Ese domingo no quería levantarme de la cama, pero el súbito pensamiento de que era mi último día en el paraíso me hizo levantarme de inmediato a tomer un baño. Durante el mismo, pensaba que sí, era un paraíso donde quiera que lo veas, no sólo por el clima, la vegetación, la playa, la atención en el hotel... sino resultó el paraíso en donde me redimí, confesé mis pecados y de donde podía tener un nuevo comienzo.
Desayuné en ese lindo restaurante donde pasé ratos muy chidos comiendo de lo más rico junto con mi familia, depués tomamos un taxi que nos llevara a la quinta avenida, que no es más que una pequeña plaza comercial. Por lo visto, llegamos muy temprano, ya que estaba cerrado la mayoría de los negocios del lugar.
Caminamos un poco más y encontramos la salida de los ferris a Cozumel, isla cercana y lugar turístico parte de la Riviera Maya, compramos algunas souvenirs para la familia y amigos, nos tomamos algunas fotos, y paseamos por lo que parece ser la zona pobre del Cancún, ahi encontramos a todos nacionales que no encontramos en la Zona Hotelera de Playacar.
Regresamos a la playa en donde finalmente nos despedimos del mar, mi hermana y yo empezamos a saltar las olas... nos divertimos como cuando éramos niños y fuimos a costas guerrerenses,. Además, el mar me dio una parte de si: una piedra muy linda algo que me recuerde que me estará esperando para la próxima vez que vaya junto con ella.
Despues a mi sólo me dieron ganas de tomar el sol y Cynthia se puso a jugar volleyball con los extranjeros en la alberca, inmediatamente nos fuimos a comer y ahi.. esperar en el cuarto a que llegara la hora de ir al aeropuerto.Ahi creo que volvimos a comprar y creo que eso ayudó a que esas 3 horas de espera para abordar el avión resultaran más livianas, compramos más recuerditos y unos perfumes para nosotros.
Lo único malo del vuelo de regreso, es que al lado me tocaron dos personas que nadamás se la pasaban platique y platique, por lo que no pude conciliar el sueño, a diferencia de mi familia que realmente utilizó el viaje para descansar un poco, ya que el día siguiente habría que regresar a la tierra, a su rutina y a la ciudad que más quiero y que extrañé.
Bueno... así acabaron mis vacaciones, se aproxima el primer aniversario de este humilde blog y muchas cosas se vienen para los siguientes meses, muchos cambios, una deuda pendiente con mi futuro, amores y desamores, triunfos y derrotas... ya saben, todo lo que se encuentra en un blog personal.
Saludos a los testigos de esta aventura.
Desayuné en ese lindo restaurante donde pasé ratos muy chidos comiendo de lo más rico junto con mi familia, depués tomamos un taxi que nos llevara a la quinta avenida, que no es más que una pequeña plaza comercial. Por lo visto, llegamos muy temprano, ya que estaba cerrado la mayoría de los negocios del lugar.
Caminamos un poco más y encontramos la salida de los ferris a Cozumel, isla cercana y lugar turístico parte de la Riviera Maya, compramos algunas souvenirs para la familia y amigos, nos tomamos algunas fotos, y paseamos por lo que parece ser la zona pobre del Cancún, ahi encontramos a todos nacionales que no encontramos en la Zona Hotelera de Playacar.
Regresamos a la playa en donde finalmente nos despedimos del mar, mi hermana y yo empezamos a saltar las olas... nos divertimos como cuando éramos niños y fuimos a costas guerrerenses,. Además, el mar me dio una parte de si: una piedra muy linda algo que me recuerde que me estará esperando para la próxima vez que vaya junto con ella.
Despues a mi sólo me dieron ganas de tomar el sol y Cynthia se puso a jugar volleyball con los extranjeros en la alberca, inmediatamente nos fuimos a comer y ahi.. esperar en el cuarto a que llegara la hora de ir al aeropuerto.Ahi creo que volvimos a comprar y creo que eso ayudó a que esas 3 horas de espera para abordar el avión resultaran más livianas, compramos más recuerditos y unos perfumes para nosotros.
Lo único malo del vuelo de regreso, es que al lado me tocaron dos personas que nadamás se la pasaban platique y platique, por lo que no pude conciliar el sueño, a diferencia de mi familia que realmente utilizó el viaje para descansar un poco, ya que el día siguiente habría que regresar a la tierra, a su rutina y a la ciudad que más quiero y que extrañé.
Bueno... así acabaron mis vacaciones, se aproxima el primer aniversario de este humilde blog y muchas cosas se vienen para los siguientes meses, muchos cambios, una deuda pendiente con mi futuro, amores y desamores, triunfos y derrotas... ya saben, todo lo que se encuentra en un blog personal.
Saludos a los testigos de esta aventura.
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