He regresado como la semana pasada a mi dulce retoño, sólo que ahora no estoy tan contento como hace 4 días y creo que mi tristeza empezó justamente en esos días y estalló en este momento... estoy triste y ahora sé cómo se sienten aquellos (cero comentarios racistas, con el presidente ya tuvimos bastante) que inventaron al blues, ya que el mío me tiene no muy bien que digamos.
Todo comenzó el sabado en la tarde/noche, justo después de escribir el post anterior cuando mi padre me dijo que estaría en la casa de mi abuelito una semana más porque todavía faltaba poner el piso y pintar. Yo quería que me dijera que ya iba a estar pronto y que esperaba que regresara a mi casa.
El lunes parecía mejorar cuando me levanté super temprano para ver a mi novia, me frustré porque casi al final se acaba el agua... no saben cómo extrañé mi casa en esos instantes, después no me acordaba que el metro se pone hasta el queque a las 8 am y que se convierte literalmente en una horchata muy lejos de ser hetero...
Cuando la vi, parecía que todos mis problemas habían terminado, no importaba si íbamos a un coloquio de lo más aburrido, o si nos pasábamos las horas. Nada importaba, creo que me sentía con algo de control hasta que sin darma cuenta ya no tenía mi teléfono celular, aquel que me había costado trabajo que me compraran...me lo habían robado, y aunque mi reynita no dejó de consolarme, pero apartir de ahi, empezó la depre de a deveras.
Todo mundo me trato de consolar, mis tías, mi mamá a la que llemé de inmediato y pues nada, de repente empezé a pensar cosas peores, que toda la vida la paso de tontería en tontería, extrañé mi cuarto como nunca, extrañé mi casa, extrañé como me sentía... poco a poco la nostalgia se fue convirtiendo en tristeza y frustración. Esa noche comí tacos... ni siquiera me supieron.
Ni ir al centro a comprar películas al día siguiente me hizo el efecto deseado, estaba muy triste como para disfrutar despilfarrar el dinero, y ahora me preocupaba porque tenía sólo $30 en la cartera y falta mucho para el domingo. Tenía ganas de chillar de tan sólo poner mi mano en la cadera y no sentir mi teléfono... oh Dios! aún me siento triste por ello!!!!!
Estoy aquí en mi casa y en este lugar no me pude contener, lloré por mi vida, llena de errores e insatisfacciones constantes, tantas que parece que es mi única manera de vivir y que no hay opción, que no hay salida, ni mañana, ni futuro mejor. De repente comno que todo lo que se me venía acumulando por meses explotó hoy, estoy triste y quería tirarlo todo.
En estos momentos estoy más calmado, quizá escribir es lo que me haya calmado, o el hecho de que comí unas enchiliadas (mi comida favorita by the way) y ahorita hay una tranquilidad en mi casa que me ha hecho pensar mejor, y he mandado a descansar a mi depresión por un rato. Estoy muy contento de estar unos moentos en mi hogar, mi mamá ofreció que me quedara por hoy y creo que tomaré esa oferta... =D
...y así acaba el midweek blues, mañana será otro día.
Saludos a los incautos que lena este blog.
Todo comenzó el sabado en la tarde/noche, justo después de escribir el post anterior cuando mi padre me dijo que estaría en la casa de mi abuelito una semana más porque todavía faltaba poner el piso y pintar. Yo quería que me dijera que ya iba a estar pronto y que esperaba que regresara a mi casa.
El lunes parecía mejorar cuando me levanté super temprano para ver a mi novia, me frustré porque casi al final se acaba el agua... no saben cómo extrañé mi casa en esos instantes, después no me acordaba que el metro se pone hasta el queque a las 8 am y que se convierte literalmente en una horchata muy lejos de ser hetero...
Cuando la vi, parecía que todos mis problemas habían terminado, no importaba si íbamos a un coloquio de lo más aburrido, o si nos pasábamos las horas. Nada importaba, creo que me sentía con algo de control hasta que sin darma cuenta ya no tenía mi teléfono celular, aquel que me había costado trabajo que me compraran...me lo habían robado, y aunque mi reynita no dejó de consolarme, pero apartir de ahi, empezó la depre de a deveras.
Todo mundo me trato de consolar, mis tías, mi mamá a la que llemé de inmediato y pues nada, de repente empezé a pensar cosas peores, que toda la vida la paso de tontería en tontería, extrañé mi cuarto como nunca, extrañé mi casa, extrañé como me sentía... poco a poco la nostalgia se fue convirtiendo en tristeza y frustración. Esa noche comí tacos... ni siquiera me supieron.
Ni ir al centro a comprar películas al día siguiente me hizo el efecto deseado, estaba muy triste como para disfrutar despilfarrar el dinero, y ahora me preocupaba porque tenía sólo $30 en la cartera y falta mucho para el domingo. Tenía ganas de chillar de tan sólo poner mi mano en la cadera y no sentir mi teléfono... oh Dios! aún me siento triste por ello!!!!!
Estoy aquí en mi casa y en este lugar no me pude contener, lloré por mi vida, llena de errores e insatisfacciones constantes, tantas que parece que es mi única manera de vivir y que no hay opción, que no hay salida, ni mañana, ni futuro mejor. De repente comno que todo lo que se me venía acumulando por meses explotó hoy, estoy triste y quería tirarlo todo.
En estos momentos estoy más calmado, quizá escribir es lo que me haya calmado, o el hecho de que comí unas enchiliadas (mi comida favorita by the way) y ahorita hay una tranquilidad en mi casa que me ha hecho pensar mejor, y he mandado a descansar a mi depresión por un rato. Estoy muy contento de estar unos moentos en mi hogar, mi mamá ofreció que me quedara por hoy y creo que tomaré esa oferta... =D
...y así acaba el midweek blues, mañana será otro día.
Saludos a los incautos que lena este blog.
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