DISCLAIMER: Este es un post FICTICIO, un ejercicio de desahogo (digno de mi blog) dónde divago sobre una persona que me gustaría ser en una realidad que no existe. Así de simple.
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Tuve una pesadilla, soñé que estaba en un mundo donde no existía Ana, donde mi mejor amiga Skene se fue a vivir al extranjero y donde todo mundo me veía como un huevón… porque realmente lo era, y que los pequeños esfuerzos que tenía por cambiar me eran infructuosos. Creo que aún tengo en la mente eso del Gerson de la tierra-1.
Hablando de mi amiga, ayer fui a que me hiciera una sesión de fotos. Después de que tuviera su primera exposición en el CCE tuvo chance de aprender más de fotografía y me late que pueda ser yo el conejillo de indias de sus experimentos. Ya no alcancé ver a su esposo, casi no tenemos tema de conversación pero somos cordiales cuando coincidimos.
El sábado vi el partido de la selección en el depa de Ana, quería que estuviéramos juntos antes de que se fuera a ver a sus parientes a Toluca. En verdad le agradezco que me haya invitado porque lo menos que vi fue el juego. Compramos cerveza y algunas botanas, nos entreteníamos más jugueteando entre nosotros que viendo perder al Tri. En fin, en la noche Ana me ahorró el coraje futbolero. Hicimos una pausa para ver ganar al “canelo” Álvarez en el box, y después proseguimos.
Bumen, una de mis amigas twiteras, me pidió una entrevista para su podcast llamado Correspondencias (cuyo tema central es la literatura), quiere que hable de mi nuevo libro y también me dio a leer algunas de las cuartillas de lo que anda escribiendo. Ojalá siga por ese rumbo y también pueda publicar pronto (porque escribe de forma extraordinaria). Al escuchar su podcast, me da ganas de hacer uno, pero definitivamente ya no tengo tiempo de grabar o editar, o si lo tuviera, definitivamente lo usaría en otras cosas.
Después de despedirme de Ana, fui a almorzar barbacoa con la familia. Fuimos a comprar algunas cosas que necesitaba mi mamá y después fuimos a comer a un Toks. Mi mamá me preguntó si trabajaba ya en una segunda novela y le dije que sí, que el contrato que había firmado me obligaba a escribir dos más (aparte de la que ya está publicada) y que ya estaba trabajando en la segunda. Ya les daré más detalles al respecto en este blog.
Llegué en la noche a casa, abrí el refri y saqué unas cervezas que me estaban esperando. Abrí la laptop y adelanté un poco de la novela mientras me daba sueño. Calenté en el microondas unos pedazos de pizza, comí y me dormí. Después tuve esa pesadilla, que irónicamente terminaba en la madrugada del lunes mientras el Gerson de esa tierra alternativa divagaba en un post sobre un tipo que resultaba ser yo. Necesitaba venir a escribir aquí.
Me está dando sueño. Debo dormir, mañana hay tanto qué hacer…
Nos vemos en el futuro.
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