lunes, julio 14, 2008

NO SÓLO DE COMEDIA MEXICANA...

[De Fondo: Chicago - Make Me Smile]

Es pedir demasiado cuando uno ve alguna cosa aceptable en la televisión mexicana, que gusta de lo vulgar, del doble sentido que es más molesto que divertido, donde prepondera lo popular a las otras opciones, que no es plural, que busca aburrirte con toneladas de comerciales y sacarte más lana de la que todavía ganan con concursos “millonarios”.

Y buscar algo para reírse o pasar un buen rato cada vez es más difícil. La comedia está dominada por esa abominación llamada Jorge Ortíz de Pinedo, cuyo padre se ha de estar retorciendo en la tumba con sartas de estupideces que su hijo ha estado actuando y produciendo. Ya no digamos de los patetismos de Adal Ramones, Omar Chaparro, René Franco o el insufrible de Israel Jaitovich, que parece hacer barba a sus invitados en vez de hacer un buen programa de comedia.

Yo crecí viendo repeticiones de La Carabina de Ambrosio, de Luis de Alba, de los Cachunes, del “Loco” Valdéz… hasta de Chiquilladas. Y por mucho eran mejores que toda esa mamada de la escuelita, los comediantes de siempre (has escuchado todos sus chistes), los albures reciclados del cine de ficheras, los “sketches” de gente que se cree graciosa, la falta de inteligencia en la elaboración de la risa y la poca estima que se tiene al público.

Realmente pocos se han atrevido a ser diferentes y nos han entregado grandes momentos de comicidad más pensada y no tan fácil. Hemos visto a un Eugenio Derbez que se salió de Anabel (otro gran programa) para darnos 15 años muy buenos, a esos sobrevivientes de las carpas llamados Ausencia Cruz y Victor Trujillo (que ahora juega golf), a un joven de la ibero llamado Andrés Bustamante, a los ¡Qué Payasos!… vamos, hasta gente de ópera como Carlos Pascual.

Lo único que me gusta en este momento son Los Simuladores, serie que hace el esfuerzo por ser diferente, a pesar de copiar un modelo utilizado en el gringo, no recurre al fácil “te pico cuando salgas” aunque para esas prefiero a Lalo España y su Doña Márgara Francisca. Aparte de eso, la oferta de comedia en México es tonta, ofensiva y patética.

Ya sé que si hay oferta es porque hay aceptación y gusto por esos programas, es decir, demanda. Aquí es cuando uno dice “pinche gente”… pero no, yo tampoco seré como los que se fanatizan y hacen sus campañas en contra de tales programas, mucho menos seré de los que satanizan al país y a su gente con todas las cosas que sabemos que somos, o que se quieren ir a otra nación porque “aquí no se puede”. No, eso no soluciona nada… sólo ejerceré mi derecho como persona libre y elijo no ver los programas que no me gustan. No puedes cambiar al mundo, pero sí puedes cambiarte a ti mismo.

Y si de oferta/demanda se trata, se puede vivir en el país y degustar placeres de otros lados. Hay mucha serie gringa bien hecha y que te hace reír, o en nuestro idioma en la TV española. En este caso yo disfruto a raudales Muchachada Nui, que si bien no se transmite en nuestros televisores, me doy el gusto de ver cápsulas por Internet y de reírme por ese humor que en mi país no existe… o tal vez sí pero no le dan una oportunidad.

Mientras eso sucede yo sigo viendo otras opciones.

Nos vemos en el futuro (o en mundo viejuno).

PS (ya luego les diré por qué no uso posdata y sí post scriptum): Me identifiqué demasiado con esta caricatura, que refleja fielmente, o desgraciadamente, o cómicamente, mi estilo de no vida jejejeje: Enjuto Mojamuto.

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