martes, noviembre 22, 2011

LOBO:


Aúllale a la luna con melancolía. Haz que la luz que refleja ilumine tus ojos. Convence que te regale algo de su fulgor prestado. Pídele con tu llanto que baje aún más, no importando el riesgo de que suba el nivel de los mares, ni que active la locura de los hombres, ni que en su descenso hasta la tierra extrañe a su embajadora en el espacio.

Aprovecha el silencio de la noche, irrumpe en su insoportable reinado. Haz que tu lamento lo escuche cada valle, cada montaña, cautiva a cada ser viviente con tus sonidos agudos, con el manto sonoro con el que embelleces el paisaje, haz que vibre cada árbol y que sus hojas bailen ese vals de los corazones rotos. Llega tan lejos como puedas, no sólo busques entrar por el oído, sino también por las ventanas del alma.

Deja que tu canción alcance a las estrellas para que hablen con la luna, que en solidaridad le enseñen a caer de manera fugaz. Haz que te oigan los planetas, que sean testigos de las distancias sentimentales, de los imposibles astrológicos, de la admiración de aquella perla espacial por un grano de arena. Rocía con tus aullidos el cosmos escenario, haz que las luces del universo se sincronicen en tu figura canina, que por un segundo se olviden de sus reglas para que, a saltos gigantes, pudiera alcanzar al satélite reflejante, desafiando así también al destino mismo.

Háblale desde tu soledad, en la cima de la montaña, desde donde mejor se ve ella. Dile que no soportas no poder alcanzarla, que la potencia de tus piernas no es suficiente como para alcanzarla de un salto. Ruégale que se acerque un poco, que no sea mala. Exprésale que se te va la vida tratando de aproximarte, la voz al gritar tan fuerte como para que el mensaje sobrepase cualquier barrera, para que vaya a la misma velocidad de la luz que la luna refleja.

Lobo: aúllale a la luna, recuérdale que la luz que refleja ilumina tus ojos, que te regodeas de su fulgor prestado. Revélale que quedaste hechizado desde la primera vez que la viste, que ni de día dejas de pensar en ella y que esperas cada noche para ver una parte de ti y más para verla en todo su esplendor. Él sabe lo que es y por lo mismo cada noche no deja de intentarlo. Aunque en el fondo desea que alguna fuerza sobrenatural un día le tenga piedad y lo conviertan en el primer lobo en pisar la superficie lunar.

No más palabras...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermoso... :D