domingo, octubre 09, 2005

CADAVER EXQUISITO: PARTE XII

[De fondo: Mozart - Requiem en D menor]

El Cadaver Exquisito es organizado por Xun y el Relato comienza en Florsieg:

La parte 11 viene de Alma Roja:

Parte 12

Eva se había convertido en un dios omnisciente y capaz de saber qué era lo que pensaba Gabriel, su abuelo, aquel a quien su familia lo separó por su vida llena de excesos. Ella recordaba que todos los hijos de "G", como cariñosamente le decía su única nieta, eran gente con una cara triste, carácter duro, casi como si no tuvieran cabida sentimientos como la nobleza, la compasión... mucho menos el amor.

Ella pudo saber cada palabra que su abuelo pensaba, pero que no se atrevió a contar,entonces Eva lloró, y en el momento que G ve a Cynthia, su abuela, de quien apenas tiene memoria, empezó a caer un chubasco que provocó que al mirarse, los antiguos conocidos empezaron a llorar, un "te extraño" fue expulsado por la boca de G, mientras que Cynthia se exclamó un "perdoname por dejarte antes de tiempo". Entonces Eva, que ya se sabía una divinidad, les ordeno a los respectivos incoscientes que se abrazaran y que se besaran, ella conocía el interior de sus seres queridos tanto como ver las estrellas con un telescopio.

Y, en el momento que la pareja se abraza, Ella recuerda a aquel hombre que Gabriel miraba con recelo, un hombre que usaba un hábito con capucha, mientras intentaba ver en su interior se topaba con algo que le helaba todas las fibras de su ser. Así que acercó su intenciíon a su mirada, trataba de descubrir quién era aquel que se interpuso entre G y Cynthia. Aquel que parecía monje, se da cuenta de las intenciones de Eva y se destapa la capucha: era La Muerte.

Instantáneamente un flash ilumina todo y se encuentra por un momento mirando de lado, en su cuarto, la computadora prendida. De repente todo se pone negro con una calma... Eva sabía que debía regresar allá.

Entonces, aquellos tres personajes ya no estaban, ella ya no era un dios ahora estaba en un parque, y Manuel, su ex, la esperaba en una banca. mientras ella se sentaba, él pronunció las siguentes palabras:

M: "Se que me sigues extrañanado, se que la razón por la que seguimos siendo amigos es porque aún deseas darte una segunda oportunidad conmigo, sabes que no fue mi culpa nuestro rompimiento, tú querías otro tipo de experiencias, de sensasiones, pero aun así no quieres perderme... y ¿Sabes por qué sé todas estas cosas? Porque yo no soy Manuel, soy una parte de tu subconsciente que te dice lo que tanto te esfuerzas en negar: me sigues queriendo..."

Le besa la frente y con sonrisa le dice:

"Ahora levántate que es tarde...

Ahora levántate que es tarde..

que es tarde...

tarde, tarde..."

De repente Eva abre los ojos al contacto con los rayos del sol de la mañana, reconoce su cuarto mientras que saluda al día con un bostezo. Mientras recapitulaba todas esas cosas que le habían pasado, recordó lo mucho que extrañaba a sus abuelos, en especial a Gabriel, a quien todavía recrimina a sus padres el no haberle permitido siquiera ir a su funeral, por lo que unas lágrimas brotaron de sus ojos.

Y recordó a Manuel, a quien tenía que ver para arreglar de una vez su situación sentimental se arreglara de una vez por todas. La cita sería a las 3 en punto, justo al entregar el trabajo y salir de la escuela... la escuela...

"En la Madre"- exclamó Eva. miró el reloj y vió que eran las 11:34 am. En ese entonces, recordó que por su acostumbrada flojera se había desvelado haciendo un trabajo final que tenía que entragar exáctamente a la 1 pm, para una materia en la tenía grandes posibilidades de irse a un extraordinario:

Eva tenía exactamente una hora para entregar su trabajo final...

El relato continúa en Crisis.

Saludos a los testigos de esta aventura.

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