[De Fondo: Depeche Mode – Enjoy the Silence]
Sí, veintiséis horas, eso fue el tiempo que me mantuve despierto entre el sábado y el domingo.
Salí temprano de mi clase el sábado, había dormido sólo cuatro horas, desayunado cereal y, pensando que no habría sol, me puse la playera negra de blogger… después sufriría las consecuencias, después y para no hacérselas tan larga, caminé, esperé, me comí una hamburguesa y un jocho, todo eso bajo el ruido de fonod que me ofrecía el buen Sexy (así le puse al iPod jejejeje).
Siempre será un placer convivir con la amigui Skene, esperamos a Mariana y a Versus mientas fuimos por unas chamulladas y la señorita cometa me daba consejos para administrar el dinero. Ya en el Cuore café, de forma surrealista, habían montado unos chavos una pasarela, en donde unas niñas (había dos que tres bien mamis) practicaban cómo sería el desfile. Buena plática, la compañía siempre agradable de la ex chica Tijuana y el Versus de que es un carnal chido.
Después idas a tiendas de ropa indie, un paseo en el Parque México, en medio de las usuales fotos, la convivencia sana y el ataque de los mosquitos chupasangre. Desde ahí la nostalgia me llegó y empecé a reflexionar algo que contaré al final…
Unos helados de McDonalds fue el toque final a la tarde, para abrazar lo que nos deparaba la noche, Versus se fue pero Marianita nos acompañó, en eso que se me pierde la dirección, por lo que en la Glorieta de Insurgentes entramos a un ciber, de ahí hacia la fiesta, creo que ninguna de ellas había tomado la línea A… sus caras me lo hacían saber.
Creímos que no encontraríamos un lugar donde hubiera chela, afortunadamente sí, hacía tanto calor que los efectos respectivos como que si tardaron en hacer efecto, mientras Skene me volvía a enseñar a bailar (además de que adoptó a una nueva alumna), las cervezas se evaporaron, pero en ese momento ya no las necesitábamos…
En joda se fueron cerca de 4 horas en donde bailé, platiqué con gente que apenas y conocía, mensajes y llamadas a la distancia… y pensaba en muchas cosas, de esas reflexiones en las que te preguntas ¿Hacia dónde estas yendo? ¿Por qué pierdes cada vez? ¿Por qué soy como soy?
Me gusta estar pedo y a la vez ser conciente de todo lo que pasa, mientras iba en el pesero a las 6:30 de la madrugada pensé muchas cosas en las que no voy a ahondar en detalles, pero sí voy a dar las siguientes conclusiones…
Amor de lejos es de pendejos… después de mil años me cayó el veinte.
Amor de uno es de más pendejos… dicen por ahí que es cuestión de dos.
Amor de tercos es amor de super pendejos… dicen que el amor es ciego y la locura lo acompaña.
Amor de tercer plato es de ultra pendejos… consejo, nunca, nunca, nunca, nunca jamás, ni se te ocurra, ni siquiera lo concibas, es decir, no te enamores de alguien que está enamorado de otro alguien.
Después de las letanías del desamor:
Debo cambiar, debo cambiar mis métodos, desconectarme un poco, pedir perdón, convivir más con mis cuates, olvidarme de algunos sueños tontos, dejar de sentir nostalgia al caminar por algunas calles, acostumbrarme a perder (soy mal perdedor, los que me conocen lo saben), dormir bien, escribir más, poner el freno, encontrar el equilibrio y dejar de estar escribiendo cosas tan ambiguas, que necesitaba sacarlas, pero espero que nadie las malentienda…
Chale, el blogger beta no me permite comentar en blogger y hace que valga queso mi blogger for Word (escribí tres veces blogger [4], ¡que chafa!).
Saludos a los testigos de esta aventura.
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