Hacía frío, tenía el libro y vi que llegaría tarde a la cita, o que quizá no lo haría…
En eso me puse a pensar sobre mi vida, sobre las metas que he querido alcanzar y que todavía no he podido tener. Me puse a pensar que quizá debería tirar la toalla, dejar mis sueños a un lado, que no soy lo suficientemente importante, que no voy por buen camino y que debería unirme a un grupo de fanáticos religiosos o resignarme a mi aburrido trabajo.
Entonces entro al café donde me iría a ver con mi amigo, me formo y pido un café mientras trato de quitarme el frío. En eso, la niña hermosa que me atendía me hace la plática:
Niña: Tienes frío?
Yo: Un poco… hace algo allá afuera
Niña: Ah, porque yo cuando llegué hacía un buen de calor
Yo: Así pasa, estos días andan muy raros
Niña: Ya verás que ahorita se te quita el frío… =)
Al final de esto ella me sonríe con sus dientes con frenos y sus ojos grandes. Es entonces cuando pienso:
“Quizá aún hay esperanza”.
Nos vemos en el futuro.
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