[De Fondo: Nortec Collective Presents Bostich+Fussible – Brown Bike]
Enfrente del Monumento a la Revolución, atrás de Reforma y rodeado de un mar de gente, la música de Nortec me había enviado a un estado zen. Ecos sonoros son transportados por burbujas de jabón y el dulce sabor a mota, una sonrisa se dibuja en mi rostro y antes de cerrar los ojos pienso que es divertido cómo funcionan las cosas. La vida se vuelve más fácil.
Hace 8 años estaba en una sala de cine vacía, esperando ver una película de Daniel Giménez Cacho y Susana Zavaleta y al principio de la cinta me recibe una pieza musical caótica, llena de percusiones, sintetizador y pizcas de trombón. Tiempo después me enteré que se trataba de Polaris, gran rola compuesta por Bostich (Ramón Amezcua), quien formaba parte de un colectivo artístico llamado Nortec. Por esas épocas salía el Tijuana Sessions vol. 3 y sonaba por todas partes Tijuana Makes Me Happy de Fussible (Pepe Mogt), éxito indiscutible de ese disco.
La combinación entre acordeón, guitarra, contrabajo y resonancias electrónicas producidas por la frontera se hicieron indispensables al caminar, se incluyeron en la lista del soundtrack de mi vida y se impregnaron de los recuerdos de los últimos 5 años. Fácil he de haber escrito muchos post, salido de farra muchas veces con la Skene y compañía y saboreado miles de sueños con Nortec de fondo. Desde ahora y para siempre evocarán un intervalo en el tiempo atrapado en una botella de música.
Y cuando creí haberlos olvidado hace años, Bostich y Fussible sacaron el Tijuana Sound Machine, un álbum que parece una combinación de Ramón Ayala, El Yellow Submarine de Los Beatles, los experimentos futuristas de Juan García Esquivel con Beats de Latin House. El video de Tijuana Sound Machine era todo un encanto visual sabor a los años 80’s y el de Akai 47 celebra la picardía del norteño. Destaca en todo el disco el acordeón vertiginoso de Juan Tellez, sobre todo en canciones como Play Box y The Clap. Shake It Up evoca las sesiones de los primeros años mientras que Brown Bike es una oda a la levedad de la vida.
Se habían presentado varias veces en la ciudad de México y no había podido ir a verlos. Este domingo iban a cerrar el FMX, sería gratuito, no tenía nada qué hacer y decidí darme una vuelta. Durante hora y media estuve frente a la música, ante millares de jóvenes saltando, irradiados por luces multicolores y aire encapsulado en agua. Me dejé llevar y fui parte la colectividad unida por el ritmo, viví el momento y a la vez extrañé, me olvidé de todo y al mismo tiempo tuve la claridad de las cosas. Terminé con un grato sabor de boca y deseé haber ido acompañado y compartir impresiones finales.
En Brown Bike, Nortec repetía como un mantra: “It’s funny how things work out”. Sí, es gracioso cómo funciona la música, como te otorga bienestar y te acompaña en la mente. Al escucharlo quisiera estar sentado en una hamaca resolviendo los problemas de cuarta dimensión para después actuar por las necesidades de la tercera. Me despojo de mis perturbaciones y de la incertidumbre del porvenir y me vuelvo uno con la música. Ya luego vendrá la crónica que debo entregar por correo. Aquí el video de mi rola favorita de Bostich+Fussible:
Nos vemos en el futuro.
3 comentarios:
Que te puedo decir querido Gersun, Nortec Bostich + Fussible simplemente son GENIALES.
Los vi hace poco en el cierra de un festival acá :) y vienen la próxima semana creo, pero no iré a verlos :(
Me da gusto saber que te divertiste! Me hubieras llevado :(!!!
Saludos y besho!
Te acuerdas cuando los vimos en el Vive?...
Yo corazún el nortec.
También estuvo allá? psss al otro día andaba con todo el cuerpo molido pero con una sonrisota de oreja a oreja. Saludos
Atte.
Pato
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