Recuerdo cuando escuchaba de pequeño rock 101 y la voz de Luis Gerardo Salas daba un cierre exacto a una canción y con ello te hacía valorar un poco más la música. También no olvido cuando leí por primera vez esa revista de música mundialmente conocida, en su versión mexicana. Me dije: yo quiero escribir así, yo quiero escribir ahí.
Pasó el tiempo, llegaron los blogs y tuve la oportunidad de trabajar en un periódico y más tarde haciendo contenido para un blog. Creo que eso hizo que valorara más mi espacio, donde escribo cosas que me gustan, donde no hay indicaciones ni ediciones (excepto las mías), no es perfecto pero es libre, no le gusta a todos pero me gusta a mí.
Caeré en un cliché cuando diga que hago mi blog como algo que me gustaría leer de otro. Por eso no todo es el “querido diario”. Así que todo lo que me gusta está aquí: música, cómics, literatura, fútbol, filosofía barata, historias reales y ficticias; volviendo al punto del primer párrafo, creo que una buena forma es hablar de canciones chidas.
Ya he mencionado innumerables veces que amo la música porque me acompaña a todos lados y porque es básica para recordar momentos en la vida. Es raro porque siempre digo que hay rolas que me gustan y pocas veces menciono por qué. A veces es la música, a veces es la letra, a veces la historia detrás de una melodía ¿A ti por que te gustan las canciones que te gustan?
Eso mismo era lo que me gustaba tanto de los artículos de la piedra rodante mexicana o de las viñetas del ahora productor de televisión. Desmenuzaban y resumían en unas cuantas frases una canción. En ese pequeño espacio cabía de todo, desde el parafraseo, la historia, los sentimientos y hasta la ironía. Hoy quiero emular, al menos hacer mi intento con una rola ad hoc, más que por la letra, por el nombre. Este es el primer post del año y es una buena manera de empezar:
Robert Lamm, acompañado de la banda de los metales dorados y de la suicida guitarra de Terry Kath, nos demuestra que hay inicios que no son malos, sobre todo cuando a tu lado está un amor que te hace querer que las primicias del tiempo sean para siempre. Chicago – Beginnings.
Aquí una versión al lado de los también geniales Earth, Wind & Fire:
Only the beginning, only just the start ♫
Nos vemos en el futuro.
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