuevo, no volverá a ser el mismo. Ahora sé que si un acontecimiento similar a los que hubo hoy se presenta, tengo más opciones para estar informado, para tomar una decisión y para expresar mi sentir, como es el caso de estas palabras en mi blog.
En prepa, una de mis profesoras hablaba de los signos de los tiempos, que eran acontecimientos que marcaban la forma de pensar y sentir de una generación. Creo que esta tarde, en el twitter, en la página web del Universal y en los enlaces a otras páginas, pude vivir un poco de este signo de los tiempos, que viaja por banda ancha y me conecta de aquí hasta el fin del mundo.
Nos vemos en el futuro.
Hoy fue electo un presidente en los Estados Unidos y cuando parecía que nada podría opacar un evento de esa naturaleza, muere de un avionazo Juan Camilo Mourinho, Vasconcelos y otros siete. Un evento que quizá, como la muerte de Colosio, será recordado como esas cosas que pasaron en nuestra generación.
Hoy me tocó ser testigo de un acontecimiento que sólo alguna vez vi en una historieta: los medios de comunicación tradicionales fueron rebasados. Sólo sirvieron para confirmar toda esa información pura, momentánea y oportuna que venía de la red. Casi podía escuchar toda la información que a la televisión le llegaba “de último momento”, ya había sido publicada y comentada hasta el cansancio en las webs de los periódicos y en twitter. Quizá ni ellos mismos se hayan dando cuenta pero el flujo de información hizo que se superara al poder televisivo, ese que le gusta imponerse desde la imagen hasta el discurso.
Hoy me di cuenta por qué hay gente que está poniendo su confianza en la web 2.0. Se está convirtiendo (o por lo menos hoy se convirtió) en todo eso que vienen predicando los blogs de tecnología. Un medio activo, vivo, uno al que todo mundo puede entrar y que puede hallar perlas del fango. Opinar, informar y expresarse, donde parece no haber límites. Se crea, se transmite, se comparte… y todos podemos ser parte de eso.
La información no paró desde las seis de la tarde. Para comenzar se publicaron los primeros resultados de los estados en la elección norteamericana hasta cuando hubo un update de alguien que escuchó que se había caído una avioneta en la Fuente de Petróleos. Vimos cómo poco a poco fue creciendo una especie de bola de nieve que aumentó exponencial cuando alguien dijo primero “Gobernación” y más tarde otro dijo “Mourinho”. Minuto a minuto corría de todo, desde la información confirmada hasta el humor negro del accidente, mientras que en la televisión todavía seguían hablando de McCain y Obama. Ellos reaccionaron tarde; pero ese puñado atrás de un monitor no.
Tampoco digo que sea una nueva temporada de ilustración o aberraciones similares. Podemos encontrar aquí tanto cosas fantásticas, como otras triviales, grotescas o inclusive apoyadas por el sistema. Pero la manera en que enfrentamos la historia, en que la encaramos y la rehacemos, en que la transmitimos y la compartimos fue única, tan especial que sólo tendrá cabida en nuestra memoria como un precedente de no sólo somos espectadores: la comunicación y la información también son nuestras.
Esto es solo el principio, creo que habrá oportunidad de seguir el curso de la historia en los próximos meses, ver cómo resolverán las investigaciones de esta tragedia y cómo reaccionarán las fuerzas políticas de nuestro país que, de nuevo, no volverá a ser el mismo. Ahora sé que si un acontecimiento similar a los que hubo hoy se presenta, tengo más opciones para estar informado, para tomar una decisión y para expresar mi sentir, como es el caso de estas palabras en mi blog.
En prepa, una de mis profesoras hablaba de los signos de los tiempos, que eran acontecimientos que marcaban la forma de pensar y sentir de una generación. Creo que esta tarde, en el twitter, en la página web del Universal y en los enlaces a otras páginas, pude vivir un poco de este signo de los tiempos, que viaja por banda ancha y me conecta de aquí hasta el fin del mundo.
Nos vemos en el futuro.
sábado, noviembre 01, 2008
LA ÚLTIMA SEMANA DE OCTUBRE
Estaba escribiendo un post contra el comercial chafa ese de telerisa, pero no me convenció; creo que, para ser un verdadero crítico y darle una validez moral a lo que escribo, debo ser consecuente con mis actos. Lo que saca a cualquier nación de la crisis es el trabajo y el esfuerzo; no “la fuerza de nuestros corazones”. Neta eso se escucha muy nena.
El martes hablé al servicio técnico de Xbox y vinieron por el mío el jueves. Fue padre que en el portón de mi calle estuvieran gritando mi nombre (mal pronunciado, por supuesto) y ver que al tipo este venía en una camioneta negra con unos guardias de seguridad, como si fueran a recoger lana. Me lo regresan en 7 o 10 días. Por lo mientras le estoy dando uso de nuevo a mi Playstation 2, a falta de pan…
El miércoles fui a una churrería, como es usual no tengo dinero y no ordené nada. Me veía prácticamente del carajo, tanto que el buen Adán al verme me dijo que si estaba drogado o algo así. La verdad no, de hecho son las desveladas las que me traen jodido. No he dormido tanto como me gustaría. Debo también quitarme esa mala costumbre de agarrar sueño a altas horas de la madrugada.
La novela ahí va. De repente lo que me había costado meses se resolvió en un puñado de horas, mi idea es terminar esta historia para comenzar otra y así volver a buscar una beca. Digo, al Joséagus pidió una y no se la dieron hasta su tercer intento. Así me da la oportunidad para seguir escribiendo. Este mes, ya que no entro a lo del nanowrimo, me concentraré en concluir lo que empecé hace un año.
Ese es un problema grave, no puedo terminar lo que comienzo. Es algo que he tenido desde siempre, por eso festejo que siga escribiendo en un blog y que dure tanto tiempo, porque casi nunca puedo cerrar un proyecto, terminarlo o darle una continuidad. Por eso me es importante terminar la historia de Ernesto (el personaje principal). A veces parece que se escribe sola, hasta que me atoro en un aspecto o de plano no me llega a gustar esa parte que estaba escribiendo.
Espero a la brevedad encontrar un trabajo que me permita un poco de tiempo para escribir y lana para salir sin limitaciones. De veras en este año he aprendido a valorar, tanto el dinero como mi antiguo empleo. Tanto que desprecié lo que tenía que ahora la añoranza se vuelve castigo, consciencia taladrante que me perfora todos los días. Si alguna vez deseé estar como estoy, ahorita me arrepiento y maldigo ese día. Dustin Hoffma en la película “Toosie”, decía que “no conozco el infierno; pero conozco el desempleo”.
No sólo debo escribir más de la novela, también en el blog. No pasan cosas interesantes en mi vida y por eso prefiero escribir hasta que algo pase; sin embargo, el blog no sólo debe ser “lo que me pasa” sino “lo que pienso” o “lo que me gusta”. El hábito no debe tener pretextos, sobre todo cuando tengo tanto tiempo como ahora.
En fin, gracias a los que se pasean por aquí y aún más a los que comentan. Se es estima un buen! =)
Nos vemos en el futuro.
El martes hablé al servicio técnico de Xbox y vinieron por el mío el jueves. Fue padre que en el portón de mi calle estuvieran gritando mi nombre (mal pronunciado, por supuesto) y ver que al tipo este venía en una camioneta negra con unos guardias de seguridad, como si fueran a recoger lana. Me lo regresan en 7 o 10 días. Por lo mientras le estoy dando uso de nuevo a mi Playstation 2, a falta de pan…
El miércoles fui a una churrería, como es usual no tengo dinero y no ordené nada. Me veía prácticamente del carajo, tanto que el buen Adán al verme me dijo que si estaba drogado o algo así. La verdad no, de hecho son las desveladas las que me traen jodido. No he dormido tanto como me gustaría. Debo también quitarme esa mala costumbre de agarrar sueño a altas horas de la madrugada.
La novela ahí va. De repente lo que me había costado meses se resolvió en un puñado de horas, mi idea es terminar esta historia para comenzar otra y así volver a buscar una beca. Digo, al Joséagus pidió una y no se la dieron hasta su tercer intento. Así me da la oportunidad para seguir escribiendo. Este mes, ya que no entro a lo del nanowrimo, me concentraré en concluir lo que empecé hace un año.
Ese es un problema grave, no puedo terminar lo que comienzo. Es algo que he tenido desde siempre, por eso festejo que siga escribiendo en un blog y que dure tanto tiempo, porque casi nunca puedo cerrar un proyecto, terminarlo o darle una continuidad. Por eso me es importante terminar la historia de Ernesto (el personaje principal). A veces parece que se escribe sola, hasta que me atoro en un aspecto o de plano no me llega a gustar esa parte que estaba escribiendo.
Espero a la brevedad encontrar un trabajo que me permita un poco de tiempo para escribir y lana para salir sin limitaciones. De veras en este año he aprendido a valorar, tanto el dinero como mi antiguo empleo. Tanto que desprecié lo que tenía que ahora la añoranza se vuelve castigo, consciencia taladrante que me perfora todos los días. Si alguna vez deseé estar como estoy, ahorita me arrepiento y maldigo ese día. Dustin Hoffma en la película “Toosie”, decía que “no conozco el infierno; pero conozco el desempleo”.
No sólo debo escribir más de la novela, también en el blog. No pasan cosas interesantes en mi vida y por eso prefiero escribir hasta que algo pase; sin embargo, el blog no sólo debe ser “lo que me pasa” sino “lo que pienso” o “lo que me gusta”. El hábito no debe tener pretextos, sobre todo cuando tengo tanto tiempo como ahora.
En fin, gracias a los que se pasean por aquí y aún más a los que comentan. Se es estima un buen! =)
Nos vemos en el futuro.
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