martes, marzo 30, 2010

HOW THINGS WORK OUT

[De Fondo: Nortec Collective Presents Bostich+Fussible – Brown Bike]

Enfrente del Monumento a la Revolución, atrás de Reforma y rodeado de un mar de gente, la música de Nortec me había enviado a un estado zen. Ecos sonoros son transportados por burbujas de jabón y el dulce sabor a mota, una sonrisa se dibuja en mi rostro y antes de cerrar los ojos pienso que es divertido cómo funcionan las cosas. La vida se vuelve más fácil.

Hace 8 años estaba en una sala de cine vacía, esperando ver una película de Daniel Giménez Cacho y Susana Zavaleta y al principio de la cinta me recibe una pieza musical caótica, llena de percusiones, sintetizador y pizcas de trombón. Tiempo después me enteré que se trataba de Polaris, gran rola compuesta por Bostich (Ramón Amezcua), quien formaba parte de un colectivo artístico llamado Nortec. Por esas épocas salía el Tijuana Sessions vol. 3 y sonaba por todas partes Tijuana Makes Me Happy de Fussible (Pepe Mogt), éxito indiscutible de ese disco.

La combinación entre acordeón, guitarra, contrabajo y resonancias electrónicas producidas por la frontera se hicieron indispensables al caminar, se incluyeron en la lista del soundtrack de mi vida y se impregnaron de los recuerdos de los últimos 5 años. Fácil he de haber escrito muchos post, salido de farra muchas veces con la Skene y compañía y saboreado miles de sueños con Nortec de fondo. Desde ahora y para siempre evocarán un intervalo en el tiempo atrapado en una botella de música.

Y cuando creí haberlos olvidado hace años, Bostich y Fussible sacaron el Tijuana Sound Machine, un álbum que parece una combinación de Ramón Ayala, El Yellow Submarine de Los Beatles, los experimentos futuristas de Juan García Esquivel con Beats de Latin House. El video de Tijuana Sound Machine era todo un encanto visual sabor a los años 80’s y el de Akai 47 celebra la picardía del norteño. Destaca en todo el disco el acordeón vertiginoso de Juan Tellez, sobre todo en canciones como Play Box y The Clap. Shake It Up evoca las sesiones de los primeros años mientras que Brown Bike es una oda a la levedad de la vida.

Se habían presentado varias veces en la ciudad de México y no había podido ir a verlos. Este domingo iban a cerrar el FMX, sería gratuito, no tenía nada qué hacer y decidí darme una vuelta. Durante hora y media estuve frente a la música, ante millares de jóvenes saltando, irradiados por luces multicolores y aire encapsulado en agua. Me dejé llevar y fui parte la colectividad unida por el ritmo, viví el momento y a la vez extrañé, me olvidé de todo y al mismo tiempo tuve la claridad de las cosas. Terminé con un grato sabor de boca y deseé haber ido acompañado y compartir impresiones finales.

En Brown Bike, Nortec repetía como un mantra: “It’s funny how things work out”. Sí, es gracioso cómo funciona la música, como te otorga bienestar y te acompaña en la mente. Al escucharlo quisiera estar sentado en una hamaca resolviendo los problemas de cuarta dimensión para después actuar por las necesidades de la tercera. Me despojo de mis perturbaciones y de la incertidumbre del porvenir y me vuelvo uno con la música. Ya luego vendrá la crónica que debo entregar por correo. Aquí el video de mi rola favorita de Bostich+Fussible:



Nos vemos en el futuro.

sábado, marzo 20, 2010

PENSAMIENTOS FELICES PARA UN POST TRISTE

[De Fondo: Otis Redding - (Sittin' On) The Dock of the Bay]

Uno de los momentos más felices de mi vida debe ser aquella vez hace tres años en Puerto Morelos con mi padre, enfrente de uno de mis amores: el mar, con una cerveza en la mano izquierda y a la derecha un plato con botana, perdiendo el tiempo.

De nuevo la situación ha vuelto a cambiar. Después de dos años mi papá consiguió un trabajo. Todo pasó muy rápido, tanto que al día siguiente que lo fue a buscar ya estaba en labores, lo que concluyó definitivamente con el negocio. De limpiar, ordenar y hacer las funciones de mesero terminé donde siempre. Y en el cuarto vuelvo a empezar y en ese momento todo vuelve a invadirme: el arrepentimiento, el desgano y el desánimo y los ecos negativos del exterior.

Recuerdo en unas de mis vacaciones también estaba mirando hacia la playa sentado, con mi viejo iPod susurrando melodías, tomando el sol mientras veía mujeres pasar. Una italiana sin más se quitó el sostén para broncearse. Mi tío Cesáreo que estaba a un lado mío la vio también y sonrió. Fueron unas vacaciones bastante agradables en Playa del Carmen. A pesar de que disfruté la compañía me prometí que si tenía oportunidad de irme solo, lo haría.

Tengo la mala costumbre de sentirme incómodo cuando alguien que no es mi jefe me intenta ordenar qué hacer, que espere resultados de mi sin retribución o que obedezca un consejo como una orden. En momentos como estos siempre hay alguien así y hago esfuerzos por no ser grosero y decirle que mejor se ahorre las palabras. Siento que coartan mi capacidad de decidir o que dudan de ella, que ellos no me entienden… A veces creo que nadie lo hace.

Cozumel no tenía arena en sus playas. Decían los lugareños que los huracanes se llevaron toda la que había. En su lugar había muchas piedras, charcos de todos los tamaños donde tal vez podías ver un animalito llevado hasta allí por una ola. Un muchacho que fungía como seguridad de las playas se acercó para invitarnos al carnaval que se haría en la noche. Habíamos caminado un rato y decidí descansar. Sentado, viendo cómo las olas golpeaban sobre aquel faro blanco, respirando aire salado, siendo feliz.

Otra vez una rola llega en el momento justo ¿Cómo es posible que una canción triste tenga una melodía que fácilmente podría expresar “estoy viviendo feliz y despreocupado”? Inclusive el silbido del final es como de un vagabundo al que no le importa el porvenir. Pongo atención a la letra y parece que alguien hubiera puesto mis pensamientos melancólicos en ella. El éxito póstumo y autobiográfico de Otis Redding me hizo recordar los momentos que contrastan con los actuales, donde casualmente en los que estoy sentado mirando al mar, sin preocupaciones, intervalos en el tiempo donde no importa si nada cambia. Pensamientos felices en un post triste.

♪Look like nothings gonna change,
Everything still remain the same,
I can't do what ten people tell me to do,
So I guess I'll remain the same♫



Al final, de alguna u otra forma estoy como dice la rola: Sittin' on the dock of the bay, wasting time.

Nos vemos en el futuro.

domingo, marzo 14, 2010

GERSON DE TIERRA-2. Los valles de Neptuno

DISCLAIMER: Este es un post FICTICIO, un ejercicio de desahogo (digno de mi blog) dónde divago sobre una persona que me gustaría ser en una realidad que no existe. Así de simple.
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No he parado de escribir desde que empezó el año.

Ya terminé mi segunda novela y se la mandé a mi editora. Al parecer le encantó la idea. También lo que hice fue tomar toda mi colección de música y escucharla sin parar. De esa experiencia esta saliendo un libro de cuentos. Siempre he sido cauteloso con ellos porque siempre me extiendo y quiero que la historia no sólo se quede en unas cuantas páginas. Es una costumbre que heredé de leer tantos cómics, ahí parece que la historia nunca termina, la continuidad nunca lo permite.

A veces salgo a comer con Venusina. Qué bien se ve de traje. Extraño verla y que me cuente sus chistes, saborear su sonrisa cuando la transforma en besos, tocar su cabello castaño y juguetear con su nariz. Le presto el Tlalocpod y cantamos juntos canciones Ely Guerra. Me ha prometido que la iremos a ver juntos en concierto. Seguimos sin ser “algo”, pero creo que me estoy enamorando de ella.

¡Qué partido en el Nemesio Díez! Tuve la chance de llevar a mi papá (fue mi regalo de cumpleaños para él) a la capital mexiquense para ver al Cruz Azul, el equipo de mis amores. La gente de Toluca todavía sigue queriendo a Enrique Meza. Es un espectáculo ver a la porra de los diablos rojos y fue más placentero ver cómo los aficionados celestes festejamos el tercer gol. Tan contentos salimos que fuimos a comprar cecina enchilada saliendo del estadio.

Me compré el Valleys of Neptune de Jimi Hendrix. Qué buen disco. Lo veníamos escuchando en la carretera y yo bromeaba con mi viejo de que seguro los de la disquera habían clonado al virtuoso de la guitarra. El sonido estruendoso, vertiginoso y lleno de poder de Hendrix es tan fresco y atemporal que uno puede imaginar que esas grabaciones apenas hayan salido a la luz. Su versión de Sunshine of your love hace parecer sobrio a San Clapton.

Sigue en mi mente el personaje del Gerson de una tierra alterna ¿Será que mi vida es tan feliz actualmente que esto es sólo una necesidad ferviente de complicármela? O mejor dicho, complicársela a él. Se me ocurrió que renunciara a su chamba de redactor para ayudar a su familia en un negocio de comida que no funciona. Al final su padre consigue un trabajo y así toda su familia tiene menos él. Lo regresé al inicio. Otra vez tiene que esforzarse para conseguir algo mejor. En su relación sentimental, hace cuatro meses que no ve a Venusina; pero lo compenso al que conozca a una mujer con la que existe química.

Hace unos meses conocí una mujer que escribe para cierto periódico y que además tiene una banda de rock con mucha influencia electro. Me late cómo escribe y aún más platicar con ella, está loquita y es muy exigente en sus gustos musicales. Hace unos días me dijo que estaba dando un taller de periodismo y rock. En ese mundo alternativo del que tanto escribo y en el que no me va tan bien, me gustaría que Gerson fuera a ese curso ella fuera una especie de “Lester Bangs” en el Almost Famous de la vida.

Aquí les dejo el video de Valleys of Neptune:



Nos vemos en el futuro.

martes, marzo 02, 2010

DE QUÉ SE CONSTRUYEN LOS SUEÑOS

[De Fondo: Los Renders - Gris]

Odio que citen y permitan la entrada media hora después, como si hicieran eso para que la gente haga fila para entrar y así alimentar el ego de los propietarios del lugar. Afortunadamente no fue la noche del sábado pasado.

Me senté a las afueras del lugar y escucho a Los Renders ensayar, estaban tocando Dulce Tóxica. Recuerdo la primera vez que los escuché tocar en aquel bar de la colonia Obrera en agosto del año pasado. John Vox invitaba a sus conocidos por las redes sociales, y creo que ya casi todos lo habían ido a escuchar excepto yo, así que accedí a conocer a una banda de la que apenas había escuchado algunas de sus canciones en su myspace. A pesar del mal audio y de las goteras que tenía aquel bar, me impresionó mucho lo que escuché: un rock agresivo y dinámico, guitarras poderosas que galopaban hacia adelante, letras que te devuelven la mirada y un ritmo que acelera el torrente sanguíneo.

Aquí un video mío de esa presentación:



Esa vez John me había comentado de una batalla de bandas que se realizaría en octubre en el Lunario. Pasó el tiempo demasiado rápido y ya era la fecha. Con varios conocidos (ya fans declarados y de varias presentaciones atrás) vimos a una pléyade de agrupaciones de todos los estilos (unos muy raros vestidos de abejorros) y casi al final a los que consideramos de los nuestros. Fue una sorpresa agradable ver cómo ganaron el primer lugar de la competencia. Al terminar el evento los felicitamos por el premio de la noche y una gran actuación.

Aquí un video de esa noche, del canal de la banda:



De la misma forma compartí la experiencia de escuchar nuevamente a la banda con algunos habituales de sus conciertos (que habitan en twitter, por cierto). En estas presentaciones anteriores he podido ver cómo evoluciona la banda, cómo se desenvuelven con más soltura dentro del escenario y como, de a poco, van haciéndose de adeptos. Una rola que me gustó mucho fue “La tregua” (que no había escuchado antes) y las que me habían fascinado de las ocasiones anteriores como “Veneno” y “No te pido amor”.

Todavía no he podido subir los videos del sábado. Se las debo. Puedo decirles que fue una gran presentación.

Es padre ver cómo se construyen los sueños. Hay veces que me gustaría abandonar los míos, borrar todo lo que he escrito y dar la media vuelta. Pero de qué se construyen los sueños sino del día a día, del anhelo de alcanzar metas que no se pueden visualizar en el horizonte, que no son tangibles. Yo espero ver a estos muchachos algún día en un festival grande, con varios sencillos pegando en la radio o en millones de iPods que descargaron canciones de una banda chida. Tengo la confianza que así será y será un placer ver cómo llegan a concretar sus objetivos en el difícil entorno de la música.

Quizá yo debo enfocarme igual para llegar al sitio donde siempre deseé estar.

Nos vemos en el futuro.