[De Fondo: Snow Patrol - Signal Fire]
Peso: 81 (Creo)
Estatura 1. 75 (aunque pudiera ser menos)
Edad: 24 (En poco más de un mes cumplo los 25)
Así es, abril mes del niño, mes que cambió lo oscuro de la primavera en marzo para un calorón de los mil demonios y aquí estoy. A tres años de haber salido de la escuela, a uno de haber recogido mis papeles y a seis meses de trabajo constante y sonante.
Estaba pensando en todas las cosa que han cambiado y las cosas que no. Como hay sentimientos que vuelven, otros que no se han ido, otros que nunca se irán y otros que van naciendo. Amigos que se fueron, amigos que ya no veo y nuevos amigos que salen de quién sabe de donde y los clásicos, los de siempre están ahí.
Comparado con abril del año pasado hoy estoy como rey, tengo dinero propio y gasto lo que quiero, me levanto temprano, me olvidé de convenciones de cómics que son cada seis meses, de mis esfuerzos por titularme y de entrar al periódico ese feo que venden en el metro.
También me acuerdo de todas esas veces que he sido bateado, las que me han llevado aquí. A fin de cuentas el mundo no se me acabó como pensé algún día, tampoco ha sido fácil pero de a poco me he ido queriéndome más y dejado las cosas que me van estorbando; aunque a veces me da miedo convertirme en alguien que prefiere un buen chiste a una situación endorfinósamente romántica.
El recuerdo me acompaña, tal vez muchas veces olvide cosas, pero a cambio me he convertido en una enciclopedia de momentos significativos. Y quizá por la situación bipolar de este momento puedo disfrutar los recuerdos de situaciones, de personas y de sentimientos… y no sufrir como antaño.
Es una situación extraña, de a poco puedo ver que estoy dejando de ser el mismo. Digo, algunas cosas cambian y otras no, como por ejemplo: yo soy el mismo… pero a la vez soy una persona totalmente diferente.
Y aquí estoy, con los kilos a la baja, con la edad también (es que de verdad parezco más chico de mi edad) y dispuesto a volverlo a intentar, a resolver las cosas que han quedado pendientes, a disfrutar cada letra que escribo y a cuidar que éstas salgan lo mejor posible, a intentar encontrar el amor como siempre, sin miedo a caerme, para disfrutar a los que me ofrecen su amistad, para quererlos, para ser un mejor yo.
A veces olvido que mi vida no es tan mala después de todo…
Nos vemos en el futuro.
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