miércoles, julio 16, 2008

CUESTIÓN DE FE

[De Fondo: Sting - If I Ever Lose My Faith In You]

Es difícil hablar de la fe ni inmiscuirse en asuntos religiosos, pero hoy haré el intento…

El primer párrafo sin duda tiene que ser una referencia bíblica. En la epístola a los hebreos, se menciona que la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción que no se ve. Sin duda la fe es una de las piedras angulares de las religiones, porque aunque haya ídolos, realmente se tiene fe a algo invisible, se adopta una ideología sin tener pruebas sólidas de la existencia de un Dios.

No me meteré en esos asuntos, no pienso convencerlos de ninguna religión o que esto se use como controversia, de esas que no gusto tener con nadie…

De esta manera, casi siempre la fe es un valor inherente en el ser humano y atribuible a cualquier cosa. Así puedo tener fe a la promesa de un amigo, a que se realice un proyecto, a que se de cierta circunstancia favorable, a que no ocurra algo desfavorable ¿Podremos saber, al momento de practicar la fe, que tales circunstancias se realizarán?

Para mí la respuesta es no. No podemos echar un vistazo al futuro (inmediato, a mediano o a largo plazo) para ver si la fe se ve consumada, aún que la persona, la cosa o la circunstancia nos inspire confianza; sabemos que fallamos porque no somos perfectos, o las circunstancias (algo que muchas veces no controlamos) impiden que las cosas se den. Vivimos en un mundo de aparentes certezas, el método científico nos ayudó mucho a comprender el por qué de la mayoría de las cosas.

Pensándolo también, tampoco me meteré en filosofía, que se apropia de buena manera (muchas veces complicada) de esas cosas que no tienen un por qué…

En un mundo en donde cosas que se comprueban y repiten son tomadas por verdaderas y ciertas… ¿La fe sigue siendo inherente al hombre?

La respuesta para mí es sí. A fin de cuentas, con toda la ciencia del mundo, el hombre aún no ha podido conocerlo o controlarlo todo, siempre hay cosas que no puede prever, planear, explicar, definir, afirmar o negar, dejándolo irremediablemente atado a las circunstancias, al azar, al caos, al acierto/error, a sus mismos sentimientos y a su respectiva vivencia. Ahora el hombre tiene que caminar con todo eso, dar pasos hacia delante sin dudar, porque la duda la llevará hacia la inacción y la inacción al desánimo y de ahí a la falta de ganas, solo porque no tenemos la certeza de lo que pasará tanto en minuto siguiente como en los próximos 10 años…

Nuestra salvación ante esos momentos es el beneficio de la duda y la fe no sólo es pensar en que se harán las cosas, sino encaminarse hacia ellas. Diría Santiago (me he contenido mucho con citas religiosas) que la fe sin obras es muerta, o en términos populares “es mejor hacer que decir”.

Se preguntarán finalmente a qué vino todo este debraye de la fe sin endulzantes religiosos y filosóficos. La verdad es que tengo fe en que me ganaré esa beca, más que nada porque también creo en el destino y el destino me ha llevado hasta este momento. Quizá lo que yo me preguntó es cómo le haré en estos momentos para aguantar dos meses hasta el fallo, en los que no tengo un quinto y a mi familia se la comen las deudas y la desesperación que yo consiga trabajo.

Sí, es cuestión de fe…

Nos vemos en el futuro.

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