Para mi mamá:
No sé si lo sepas, pero eres especial. No sólo hoy, sino todos los días.
Eres especial porque sabes darle actitud a cada momento, con tu sonrisa que endulza. Tus cabellos como plasma de estrella, no sólo se expanden al irrumpir el vacío del espacio exterior, también su brillo da candor a todo el sistema. Eres el sol de mis mañanas; no sólo hoy, sino todos los días.
Eres especial porque nada te detiene, porque eres una fuerza indomable de la naturaleza. La voluntad es tu principal músculo y tu perspicacia la energía con la que derribas cualquier muro. Tu vigor es tu mejor arma, no lo olvides. Tienes ls capacidad divina de materializar lo imposible y de inspirar con tus obras a otros. Eres la inspiración para lograr lo que veo inalcanzable; no sólo hoy, sino todos los días.
Eres el lazo del tercer cordel, las articulaciones que unen al cuerpo. Eres la que crea las redes, la que hila los tramas, la que nos mantiene a todos en la unidad. Eres el capitán que no le intimida la tempestad que se aproxima furiosa hacia la embarcación. Sabes muy bien que unidos y en familia, nada ni nadie nos puede detener. Tú me enseñaste que con amor somos uno, no sólo hoy; sino todos los días.
Quiza por el día a día, lo especial se vuelve cotidiano; pero eso no demerita su valor. Por eso quiero que nunca olvides cuánto te amo y porqué lo hago: no sólo nos une la sangre, o los sentimentos de de forma entrañable; también me une a ti la admiración de quién eres y de lo que eres capaz, el aprecio impagable por lo que aprendo de ti siempre. Dios me bendijo contigo y eres tan parte de mí no sólo hoy; sino todos los días.
No sé si lo sepas, porque debería decirte estas cosas más seguido, como en este momento. A veces mis palabras se quedan cortas, yo sólo espero que las recuerdes siempre porque asimismo las mereces. Te amo porque eres especial; no sólo hoy, sino todos los días.
Tu hijo: Gerson.