(Nota: Este post debería ser patrocinado por la app de Blogger para iOS, que sirvió para escribir el 95% de esta entrada mientras regresaba a casa)
Quizá al mundo le gusta hacer las cosas al aventón, pero eso no necesariamente significa valentía. Yo creo que uno demuestra el valor cuando haces las cosas con plena conciencia y aceptación de las consecuencias.
Me da gusto ver a personajes entrañables para mí regresar a pasos tímidos a los lugares donde brillaban más. Bumen regresó a Twitter, la quejus coquetea de nuevo con su amado blog y hoy me dio gusto saber que ese vendavaval conocido de cariño como La Roja, ha retomado la reflexión publica, ahora en el rica herramienta que es posterous.
En su último post retoma las dudas primigenias del ser humano: ¿Quién se es? ¿Hacia dónde se va? Esas preguntas que uno siempre debe hacerse (aunque uno crea tener de antemano la respuesta) antes de tomar una decisión. También me encanto que hablara de su empatía hacia ciertos movimientos sociales originados en la red, y de los cuales, casi siempre por las obligaciones laborales, sólo se puede demostrar apoyo moral. No pude, por momentos, sentirme reflejado ante aquellas palabras y reconocer en ellas la valentía de vivir y de cambiar el entorno.
Esas mismas preguntas han determinado mis decisiones en los últimos días: mi decisión de regresar a mi blog a buscar por mi cuenta ayuda profesional hacia mis broncas internas, otro intento fallido por cambiar de trabajo a uno donde pueda aprender más y no esté tan lejos, mi entrada a un taller de narrativa para retomar mis proyectos y más cosas que ya les iré comentando si se concretan. Con mis acciones he intentado responder a esas preguntas fundamentales.
Septiembre, ese mes al que tanto temo, ha sido uno lleno de sorpresas agradables. Gracias a Dios, la empresa donde trabajo me pagará un congreso donde aprenderé más de marketing y redes sociales. De mis padres recibí el apoyo económico para entrar al taller, uno que tiene a una profesora muy capaz para hacer clases interesantes, con los conocimientos para orientar a gente con talento y con el don para motivar al alumnado. Ayer que empecé, sentí cómo mi corazón ardía con flamas azul turquesa y cómo mis letras fluían igual que el continuum de la existencia.
Ahí preguntaron mi nombre y cuál era mi libro favorito. Y aunque durante las dos horas que duró el curso no se nos pidió una respuesta a la segunda interrogante, no fue fácil para mí elegir uno de los muchos favoritos. Si hubiese tenido que responder, hubiera dicho La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera. Pero también estaban asomándose en mi mente De perfil, de José Agustín y Diablo guardián de Xavier Velasco. Curiosamente, tuve la oportunidad de ver un comercial televisivo donde el protagonista es este último autor: en esas dos ocasiones, recordé la emoción de planear una historia y edificarla con palabras. Aquí el video:
Me da tanto gusto que como yo, esas tres personas hayan retomado los viejos hábitos y tomen nuevos rumbos, que hayan tenido la valentía de volver. Yo las considero compañeras en armas, con ellas de nuevo (y con más afin) en el panorama, siento que camino ENTRE GIGANTES.
Nos vemos en el futuro.
1 comentario:
Diablo Guardián también es de mis favoritos. Me encanta ese comercial. También que regresaras al blog.
En hora buena por lo del taller y el congreso. Ya casi que eres todo un don.
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