[De Fondo: 60 Tigres - 24 Horas]
Este es mi mes.
Gracias a Dios, el lunes puede que ya tenga un trabajo. No puedo creer que haya gente que haya pensado en mí justo en este momento y no pienso decepcionarlos. Todo pasó como un rayo: potente, rápido, sin que te de tiempo para una reacción de consciencia, luminoso e innegable, poderoso e imparable.
Antes mi desidia las circunstancias no se doblaron. Se abrieron tantas opciones que alguna de ellas tenía que dar en el blanco. Algunos caminos los busqué y otros llegaron a mí, precisamente lo que no busqué es lo que ha funcionado. No me ha quedado otra alternativa que dejarme llevar y creo que por fin me dirijo a algún lado, uno donde las puertas están abiertas.
Estoy feliz desde la semana pasada y este sentimiento ha permanecido hasta los momentos que escribo estas letras. No quiero hacerme ilusiones pero al menos en los próximos días habrá cambios importantes. Sólo espero adaptarme a ellos mejor que en el pasado. Lo bueno es que se acabarán las desveladas, el tiempo desperdiciado, la reclusión voluntaria y la ociosidad. Esperemos que el cambio no sea tan violento.
La dinámica de “la temporada” no pudo comenzar mejor. Cual frase de político añejo: “aún falta mucho por hacer; pero seguimos trabajando”. Al menos el dinero reactivará mi vida en varios aspectos, la chamba en otros más. El aspecto sentimental es todavía un pendiente; sin embargo dejaré que las cosas se den. Aún así debo confesar que extraños días como esos. Ya vendrán.
Afortunadamente la gente que me importa no me pide cuentas, ni que me justifique. Tienen rostro, nombre y mucho valor; los demás no me interesan y sus opiniones sólo les generan un mal karma, son cobardes y no puedo tratarlos de otra manera. Es aquí cuando agradezco que conmigo haya personas sinceras que me apoyan en los mejores y peores momentos. Es genial que siempre estén ahí, con un genuino interés.
Ya es hora de preparar las cosas para mañana. Tengo que llegar a adaptarme rápido y aprender cosas que no domino bien. Respiro hondo y le encomiendo a Dios de aquí en adelante. Deseo un buen comienzo. Trato de relajarme y pongo esa canción nueva con la que me he traumado, es de 60 Tigres, a los que no había puesto mucha atención hasta hace algunos meses con Modelos sin Personalidad. Sin embargo la rola que no me dejará en un buen rato se llama 24 horas: armoniosa, agradable, como para escucharla una tarde paseando en bicicleta por un parque lleno de los colores de otoño. Aquí se las dejo.
Deséenme éxito. Ya les contaré cómo me fue. =)
Nos vemos en el futuro.
1 comentario:
Hola, entré a tu blog por casualidad, me pareció magnífico, no quería salir sin decírtelo.
Aprovecho la oportunidad para invitarte al mío que es de literatura.
Un abrazo desde Argentina.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com
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