Este post originalmente sería publicado en otro blog, pero como ya se tardaron en publicarlo y no he podido escribir ni una palabra esta semana, les dejo estas letras a su consideración:
¿Qué es el hombre sin pasión?
Debe compararse a un mueble viejo arrumbado e inútil, a un auto sin gasolina, a la hierba que muere quemada al final del día, un satélite que no gira alrededor de nada, una fogata apagada. He escuchado de muchas personas que aconsejan frenar o controlar las pasiones. Yo no me imagino a la humanidad sin ellas.
No sé si les haya sucedido pero cuando yo experimento una pasión, siento cómo me hierve la sangre. Una euforia que no es producto de ninguna droga alza mi pecho. Automáticamente me pongo de buenas. El mundo se endulza de un azúcar que sólo tú percibes, es alimento para tu alma, consuelo para la vida monótona y generador de las mejores emociones existentes.
Las pasiones, como todo lo inherente en el hombre, son subjetivas. Yo quiero pensar que comparto las mías con varias personas, que muchas veces no estoy solo. Hay otras que no comparto con la gente que conozco, pero no significa que no reconozca (inclusive que admire) que sean capaces de expresar su dicha, aún si es algo moralmente controvertido.
Una de las primeras veces en las que sentí aumentar mi torrente sanguíneo fue cuando leí una buena historieta. Como buen fan me sé cada detalla de aquel cómic que leí a los 8 años. La historia se llamaba “El Destino de Fénix”: la trama era apasionante, el dibujo era perfecto y el final es impactante. Después leí Watchmen de Alan Moore, el Spider-man que se escribió en el 2001, Los Invisibles de Grant Morrison, el Iron Man de Matt Fraction y tantas historias que he leído que tienen el mismo resultado: que me den ganas de saltar de la silla y gritar como desquiciado.
Creo que más allá de los dibujos, las historias son las que al final terminan atrayéndome. Historias como las de las buenas novelas, series de televisión o películas. Suelo alimentarme tanto de ellas que me aprendo diálogos, me identifico con los personajes y siento como espectador/lector como si estuviera comiendo una sabrosa comida cada que me acerco a estos tipos de entretenimiento, es un placer inconmensurable.
Hay otras pasiones que no me impactaron de momento hasta que simplemente se volvieron indispensables, como el fútbol. Me hice fan de ese deporte a los 11 años, antes de eso no conocía, no lo entendía, ni siquiera lo practicaba. Todo cambió un año antes del mundial del 94. Vi muchos partidos, me hice fan del equipo de mis amores (el Cruz Azul) y después quise saber más, como estrategias, nombres de jugadores y clubes y la historia del deporte más hermoso del mundo.
Otras pasiones han estado desde siempre, como mi ansia por el conocimiento o la música. Los sonidos y silencios en diversos ritmos han estado en cada etapa de mi vida, son los catalizadores perfectos para mis emociones, ruido de fondo para mi caminar, testigo fiel de tiempos vividos y no vividos. Desata mi voz y me impulsa a cantar. Una buena canción se puede apoderar de mí y nunca abandonar mi mente. Me gustan muchos géneros y casi no le hago el feo a nada. Sólo me hace falta saber bailar para disfrutar la experiencia musical como se debe.
Hay tanto de lo que podría hablarles en esta oportunidad, tanto que me eleva como las mujeres, el sexo, la cerveza, las nuevas tecnologías, comer, caminar largos recorridos, viajar en avión… O de las particularidades de cada punto expuesto. Creo que no terminaría, sobre todo porque una de mis pasiones es escribir, me llena, cubre mis limitaciones para relacionarme con la gente, me permite expresar cosas que con la voz son imposibles o resultarían inviables. Quizá por eso decidí dedicarme a escribir toda la vida. A veces siento como si las letras me dieran alas y me animaran a volar.
Nos vemos en el futuro.
Bienvenido: ¿Quieres conocerme? Todo está aquí: mis días, lo que me gusta, mis ambiciones y sueños. En línea desde octubre de 2004.
domingo, octubre 31, 2010
domingo, octubre 24, 2010
OTRA SEMANA
Otra semana que se va rápido, entre desvelos, transporte público y comida en tupperware.
Ahí voy en el trabajo, adaptándome en cada vez. No hay mucho que escribir al respecto. Quizá es que extraño hacer más por mi blog. En mis horas libres me pongo a escribir en mis cuadernos cuando se viene a mí una buena idea. Por última vez haré un proyecto, lo empezaré en cuadernos y espero trascribirla pronto. Necesito un sueño más que quemar.
Ayer me invitaron a una fiesta y no lo pensé dos veces: fue la peda que había esperado por mucho tiempo: hubiera sido ideal que hubiera estado gente que conociera. Terminé pedísimo, con un sombrero de cabaret de mi acompañante y dormitando logré el milagro de regresar a casa a salvo. Una fiesta con buena música y alcohol es alimento al ánimo; aunque todavía me duele el cuerpo, jejejeje.
En fin, en esta semana hay quincena. Hay que seguirle echando ganas a la vida (se siente bien decir eso) porque aún hay muchas cosas por resolver. Gracias a los que siguen pasando por aquí. Al menos espero hacer un post por semana o el finde adelantar para que haya más.
Nos vemos en el futuro.
Ahí voy en el trabajo, adaptándome en cada vez. No hay mucho que escribir al respecto. Quizá es que extraño hacer más por mi blog. En mis horas libres me pongo a escribir en mis cuadernos cuando se viene a mí una buena idea. Por última vez haré un proyecto, lo empezaré en cuadernos y espero trascribirla pronto. Necesito un sueño más que quemar.
Ayer me invitaron a una fiesta y no lo pensé dos veces: fue la peda que había esperado por mucho tiempo: hubiera sido ideal que hubiera estado gente que conociera. Terminé pedísimo, con un sombrero de cabaret de mi acompañante y dormitando logré el milagro de regresar a casa a salvo. Una fiesta con buena música y alcohol es alimento al ánimo; aunque todavía me duele el cuerpo, jejejeje.
En fin, en esta semana hay quincena. Hay que seguirle echando ganas a la vida (se siente bien decir eso) porque aún hay muchas cosas por resolver. Gracias a los que siguen pasando por aquí. Al menos espero hacer un post por semana o el finde adelantar para que haya más.
Nos vemos en el futuro.
domingo, octubre 17, 2010
LA PRIMERA SEMANA
Era lunes por la madrugada, estaba nervioso y con insomnio, en algunas horas tendría que levantarme temprano porque sería mi primer día de trabajo.
Otra vez volví a la peregrinación que la familia hacia a sus respectivos lugares de trabajo. Juntos, escuchando éxitos en inglés de los 80’s mientras el auto azul va dejándonos a todos hacia nuestro destino; esta vez el mío era incierto. A pesar de que me había explicado vagamente en lo que iba a trabajar, sentía un poco de temor de que hubiera cosas que no supera hacer. Tragaba saliva y movía el cuelo a los lados para intentar relajarme, rogando para que el tráfico no me hiciera llegar tarde y dar así una mala impresión.
Todo se acomodó. Llegué 15 minutos antes, entré de inmediato a la dinámica, sin presiones mayores. No estaba muy convencido y pensaba que mi calma no podía durar. El primer día fui a un centro comercial y comí solo, un par de gringas con la carne al pastor salada me supo a desgano y sólo un refresco lo hizo digerible. En la noche terminé agotado, no encendí la computadora y dormí a las 10 de la noche.
El segundo día fue un martirio para todos, había un ambiente pesado y todos estábamos tensos. Esta vez había llevado comida para calentar. Me había prometido que no comería tortillas ni refresco para bajar un poco de peso. Me acerqué con mis compañeras de trabajo para hacerles la plática y no volver al desolador centro comercial de la vez pasada. Soy un poco tímido en la convivencia y platicaba muy poco con los compañeros con quienes me regresé al metro. No quería imaginarme que los demás días fueran como ese, ese pensamiento en la noche me mantenía inquieto hasta que después me dije: voy a dar mi mejor esfuerzo por hacer las cosas bien y ya luego habrá tiempo para relajarse.
Y así fue. Terminé mis labores antes de tiempo, esforzándome en tareas que en otros tiempos no haría. Tenía que no defraudar a quienes me habían recomendado y confiado en mí y tenía que demostrarme que podía hacerlo. Ese día fue el mejor de la semana. Estaba relajado y hasta me di el lujo de usar twitter entre pausas para matar los minutos en los que ya no estaba ocupado.
El jueves cuando entré a mi cuenta de twitter hubo problemas: desde ese día no puedo leer mi timeline en la cuenta de @tlalocman; mientras que a todos les fallan los replies o los DM’s, yo no podía revisar el día a día de la gente que sigo. Eso aumentó mi productividad y terminé de nuevo sin despeinarme. Otro problema fue el dolor de estómago (no hay falla: la primera semana de trabajo SIEMPRE me enfermo), que hizo pesado mi día y que no me abandonó hasta dormir.
El viernes fue quincena: el día de pago, cuando todo el camino recorrido vale la pena. Después de una pequeña confusión con mi nombre, no hubo problema para recibir el dinero por los primeros 5 días de trabajo. Fue un día donde resentía el cansancio de la semana y no rendí igual. Los jefes inmediatos me explicaron mis dinámicas para la semana que viene y todo cambia. Me pondré a prueba y veré de lo que soy capaz la próxima semana, que promete estar intensa.
Gracias a Dios ya tengo trabajo y dinero. Poco a poco los engranes de la vida se van moviendo y puedo poner en marcha varias cosas. Hasta apenas el día de hoy puedo escribir en mi compu si caerme sobre el teclado. No cantaré victoria hasta que el árbitro silbe para indicar el final del partido. Lo que sí puedo hacer el dar gracias a todos los que me apoyan y me mandan sus mensajes deseando lo mejor. Allá afuera los perros siguen ladrando pero lo ignoro gracias a las muestras de apoyo que endulzan mi vida. Trataré de escribir seguido, pero no prometo mucho, la chamba es demandante. En lo que arreglan mi cuenta de twitter pueden seguirme en @newtlalocman, donde también actualizaré lo que pueda. =)
Nos vemos en el futuro.
Otra vez volví a la peregrinación que la familia hacia a sus respectivos lugares de trabajo. Juntos, escuchando éxitos en inglés de los 80’s mientras el auto azul va dejándonos a todos hacia nuestro destino; esta vez el mío era incierto. A pesar de que me había explicado vagamente en lo que iba a trabajar, sentía un poco de temor de que hubiera cosas que no supera hacer. Tragaba saliva y movía el cuelo a los lados para intentar relajarme, rogando para que el tráfico no me hiciera llegar tarde y dar así una mala impresión.
Todo se acomodó. Llegué 15 minutos antes, entré de inmediato a la dinámica, sin presiones mayores. No estaba muy convencido y pensaba que mi calma no podía durar. El primer día fui a un centro comercial y comí solo, un par de gringas con la carne al pastor salada me supo a desgano y sólo un refresco lo hizo digerible. En la noche terminé agotado, no encendí la computadora y dormí a las 10 de la noche.
El segundo día fue un martirio para todos, había un ambiente pesado y todos estábamos tensos. Esta vez había llevado comida para calentar. Me había prometido que no comería tortillas ni refresco para bajar un poco de peso. Me acerqué con mis compañeras de trabajo para hacerles la plática y no volver al desolador centro comercial de la vez pasada. Soy un poco tímido en la convivencia y platicaba muy poco con los compañeros con quienes me regresé al metro. No quería imaginarme que los demás días fueran como ese, ese pensamiento en la noche me mantenía inquieto hasta que después me dije: voy a dar mi mejor esfuerzo por hacer las cosas bien y ya luego habrá tiempo para relajarse.
Y así fue. Terminé mis labores antes de tiempo, esforzándome en tareas que en otros tiempos no haría. Tenía que no defraudar a quienes me habían recomendado y confiado en mí y tenía que demostrarme que podía hacerlo. Ese día fue el mejor de la semana. Estaba relajado y hasta me di el lujo de usar twitter entre pausas para matar los minutos en los que ya no estaba ocupado.
El jueves cuando entré a mi cuenta de twitter hubo problemas: desde ese día no puedo leer mi timeline en la cuenta de @tlalocman; mientras que a todos les fallan los replies o los DM’s, yo no podía revisar el día a día de la gente que sigo. Eso aumentó mi productividad y terminé de nuevo sin despeinarme. Otro problema fue el dolor de estómago (no hay falla: la primera semana de trabajo SIEMPRE me enfermo), que hizo pesado mi día y que no me abandonó hasta dormir.
El viernes fue quincena: el día de pago, cuando todo el camino recorrido vale la pena. Después de una pequeña confusión con mi nombre, no hubo problema para recibir el dinero por los primeros 5 días de trabajo. Fue un día donde resentía el cansancio de la semana y no rendí igual. Los jefes inmediatos me explicaron mis dinámicas para la semana que viene y todo cambia. Me pondré a prueba y veré de lo que soy capaz la próxima semana, que promete estar intensa.
Gracias a Dios ya tengo trabajo y dinero. Poco a poco los engranes de la vida se van moviendo y puedo poner en marcha varias cosas. Hasta apenas el día de hoy puedo escribir en mi compu si caerme sobre el teclado. No cantaré victoria hasta que el árbitro silbe para indicar el final del partido. Lo que sí puedo hacer el dar gracias a todos los que me apoyan y me mandan sus mensajes deseando lo mejor. Allá afuera los perros siguen ladrando pero lo ignoro gracias a las muestras de apoyo que endulzan mi vida. Trataré de escribir seguido, pero no prometo mucho, la chamba es demandante. En lo que arreglan mi cuenta de twitter pueden seguirme en @newtlalocman, donde también actualizaré lo que pueda. =)
Nos vemos en el futuro.
domingo, octubre 10, 2010
UN BUEN COMIENZO
[De Fondo: 60 Tigres - 24 Horas]
Este es mi mes.
Gracias a Dios, el lunes puede que ya tenga un trabajo. No puedo creer que haya gente que haya pensado en mí justo en este momento y no pienso decepcionarlos. Todo pasó como un rayo: potente, rápido, sin que te de tiempo para una reacción de consciencia, luminoso e innegable, poderoso e imparable.
Antes mi desidia las circunstancias no se doblaron. Se abrieron tantas opciones que alguna de ellas tenía que dar en el blanco. Algunos caminos los busqué y otros llegaron a mí, precisamente lo que no busqué es lo que ha funcionado. No me ha quedado otra alternativa que dejarme llevar y creo que por fin me dirijo a algún lado, uno donde las puertas están abiertas.
Estoy feliz desde la semana pasada y este sentimiento ha permanecido hasta los momentos que escribo estas letras. No quiero hacerme ilusiones pero al menos en los próximos días habrá cambios importantes. Sólo espero adaptarme a ellos mejor que en el pasado. Lo bueno es que se acabarán las desveladas, el tiempo desperdiciado, la reclusión voluntaria y la ociosidad. Esperemos que el cambio no sea tan violento.
La dinámica de “la temporada” no pudo comenzar mejor. Cual frase de político añejo: “aún falta mucho por hacer; pero seguimos trabajando”. Al menos el dinero reactivará mi vida en varios aspectos, la chamba en otros más. El aspecto sentimental es todavía un pendiente; sin embargo dejaré que las cosas se den. Aún así debo confesar que extraños días como esos. Ya vendrán.
Afortunadamente la gente que me importa no me pide cuentas, ni que me justifique. Tienen rostro, nombre y mucho valor; los demás no me interesan y sus opiniones sólo les generan un mal karma, son cobardes y no puedo tratarlos de otra manera. Es aquí cuando agradezco que conmigo haya personas sinceras que me apoyan en los mejores y peores momentos. Es genial que siempre estén ahí, con un genuino interés.
Ya es hora de preparar las cosas para mañana. Tengo que llegar a adaptarme rápido y aprender cosas que no domino bien. Respiro hondo y le encomiendo a Dios de aquí en adelante. Deseo un buen comienzo. Trato de relajarme y pongo esa canción nueva con la que me he traumado, es de 60 Tigres, a los que no había puesto mucha atención hasta hace algunos meses con Modelos sin Personalidad. Sin embargo la rola que no me dejará en un buen rato se llama 24 horas: armoniosa, agradable, como para escucharla una tarde paseando en bicicleta por un parque lleno de los colores de otoño. Aquí se las dejo.
Deséenme éxito. Ya les contaré cómo me fue. =)
Nos vemos en el futuro.
Este es mi mes.
Gracias a Dios, el lunes puede que ya tenga un trabajo. No puedo creer que haya gente que haya pensado en mí justo en este momento y no pienso decepcionarlos. Todo pasó como un rayo: potente, rápido, sin que te de tiempo para una reacción de consciencia, luminoso e innegable, poderoso e imparable.
Antes mi desidia las circunstancias no se doblaron. Se abrieron tantas opciones que alguna de ellas tenía que dar en el blanco. Algunos caminos los busqué y otros llegaron a mí, precisamente lo que no busqué es lo que ha funcionado. No me ha quedado otra alternativa que dejarme llevar y creo que por fin me dirijo a algún lado, uno donde las puertas están abiertas.
Estoy feliz desde la semana pasada y este sentimiento ha permanecido hasta los momentos que escribo estas letras. No quiero hacerme ilusiones pero al menos en los próximos días habrá cambios importantes. Sólo espero adaptarme a ellos mejor que en el pasado. Lo bueno es que se acabarán las desveladas, el tiempo desperdiciado, la reclusión voluntaria y la ociosidad. Esperemos que el cambio no sea tan violento.
La dinámica de “la temporada” no pudo comenzar mejor. Cual frase de político añejo: “aún falta mucho por hacer; pero seguimos trabajando”. Al menos el dinero reactivará mi vida en varios aspectos, la chamba en otros más. El aspecto sentimental es todavía un pendiente; sin embargo dejaré que las cosas se den. Aún así debo confesar que extraños días como esos. Ya vendrán.
Afortunadamente la gente que me importa no me pide cuentas, ni que me justifique. Tienen rostro, nombre y mucho valor; los demás no me interesan y sus opiniones sólo les generan un mal karma, son cobardes y no puedo tratarlos de otra manera. Es aquí cuando agradezco que conmigo haya personas sinceras que me apoyan en los mejores y peores momentos. Es genial que siempre estén ahí, con un genuino interés.
Ya es hora de preparar las cosas para mañana. Tengo que llegar a adaptarme rápido y aprender cosas que no domino bien. Respiro hondo y le encomiendo a Dios de aquí en adelante. Deseo un buen comienzo. Trato de relajarme y pongo esa canción nueva con la que me he traumado, es de 60 Tigres, a los que no había puesto mucha atención hasta hace algunos meses con Modelos sin Personalidad. Sin embargo la rola que no me dejará en un buen rato se llama 24 horas: armoniosa, agradable, como para escucharla una tarde paseando en bicicleta por un parque lleno de los colores de otoño. Aquí se las dejo.
Deséenme éxito. Ya les contaré cómo me fue. =)
Nos vemos en el futuro.
viernes, octubre 08, 2010
SÉPTIMA TEMPORADA: Introducción
Qué tal, soy el productor de esta serie: Bienvenidos sean a esta séptima temporada de El Blog de Gerson Obrajero.
Cómo verán, muchas cosas han pasado en la vida de nuestro personaje principal y todas nos han llevado a este nuevo comienzo. La vida no es fácil y es un asunto que Gerson sabe bien. Necesita esforzarse para llevar las cosas a flote. Debe hacer valer las cosas que ha pasado y levantarse junto con sus sueños para empezar otra vez. Todo se ha desvaneció y se tienen que establecer los cimientos para las cosas por venir.
Hagamos un repaso de la temporada pasada: Gerson había sido despedido de su empleo y fue recontratado a finales de año, justo en el momento en que su mejor amiga viene de visita al país. Ahí él le presenta a la que llamaba Venusina gracias a que, de forma inesperada, coinciden en un mismo evento. En navidad, nuestro protagonista se le declara a la mujer que le gusta de una forma poco ortodoxa: con un correo electrónico. No recibe respuesta porqué (de forma increíble) él pidió que fuera así.
En febrero, sus padres se involucraron en un negocio de comida; él siente que debe ayudarlos y renuncia a su empleo con la esperanza de juntar dinero para irse a Londres. Esta idea salió de sus conversaciones con Skene, quién le sugiere un viaje para que conozca por allá y quizá hasta trabaje. El negocio no prospera y el poco dinero que Gerson gana se diluye, mejor dicho, se malgasta. Le afectó demasiado e imperó el desánimo.
Cómo él mismo comentó, este fue el año menos prolífico en cuanto a escribir. Se pueden rescatar pocas cosas: el concierto de Nortec, el viaje en helicóptero, la reunión twitter, el mundial de fútbol, ganar el concurso para ser productor de un podcast y el sueño de Strawberry Fields, hasta que llegamos a Agosto. Uno de los meses más activos en la historia del blog: 16 post en donde entre todas las letras que se vertieron, por fin se pudo concluir la trama de Venusina. Gerson le entrega un regalo atrasado de cumpleaños y no le puede decir lo que siente. Termina por abandonar un sueño más, decide ya no mencionarla en el blog e intenta seguir adelante.
Y de ahí pasamos al último septiembre negro que sólo se llevó el monitor viejo de la computadora y el podcast, que llegó tajante a su fin. El CPU de la computadora se convierte en un cargador enorme y el tlalocpod es con lo que Gerson gestiona su vida digital. En esta etapa supo valorar las cosas que tenía y anhelaba que las cosas retomaran la normalidad para enfocarse a sus proyectos sin pretextos. Todas las cosas descompuestas y su estilo de vida hacían evidente la urgencia de un cambio, uno que no parece tener una salida fácil.
Y así llegamos a este punto. Gerson busca trabajo mientras tiene de nuevo la oportunidad para acabar de escribir su novela. Su interés amoroso se ha agotado y no sabe qué le espera en los terrenos sentimentales, en los que se ha manejado con deficiencia. Sus amigos están lejos, busca la forma para acercarse de los que se han alejado y crear nuevos vínculos con otras personas. Sus sueños se encuentran en ruinas, por lo que tendrán que buscar la motivación en otras fuentes. Los cambios por venir sólo dependen del empeño y esfuerzo en cambiar su vida. Ya no puede dejar pasar más oportunidades y no puede darse de nuevo el lujo de permanecer en el suelo.
¿Qué podemos esperar en El Blog de Gerson Obrajero? Al personaje principal le costará encontrar un trabajo y aún más mantenerlo. Si lo consigue tendrá que tomar decisiones con respecto a dónde vivir o si mantener la promesa del viaje a Europa. Gerson terminará su novela a fines de año y mandará uno nuevo para la consideración del instituto al quemando solicitud hace dos años. Él seguirá conociendo personas para entablar amistad y veremos si en una de esas puede acabar con la racha de más de dos años sin una relación de noviazgo. Vuelven algunos personajes de las temporadas pasadas y conocerán nuevos. Este año será uno definitivo en la vida del protagonista, así que pueden esperar muchos cambios, sobre todo cosas inesperadas que hemos preparado y que desarrollarán nuevas directrices argumentales.
Por último, quiero agradecer una vez más a los seguidores fieles de la serie, ustedes saben quiénes son. Gracias a ustedes esta no será la última temporada, como los ejecutivos alguna vez pensaron por la caída en los niveles de audiencia. Así que prometemos poner todo nuestro esfuerzo en hacer más grande esta historia para que, en caso de que sea el último año en que se transmiten las aventuras de Gerson, pueda ser una de las mejores etapas para el personaje. Sólo puedo decir que esperen las nuevas historias de reflexión, amistad, fiesta y amor en la Séptima Temporada de El Blog de Gerson Obrajero. Se despide el productor, muchas gracias.
Nos vemos en el futuro.
Cómo verán, muchas cosas han pasado en la vida de nuestro personaje principal y todas nos han llevado a este nuevo comienzo. La vida no es fácil y es un asunto que Gerson sabe bien. Necesita esforzarse para llevar las cosas a flote. Debe hacer valer las cosas que ha pasado y levantarse junto con sus sueños para empezar otra vez. Todo se ha desvaneció y se tienen que establecer los cimientos para las cosas por venir.
Hagamos un repaso de la temporada pasada: Gerson había sido despedido de su empleo y fue recontratado a finales de año, justo en el momento en que su mejor amiga viene de visita al país. Ahí él le presenta a la que llamaba Venusina gracias a que, de forma inesperada, coinciden en un mismo evento. En navidad, nuestro protagonista se le declara a la mujer que le gusta de una forma poco ortodoxa: con un correo electrónico. No recibe respuesta porqué (de forma increíble) él pidió que fuera así.
En febrero, sus padres se involucraron en un negocio de comida; él siente que debe ayudarlos y renuncia a su empleo con la esperanza de juntar dinero para irse a Londres. Esta idea salió de sus conversaciones con Skene, quién le sugiere un viaje para que conozca por allá y quizá hasta trabaje. El negocio no prospera y el poco dinero que Gerson gana se diluye, mejor dicho, se malgasta. Le afectó demasiado e imperó el desánimo.
Cómo él mismo comentó, este fue el año menos prolífico en cuanto a escribir. Se pueden rescatar pocas cosas: el concierto de Nortec, el viaje en helicóptero, la reunión twitter, el mundial de fútbol, ganar el concurso para ser productor de un podcast y el sueño de Strawberry Fields, hasta que llegamos a Agosto. Uno de los meses más activos en la historia del blog: 16 post en donde entre todas las letras que se vertieron, por fin se pudo concluir la trama de Venusina. Gerson le entrega un regalo atrasado de cumpleaños y no le puede decir lo que siente. Termina por abandonar un sueño más, decide ya no mencionarla en el blog e intenta seguir adelante.
Y de ahí pasamos al último septiembre negro que sólo se llevó el monitor viejo de la computadora y el podcast, que llegó tajante a su fin. El CPU de la computadora se convierte en un cargador enorme y el tlalocpod es con lo que Gerson gestiona su vida digital. En esta etapa supo valorar las cosas que tenía y anhelaba que las cosas retomaran la normalidad para enfocarse a sus proyectos sin pretextos. Todas las cosas descompuestas y su estilo de vida hacían evidente la urgencia de un cambio, uno que no parece tener una salida fácil.
Y así llegamos a este punto. Gerson busca trabajo mientras tiene de nuevo la oportunidad para acabar de escribir su novela. Su interés amoroso se ha agotado y no sabe qué le espera en los terrenos sentimentales, en los que se ha manejado con deficiencia. Sus amigos están lejos, busca la forma para acercarse de los que se han alejado y crear nuevos vínculos con otras personas. Sus sueños se encuentran en ruinas, por lo que tendrán que buscar la motivación en otras fuentes. Los cambios por venir sólo dependen del empeño y esfuerzo en cambiar su vida. Ya no puede dejar pasar más oportunidades y no puede darse de nuevo el lujo de permanecer en el suelo.
¿Qué podemos esperar en El Blog de Gerson Obrajero? Al personaje principal le costará encontrar un trabajo y aún más mantenerlo. Si lo consigue tendrá que tomar decisiones con respecto a dónde vivir o si mantener la promesa del viaje a Europa. Gerson terminará su novela a fines de año y mandará uno nuevo para la consideración del instituto al quemando solicitud hace dos años. Él seguirá conociendo personas para entablar amistad y veremos si en una de esas puede acabar con la racha de más de dos años sin una relación de noviazgo. Vuelven algunos personajes de las temporadas pasadas y conocerán nuevos. Este año será uno definitivo en la vida del protagonista, así que pueden esperar muchos cambios, sobre todo cosas inesperadas que hemos preparado y que desarrollarán nuevas directrices argumentales.
Por último, quiero agradecer una vez más a los seguidores fieles de la serie, ustedes saben quiénes son. Gracias a ustedes esta no será la última temporada, como los ejecutivos alguna vez pensaron por la caída en los niveles de audiencia. Así que prometemos poner todo nuestro esfuerzo en hacer más grande esta historia para que, en caso de que sea el último año en que se transmiten las aventuras de Gerson, pueda ser una de las mejores etapas para el personaje. Sólo puedo decir que esperen las nuevas historias de reflexión, amistad, fiesta y amor en la Séptima Temporada de El Blog de Gerson Obrajero. Se despide el productor, muchas gracias.
Nos vemos en el futuro.
miércoles, octubre 06, 2010
SEXTA TEMPORADA: Final
[De Fondo: Chico Buarque y MPB4 - Quem Acreditou Na Vida Como Eu]
El juego no era precisamente virtuoso; el rival dominaba gran parte de la cancha y de milagro no se puso en ventaja al desaprovechar las fallas defensivas (que no fueron pocas). Un disparo afuera del área lo cambió todo: un golazo, un milagro. Así es la vida: las cosas pueden cambiar tan rápido, de la forma más inesperada.
Con octubre llegó mi primera felicidad de uno de los amores de la infancia. Algún día (quizá el del ansiado título) contaré del sentimiento profundo que me provoca el Cruz Azul, un romance que nació desde la niñez y que ha llenado de alegría mis ojos, cómo el sábado pasado. El fútbol me ha enseñado a celebrar hasta el último segundo. Nada es para siempre, inclusive los eventos desafortunados.
Dejando de lado el espectáculo deportivo, las cosas han tomado un rumbo distinto. Yo desperté con un ánimo diferente y fui a buscar trabajo. No encontré en el primer día pero mandé un correo porque en twitter vi que alguien pasó el dato. Hoy reflexioné que los últimos empleos los he conseguido gracias a las redes sociales: anuncios en bolsas de trabajo, RT’s y mensajes directos. Creo que ya estoy muy enganchado a ellos. En fin, la cuestión es que mandé mis datos… y que me llaman a la hora. Tenía al día siguiente una entrevista de trabajo.
No podía esperar a contárselo a mis papás. Era de noche y pasarían por mí porque me ayudarían a comprar un monitor nuevo. Esa decisión fue sorpresiva pero no desaprovecharía la oportunidad. No sólo resolvimos ese problema sino que mi papá, contagiado por el ánimo, compró también una pantalla de televisión. Fue un momento muy feliz que se conjugó con la noticia de la entrevista.
Ayer fui, conocí a una de las personas más amables en recursos humanos que haya conocido. La vacante es para redactor n una editorial joven pero que ya se ha ganado presencia en los puestos de revistas. Les platiqué de mi experiencia, hablé con soltura y me olvidé del nerviosismo y timidez que me caracterizan. Me pidieron que escribiera algo sobre gastronomía en una cuartilla y lo hice. Sólo me queda esperar. En realidad quisiera entrar ahí, es una oportunidad para aprender y para poner en práctica todo lo aprendido en estos años. El trabajo sería ideal para reactivar mi vida y darle un rumbo.
Y así de rápido hoy cumplo seis años con el blog. Las cosas pintan bien, pero al igual que con el fútbol, esperaré a que Dios y la suerte sigan conmigo hasta el final del partido. Es muy temprano para decirlo, pero las cosas parece que van a mejorar. Me queda por delante resolver muchos problemas y trabajar para el futuro, como lo vengo diciendo desde hace días. Gracias a todos los que se han paseado por aquí y que me demuestran que me leen a pesar de que no haya comentarios en los post: me animan para seguir llenando de letras este lugar.
A propósito de personas que vienen con frecuencia a este humilde blog; también octubre me llenó de otra sonrisa desde el otro lado del mar. Mi amiga Skene me dedicó parte de su post con una fotografía de aquellos años felices en los que deshacíamos la ciudad ¡Caray, cómo la extraño! Ella sin duda es parte del reality de mi vida, ya sea lejos o cerca; ojalá pronto se me conceda volverla a ver.
Cierro este ciclo con una canción que me encontré en los días que no tenía monitor. Habla sobre los cambios de la vida, que no todo es tristeza y que si uno mantiene firme su ánimo, la alegría vuelve de forma inesperada. Espero que les guste.
Sigue: Séptima Temporada.
Nos vemos en el futuro. =)
El juego no era precisamente virtuoso; el rival dominaba gran parte de la cancha y de milagro no se puso en ventaja al desaprovechar las fallas defensivas (que no fueron pocas). Un disparo afuera del área lo cambió todo: un golazo, un milagro. Así es la vida: las cosas pueden cambiar tan rápido, de la forma más inesperada.
Con octubre llegó mi primera felicidad de uno de los amores de la infancia. Algún día (quizá el del ansiado título) contaré del sentimiento profundo que me provoca el Cruz Azul, un romance que nació desde la niñez y que ha llenado de alegría mis ojos, cómo el sábado pasado. El fútbol me ha enseñado a celebrar hasta el último segundo. Nada es para siempre, inclusive los eventos desafortunados.
Dejando de lado el espectáculo deportivo, las cosas han tomado un rumbo distinto. Yo desperté con un ánimo diferente y fui a buscar trabajo. No encontré en el primer día pero mandé un correo porque en twitter vi que alguien pasó el dato. Hoy reflexioné que los últimos empleos los he conseguido gracias a las redes sociales: anuncios en bolsas de trabajo, RT’s y mensajes directos. Creo que ya estoy muy enganchado a ellos. En fin, la cuestión es que mandé mis datos… y que me llaman a la hora. Tenía al día siguiente una entrevista de trabajo.
No podía esperar a contárselo a mis papás. Era de noche y pasarían por mí porque me ayudarían a comprar un monitor nuevo. Esa decisión fue sorpresiva pero no desaprovecharía la oportunidad. No sólo resolvimos ese problema sino que mi papá, contagiado por el ánimo, compró también una pantalla de televisión. Fue un momento muy feliz que se conjugó con la noticia de la entrevista.
Ayer fui, conocí a una de las personas más amables en recursos humanos que haya conocido. La vacante es para redactor n una editorial joven pero que ya se ha ganado presencia en los puestos de revistas. Les platiqué de mi experiencia, hablé con soltura y me olvidé del nerviosismo y timidez que me caracterizan. Me pidieron que escribiera algo sobre gastronomía en una cuartilla y lo hice. Sólo me queda esperar. En realidad quisiera entrar ahí, es una oportunidad para aprender y para poner en práctica todo lo aprendido en estos años. El trabajo sería ideal para reactivar mi vida y darle un rumbo.
Y así de rápido hoy cumplo seis años con el blog. Las cosas pintan bien, pero al igual que con el fútbol, esperaré a que Dios y la suerte sigan conmigo hasta el final del partido. Es muy temprano para decirlo, pero las cosas parece que van a mejorar. Me queda por delante resolver muchos problemas y trabajar para el futuro, como lo vengo diciendo desde hace días. Gracias a todos los que se han paseado por aquí y que me demuestran que me leen a pesar de que no haya comentarios en los post: me animan para seguir llenando de letras este lugar.
A propósito de personas que vienen con frecuencia a este humilde blog; también octubre me llenó de otra sonrisa desde el otro lado del mar. Mi amiga Skene me dedicó parte de su post con una fotografía de aquellos años felices en los que deshacíamos la ciudad ¡Caray, cómo la extraño! Ella sin duda es parte del reality de mi vida, ya sea lejos o cerca; ojalá pronto se me conceda volverla a ver.
Cierro este ciclo con una canción que me encontré en los días que no tenía monitor. Habla sobre los cambios de la vida, que no todo es tristeza y que si uno mantiene firme su ánimo, la alegría vuelve de forma inesperada. Espero que les guste.
Sigue: Séptima Temporada.
Nos vemos en el futuro. =)
viernes, octubre 01, 2010
OCTUBRE LLEGÓ
Por fin se terminó septiembre. El saldo: mi monitor muerto y un proyecto malogrado. Por lo demás fue un mes muy tranquilo.
Lucho todos los días por no estar triste. Estoy vivo, tengo comida y techo y todos los días me pongo a cantar. Es increíble lo que la música logra en mí al asustar a los demonios de la mente. He tomado una libreta para seguir escribiendo. Sigo trabajando en una idea para una historia, pero aún siento que faltan ingredientes para hacerlo interesante. Es como si estuviera preparando una sopa: le faltan elementos para que esté consistente y sabrosa.
Ya es octubre, en 5 días mi blog cumple 6 años pero creo que ya no le interesa a nadie. Al menos a mí todavía me interesa y creo que todavía hay más cosas por publicar aquí. Yo no quiero cerrar mi blog. Siempre lo pensé como el compañero de mi vida. Un lugar lleno de textos fieles en los que pudiera reconocerme cada vez. Este espacio se ha vuelto tan parte de mí que me provoca mucha estima. Me ha permitido expresarme en los mejores y peores momentos. Es mi instrumento ideal para dialogar conmigo mismo.
Antier me decían que era conocido en ciertos círculos y la verdad no lo creo. Como lo he dicho antes, el perfil bajo me sienta bien, me ha dado paz en un mundo en donde todos se empeñan en competir. Aunque debo confesar que veo gente que se reúne para compartir, ese ejercicio de las amistades cultivadas, y siento envidia. Me sé manejar solo, no me gusta, pero en estos tiempos no tengo otra.
Llega octubre y sus lunas. Si vieran cómo el satélite natural se asoma por mi ventana entre las 8 y 11 de la noche, también estarían enamorados de ella como yo lo estoy. En estos últimos días me tocó llena, redonda y brillante. Durante el reinado de la noche se eleva para completar su viaje. Se deja ver por unos minutos y me recuerda que hay en la vida espacio para las ilusiones. La luna me conmueve y me enamora. Espero mucho del cielo al alzar mi mirada este mes; otra cosa que espero son los días azules, que me arrebatan sonrisas.
Octubre en estos tiempos para mí ha sido un tiempo para sanar y extrañar. Creo que en esta ocasión será lo mismo. Comienzo de nuevo. Tengo que buscar la forma de obtener lo que necesito. Yo sé que mi plan era estar ahorita en Londres y olvidarme de la mierda de año que ha sido éste. Me toca estar aquí y resolver mi vida en este espacio. En verdad necesito algunas cosas y personas que dejé atrás, recuperar personas, ganar adeptos. En fin, será un mes para seguirle dando duro a la vida para construir las bases del futuro.
Al parecer, algunos manisfiestan en twitter la misma alegría que yo porque se terminó septiembre, aunque no por las mismas razones que yo. Ahorita se publicó el post antes de tiempo. Me cuesta trabajo escribir desde el tlalocpod y usar la laptop lenta de mis padres es más tardado. En fin, octubre llegó, el pasado no fue estrepitoso; lo esencial es que ya quedó atrás y no importa.
Nos vemos en el futuro. =)
Lucho todos los días por no estar triste. Estoy vivo, tengo comida y techo y todos los días me pongo a cantar. Es increíble lo que la música logra en mí al asustar a los demonios de la mente. He tomado una libreta para seguir escribiendo. Sigo trabajando en una idea para una historia, pero aún siento que faltan ingredientes para hacerlo interesante. Es como si estuviera preparando una sopa: le faltan elementos para que esté consistente y sabrosa.
Ya es octubre, en 5 días mi blog cumple 6 años pero creo que ya no le interesa a nadie. Al menos a mí todavía me interesa y creo que todavía hay más cosas por publicar aquí. Yo no quiero cerrar mi blog. Siempre lo pensé como el compañero de mi vida. Un lugar lleno de textos fieles en los que pudiera reconocerme cada vez. Este espacio se ha vuelto tan parte de mí que me provoca mucha estima. Me ha permitido expresarme en los mejores y peores momentos. Es mi instrumento ideal para dialogar conmigo mismo.
Antier me decían que era conocido en ciertos círculos y la verdad no lo creo. Como lo he dicho antes, el perfil bajo me sienta bien, me ha dado paz en un mundo en donde todos se empeñan en competir. Aunque debo confesar que veo gente que se reúne para compartir, ese ejercicio de las amistades cultivadas, y siento envidia. Me sé manejar solo, no me gusta, pero en estos tiempos no tengo otra.
Llega octubre y sus lunas. Si vieran cómo el satélite natural se asoma por mi ventana entre las 8 y 11 de la noche, también estarían enamorados de ella como yo lo estoy. En estos últimos días me tocó llena, redonda y brillante. Durante el reinado de la noche se eleva para completar su viaje. Se deja ver por unos minutos y me recuerda que hay en la vida espacio para las ilusiones. La luna me conmueve y me enamora. Espero mucho del cielo al alzar mi mirada este mes; otra cosa que espero son los días azules, que me arrebatan sonrisas.
Octubre en estos tiempos para mí ha sido un tiempo para sanar y extrañar. Creo que en esta ocasión será lo mismo. Comienzo de nuevo. Tengo que buscar la forma de obtener lo que necesito. Yo sé que mi plan era estar ahorita en Londres y olvidarme de la mierda de año que ha sido éste. Me toca estar aquí y resolver mi vida en este espacio. En verdad necesito algunas cosas y personas que dejé atrás, recuperar personas, ganar adeptos. En fin, será un mes para seguirle dando duro a la vida para construir las bases del futuro.
Al parecer, algunos manisfiestan en twitter la misma alegría que yo porque se terminó septiembre, aunque no por las mismas razones que yo. Ahorita se publicó el post antes de tiempo. Me cuesta trabajo escribir desde el tlalocpod y usar la laptop lenta de mis padres es más tardado. En fin, octubre llegó, el pasado no fue estrepitoso; lo esencial es que ya quedó atrás y no importa.
Nos vemos en el futuro. =)
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