viernes, diciembre 02, 2011

ENVIDIA

Mi nombre es Gerson Obrajero y soy un envidioso.

Lo mismo me pasó hace 3 años. La envidia se confunde con la rabia y me consume. Estoy tan frustrado y cansado de que las cosas que quiero pasen inaccesibles ante mis ojos. Me siento como si me hubiesen robado, con esa impotencia que he vivido cuando no puedes hacer nada por retener tus posesiones, el vacío del despojo. Pero no he sido despojado; llegó alguien que supo hacer las cosas mejor que yo y logró lo que quería.

Lo analizo y me siento tan pequeño ante mi imperfección. Me doy cuenta que hago mal, pero sé que mi actitud está justificada por la circunstancia. Mi ego ha sido noqueado y duele. Clamo a mi Dios implorando su perdón por lo aceptar lo que es y por el sentimiento de envidia que genero: me quema. Me siento desarmado, solo, derrotado, con las rodillas dobladas ante las circunstancias irreversibles.

Eso me ha dejado peor. Llega cierta culpabilidad por lo que siento y pienso. Quiero lidiar con ello, pero la razón me abandona. Quiero irme de aquí, quiero olvidar, ya no quiero seguir perdiendo y tener sentimientos similares como resaca. Estoy atrapado y necesito un poco de aire. No sé cómo resolver esto. Sólo sé que esto ya no me puede volver a ocurrir.

No más palabras...

3 comentarios:

jadis dijo...

Siempre me he identificado con lo que escribes :C

La Pitonisa dijo...

Por lo que pasas ahora, pasé hace algunos años y de eso aprendí una lección:
Si no estás listo para dejar ir a alguien, simplemente no lo dejes ir!

Miss B. dijo...

"Si no estás listo para dejar ir a alguien, simplemente no lo dejes ir..."
Coincido TOTALMENTE con Érika.