Arma poderosa es la información: Nos permite tomar mejores decisiones y aceptar o rechazar cualquier circunstancia. También es la mejor forma de protestar contra aquellos que viven de hacer injusticias. En mi caso, bajar mi blog un día no significaría mucho (más cuando tengo 20 visitas al día en promedio), pero sí puedo intentar la reflexión de aquellos que me leen.
Durante mucho tiempo yo quería vivir en los 60’s, pensaba: “en estos tiempos no pasa relevante, la vida es gris y estandarizada: la humanidad nos recordará porque pasamos de largo”. Desde que ciertas radiodifusoras que anunciaban sus páginas web y gracias al laboratorio de cómputo en mi computadora, me sumergí en un ecosistema diferente: tanto tú como yo hemos disfrutado estos años de diferentes e interesantes contenidos. Mucha gente ha ganado una voz que sería imposible en otras circunstancias, otras han podido superar intereses particulares y han crecido. Incluso la tecnología, que ha acelerado su producción e inventos durante este tiempo, se ha subido a este transbordador en el que nos ha permitido juntos ver más de cerca el futuro.
No solo hemos encontrado un medio para expresar quiénes somos y qué hacemos: logramos compartir esas experiencias a más personas en un terreno nuevo como han sido las redes sociales, con ello reivindicamos una actividad intrínseca del ser humano: compartir. Compartir no es robar, nunca lo fue. En casos como la cultura, ha logrado que muchas obras intelectuales sean conocidas, reconocidas y difundidas por un sistema que no permite un flujo directo de información de forma justa. Con el pretexto de la inversión, ellos han dictado qué obras pueden salir a la luz y qué no, dando muchas veces un pago injusto al creador de la propiedad intelectual; mientras que el ejecutivo paga una piscina nueva en su mansión de Beverly Hills o en los Hamptons.
El Internet ha hecho obsoleto ese sistema: hay un medio que no los incluye, uno mismo puede publicar cualquier tipo de contenido y dejar que se distribuya, una circunstancia que hacía la humanidad inclusive desde antes de que ellos existieran. Napster, que nació con el fin de hacer fácil el compartir fue demolida, nunca tuvo la intención de hacer dinero con los productos de otros, nunca lo hizo cuando fue juzgado. Así, los dueños del sistema terminaron por lapidarlo, pero el fin de ese primer programa de los llamados P2P fue el principio de la victoria traducida en cambio.
Por eso me parecen hipócritas aquellas empresas como las discográficas que ya han adoptado un modelo de negocio en la red (porque SÍ se puede) vendiendo temas en iTunes, abriendo canales en VEVO y hasta regalando, en conjunto con empresas tracks musicales que son susceptibles a ser compartidos. Muchos de ellas están apoyando varias iniciativas restrictivas en todo el mundo (aquí en México está la mal informada y fascista Ley Döhring), quizá la más importante es la que se está dando en Estados Unidos con SOPA (Stop Online Piracy Act). Sigue el enlace si quieres conocer de qué se trata:
Estos videos ejemplifican mejor cómo afectaría a Internet tal y como lo disfrutamos:
Piensen en todas las experiencias que has disfrutado por la web, a cuánta gente has conocido y con las que has compartido cosas que tú has hecho. Cuántas afinidades has logrado con gente como tú gracias a contenidos que has visto, has disfrutado y por los cuales no tuviste ninguna ganancia. Piensa en todos los puestos piratas y al policía que está a lado viendo qué disco se llevará a casa y compara con la empresa grande que no castiga a los que verdaderamente ganan dinero robando (cuyo contenido muchas veces ellos mismos les distribuyen). Valora la libertad con la que escribes tus palabras, escuchas música, ves un video o elaboras cualquier manifestación cultural con el único fin de que alguien más pueda vivir lo mismo que tú, algo que ha hecho nuestra vida más feliz. Negar el poder de compartir al ser humano es como negarle gran parte de su libertad. Lee, infórmate y levántate del sillón y no sólo critiques desde un dispositivo: actúa.
Yo cambié mi percepción: me encanta vivir estos tiempos, que no se comparan en nada con los 60’s: hemos logrado transformaciones de todo tipo, muchas que no deben parar los intereses de un grupo que no únicamente está satisfecho con tu dinero. El Internet ha cambiado la vida de muchos y es momento de alzar la voz para preservarla no solo a ella, sino al futuro mismo.
#StopSOPA
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